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Llevo toda la vida probando altavoces. Por fin he encontrado uno perfecto para casa
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UN SONIDO MAYÚSCULO

Llevo toda la vida probando altavoces. Por fin he encontrado uno perfecto para casa

Sonos presentó recientemente dos nuevos altavoces. El Era 100 y el Era 300. Este último se ha convertido en la estrella de su catálogo, que lleva el sonido espacial a un nuevo nivel

Foto: Foto: Sonos.
Foto: Sonos.

Si algo he probado en la década larga que llevo dedicado al periodismo tecnológico son altavoces. Junto a los smartphones y los auriculares, creo que es la categoría de producto a la que más veces he tenido que meter mano. 10 años son muchos años y dan para mucho. Después de tanto tiempo, lo normal es que cada vez sea más difícil encontrar propuestas que te sorprendan. Pero hay veces, como en esta ocasión, que a uno le dejan con la boca abierta por mucho que creas que lo has visto todo. El mérito ha sido cosa de Sonos, el fabricante estadounidense de equipos de sonido.

Quizá no sea una marca tan conocida como Sony o Bose, pero hace mucho tiempo que demostró que compite de tú a tú con los mejores del mercado, y con su último lanzamiento lo ha vuelto a demostrar. La compañía presentó a principios de este mes el Era 300 y el Era 100, dos altavoces que sustituyen a sus modelos de referencia, el Sonos Play 5 y el Sonos One, respectivamente. No es que simplemente me hayan sorprendido, es que, especialmente el primero, estoy convencido que es el altavoz perfecto para mi casa.

Antes de entrar en materia y explicar mi experiencia con estos dos modelos, conviene hacer un breve repaso al catálogo de Sonos. La mayoría de sus altavoces son equipos pensados para utilizarlos con wifi y gobernarlos desde la aplicación de la compañía, que nos permite controlar la reproducción, pero también la configuración del sistema multiroom si es que tenemos varios altavoces repartidos por la casa.

En los últimos años, ha presentado dos modelos portátiles, el Move y el Roam. Además, tiene equipos para televisión y cine en casa, como las barras de sonido Arc, Move y Ray así como subwoofers. También ha hecho colaboraciones con Ikea, convirtiendo lámparas o cuadros en equipos de audio bajo la marca Symfonisk que comercializa el gigante escandinavo del mueble. Se lleva rumoreando mucho tiempo con unos auriculares al estilo AirPods Max, pero eso no se ha materializado aún.

Era 300, un altavoz mayúsculo

Hechas las presentaciones, vamos a hablar de sus nuevos altavoces. Primero, del Era 300, un auténtico caramelo para los que disfrutan sentándose a escuchar música en casa. Se trata de un modelo grande y pesado. Sus 4,5 kilos y sus 16 centímetros de altura y 26 de profundidad no lo hacen precisamente cómodo de mover de lado a lado. Aunque se mantienen los materiales y el espíritu de su predecesor, este nuevo altavoz ha cambiado su forma. Ahora, echándole imaginación, se podría decir que tiene cuerpo con forma de 8 o de reloj de arena.

placeholder Sonos Era 300. (M. McLoughlin)
Sonos Era 300. (M. McLoughlin)

Este cambio de forma se ha hecho para acomodar de la mejor forma posible los ingredientes acústicos que este nuevo Sonos guarda en su interior. Precisamente el sonido es una de las grandes novedades de este dispositivo, ya que ahora soporta audio espacial gracias a Dolby Atmos.

Esta tecnología, bastante extendida en el mundo del entretenimiento audiovisual, lleva varios años intentando dar el salto a la música. Es cierto que todavía queda para que se convierta en la norma, pero ya hay un buen número de artistas que graban en este formato envolvente y plataformas como Amazon Music, Tidal o Apple Music ya lo ofrecen. Spotify, por ahora, no.

En su interior encontramos un total de seis altavoces. Por una parte, tenemos cuatro tweeters, que son las piezas que se encargan de las frecuencias medias y las notas más agudas, así como dos woofers para gestionar los graves. Hay un tweeter orientado hacia la parte frontal y dos apuntan a los laterales con el fin de crear el sonido estéreo. La cuarta pieza de este tipo está orientada hacia el techo para lograr el audio envolvente. Para poder reproducir Atmos, lo ideal es tener una fuente o más fuentes de audio en el techo, pero eso no siempre es posible, se hace un proceso de virtualización. El sonido se dispara hacia los laterales y hacia la parte superior y se aprovechan las paredes para hacerlo rebotar y crear esa sensación envolvente.

placeholder Sonos Era 300. (M. McLoughlin)
Sonos Era 300. (M. McLoughlin)

Con canciones estándar, el Era 300 se siente tan contundente como el Play 5 al que da relevo, pero su desempeño es mucho más fino. Los graves se sienten poderosos, sin que suenen ni artificiales ni devoren el resto de la composición. Voces, instrumentos... Todo se siente empastado y muy correcto. Incluso cuando se abusa del volumen (no recomendable hacerlo en casa, que se mosquean los vecinos) no sufre distorsiones significativas. El sonido está a la altura de los 499 euros que te piden por este dispositivo.

En mi caso, lo he utilizado en el salón-cocina-comedor de casa, una estancia de unos 18 metros cuadrados, y lo ha llenado por completo. Con un solo equipo se puede cubrir una estancia media sin problema o cubrir una fiesta o una barbacoa en una terraza. Obviamente, se puede integrar en un sistema más grande o utilizarse dos Era 300 junto a una de sus barras de sonido (Arc o Beam de 2 Gen).

La propuesta que la compañía ha hecho con el audio espacial me ha gustado mucho. El peso del sonido sigue manteniéndose en la parte frontal, pero el resto de elementos se utilizan para complementarlo y crear un escenario acústico inesperado, una suerte de burbuja donde el oyente queda envuelto. Escuchar Paparazzi (Lady Gaga), Rocketman (Elton John) Mi Gente (J. Balvin) o Boom (Tiësto), por citar algunas de las pistas mejor mezcladas con esta tecnología, es puro disfrute. El resultado con el audio espacial es sorprendente por los resultados que consigue con un solo aparato. Dudo que por este precio se pueda encontrar algo similar. También es cierto que la oferta de pistas en audio espacial es algo limitado, pero en los próximos años se va a multiplicar notablemente.

placeholder El Sonos Era 300. (M. McLoughlin)
El Sonos Era 300. (M. McLoughlin)

El Era 300 también puede integrarse en un equipo de cine en casa, haciendo funcionar dos unidades con una barra de sonido Arc o una Beam de segunda generación y con la opción de añadir también un Sub. Sonos Ray, el modelo low cost, queda fuera de posibles combinaciones. No he podido probar esta faceta del Era 300 en profundidad, ya que solo hemos dispuesto de una unidad para esta prueba.

Sin embargo, antes del lanzamiento oficial, pude acudir a una sesión en la que demostraron cómo rendía en este aspecto con un trozo de la película Top Gun: Maverick. Es sencillamente impresionante cómo se puede transformar una escena de una película gracias al sonido inmersivo con un buen equipo. Eso sí, la factura va a ser alta, muy alta.

placeholder Foto: Sonos.
Foto: Sonos.

En el apartado de conectividad, tenemos Wifi 6. Se puede manejar con el asistente de voz de la propia compañía (disponible solo en inglés) así como con Alexa, aunque no hay compatibilidad con Assistant. Si no te fías de tener un micrófono en casa, tranquilo, que lo puedes silenciar fácilmente con una pestaña en su parte trasera. Si eres propietario de un iPhone o un iPad, también funciona con AirPlay 2, así como con Spotify Connect, que nos permitirá reproducir música desde esta app directamente sin tener que entrar en la de Sonos para pinchar la lista de turno.

placeholder Sonos Era 100. (M. McLoughlin)
Sonos Era 100. (M. McLoughlin)

En esta parte de la ficha técnica tenemos un cambio novedoso: se ha incluido conexión Bluetooth 5.0. No es la primera vez que Sonos lo hace, pero sí es la primera vez que lo hace en dispositivos pensados para el hogar y no para llevar de aquí para allá. Es un pequeño cambio que mejora la versatilidad del altavoz, pudiendo también utilizarlo, por ejemplo, como complemento a un tocadiscos BT o un proyector. También te servirá para cuando venga algún amigo a casa y quiera poner su propia música; lo podrá hacer fácilmente. Además, ambos modelos cuentan con un conector USB tipo C para conectar una fuente de audio externa.

Un último apunte sobre la configuración. Hasta ahora, solo aquellos usuarios que configuraban el sistema con un iPhone podían disfrutar de la función True Play. Se trata de una herramienta que analiza la acústica de la habitación para adaptar mejor la reproducción. Esto es algo que ya hemos visto en otros altavoces de otras marcas, como puede ser el HomePod de Apple. La novedad es que esto deja de ser un privilegio de iOS y ahora también estará disponible para los usuarios de Android.

Era 100, el nuevo peón de Sonos

Les voy a confesar una cosa. Empecé probando el Era 300 y luego pasé al Era 100. Me arrepiento de no haberlo hecho al revés, porque creo que el avance que ha logrado Sonos con el modelo superior ha eclipsado en parte al modelo más modesto. Sin embargo, creo que es un muy buen sucesor para el Sonos One, probablemente el altavoz más icónico de la compañía.

placeholder Sonos Era 100. (M. McLoughlin)
Sonos Era 100. (M. McLoughlin)

La compañía también ha rediseñado el altavoz para que se sienta moderno y diferente. Apuesta ahora por un cuerpo cilíndrico, abandonando la forma más cuadrada que había manejado hasta ahora. Sin embargo, en lo que se refiere a las medidas y el volumen, es muy parecido a su predecesor, aunque sea ligeramente más grande. Esto quiere decir que puede ser colocado discretamente en cualquier lugar de la casa.

El ligero aumento de tamaño del Sonos Era 100 se debe a que se ha rediseñado su interior, donde encontramos un doble altavoz de agudos que se encargará de poder ofrecer sonido estéreo con un solo altavoz de este tipo. Hasta ahora, hacía falta emparejar dos Sonos One para conseguirlo. Para los graves, tenemos un midwoofer algo más grande, lo que se traduce en que las notas más bajas tienen algo más de presencia en la reproducción. Después de un par de semanas de uso, tengo la sensación de que se oye todo con más claridad, especialmente los tonos medios y las voces, que ganan peso y presencia.

placeholder Sonos Era 100. (M. McLoughlin)
Sonos Era 100. (M. McLoughlin)

En el aspecto de la conectividad, tenemos las mismas novedades que en el Era 300. Esto es decir, Wifi 6, la posibilidad de retransmitir contenido por Bluetooth, Spotify Connect, conector USB tipo C así como los controles táctiles en la parte superior. Eso sí, lo que no tenemos en este modelo es el audio espacial. No hay mucho más que comentar de este altavoz, que sube su precio hasta los 279 euros.

Es probable que el Sonos One y el Sonos One SL (que prescinde del control por voz) sufran importantes rebajas en las próximas semanas, así que puede ser también una estupenda forma de hacerse con uno de los dispositivos de la marca si lo tienes entre ceja y ceja. Particularmente, teniendo en cuenta lo bien que envejecen estos productos, recomendaría apostar por la última generación. Incluso si estás pensando en poner las primeras piedras de tu sistema multiroom, un par de Sonos Era 100 (que cuestan menos que un único Era 300) puede ser una gran apuesta.

La compañía ha puesto el acento en la sostenibilidad con esta nueva generación. Por ejemplo, el plástico utilizado en sus dispositivos es plástico 100% reciclado. También han implementado un nuevo sistema de construcción, de manera que en un futuro podremos abrirlo fácilmente en casa para que sea más fácil reparar. En el aspecto energético, han conseguido reducir el gasto de los altavoces cuando están en modo espera hasta suponer 2V, lo que supone un 66% menos que en generaciones anteriores.

Era 300 (499 €) Era 100 (279 €)

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Si algo he probado en la década larga que llevo dedicado al periodismo tecnológico son altavoces. Junto a los smartphones y los auriculares, creo que es la categoría de producto a la que más veces he tenido que meter mano. 10 años son muchos años y dan para mucho. Después de tanto tiempo, lo normal es que cada vez sea más difícil encontrar propuestas que te sorprendan. Pero hay veces, como en esta ocasión, que a uno le dejan con la boca abierta por mucho que creas que lo has visto todo. El mérito ha sido cosa de Sonos, el fabricante estadounidense de equipos de sonido.

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