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¿Por qué Ucrania captura tantos blindados rusos? La clave está en los 'talleres de campo'
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Reparaciones sobre la marcha

¿Por qué Ucrania captura tantos blindados rusos? La clave está en los 'talleres de campo'

Ucrania ha instalado talleres improvisados tras las líneas del frente para reparar armamento propio y poner en funcionamiento tanques rusos capturados. Así consiguen que los vehículos del enemigo pasen a engordar sus filas

Foto: Carro de recuperación, Challenger Armoured Repair and Recovery Vehicle (CRARRV), basado en el casco del Challenger británico. (UK Army)
Carro de recuperación, Challenger Armoured Repair and Recovery Vehicle (CRARRV), basado en el casco del Challenger británico. (UK Army)
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Hay quien dice que el principal proveedor de armas del ejército ucraniano no es ni Estados Unidos ni la Unión Europea, sino Rusia. Suena a chiste, pero lo cierto es que el volumen de armamento y material que las tropas de Volodímir Zelenski capturan al enemigo es ingente. Entre estas incautaciones, destaca el gran número de blindados, que acaban en unas manos distintas de las que los trajeron. ¿Por qué está ocurriendo todo esto?

La caída de Jersón es el último de muchos repliegues rusos. Por más que se haya hecho de manera relativamente ordenada, traerá aparejada muchas pérdidas. La artillería de Zelenski no ha dejado de castigar las posiciones rusas y los sitios por donde podrían estar evacuando tropas y material. Por ello, una parte de los medios pesados va a quedar allí. Será otra contribución a las tremendas pérdidas en carros de combate y blindados que están teniendo los rusos.

Foto: Misiles de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC, en sus siglas en inglés), una rama de las Fuerzas Armadas iraníes. (EFE)

Según el portal Oryx, uno de los más fiables en el análisis de cifras de la guerra, Rusia lleva perdidos alrededor de 1.300 carros de combate. Si lo comparamos con el dato de carros en servicio antes de la guerra, unos 3.400 de todos los modelos, resultan unas pérdidas del 38%. Una barbaridad. Y eso que no contamos el resto de blindados de todo tipo, cuyas pérdidas llegarían a superar los 2.000 ejemplares.

Lo peor de todo lo anterior es que muchos de esos vehículos no han terminado destruidos, sino que han caído en manos ucranianas. Esto supone un verdadero desastre, pues significa un carro menos para Rusia y uno más para su enemigo. ¿Cuántos ha conseguido volver a poner en servicio Kiev? Dar un número sería pura especulación, pero sí se pueden dar algunas explicaciones.

En primer lugar, hay que aclarar que no todos los vehículos perdidos son por la acción del enemigo, además de que algunos de los que son alcanzados por municiones contracarro o minas no quedan destruidos, sino tan solo averiados. Hay otros muchos que son abandonados por diferentes causas, que van desde pequeñas roturas a daños en sistemas críticos, como visores o cámaras térmicas, que dejan al carro en dificultades para combatir. También se debe a problemas tan mundanos como la falta de combustible o munición, consecuencia de los enormes problemas de la logística rusa.

placeholder M88A2 de los Marines levantando un motor de M1 Abrams. (USMC)
M88A2 de los Marines levantando un motor de M1 Abrams. (USMC)

También hay otros carros que son abandonados por sus tripulantes sin aparentes daños. Parece increíble, pero hay que entender la situación a la que se somete una tripulación en combate y cómo reacciona, algo que se muestra más crítico si el adiestramiento no ha sido todo lo bueno que debería. Basta recordar aquellas imágenes de las columnas rusas que van avanzando en orden de marcha por una carretera en dirección a Kiev y, de repente, son atacadas.

Misiles y granadas contracarro caen como una lluvia, mientras la artillería se suma al ataque, sumiendo la columna en un verdadero caos. Hay que pensar en esa tripulación que se ve inmersa en la confusión, atacada inesperadamente, sin preparación, que ve cómo varios de los vehículos de sus compañeros están ardiendo, mientras su carro se puede quedar atrapado en mitad de la carretera. Es comprensible que, faltos de órdenes claras y sin una visión de conjunto, puedan perder los nervios y saltar de su vehículo antes de que sea demasiado tarde.

En condiciones normales y, sobre todo, siendo una fuerza en avance, los vehículos averiados o abandonados deberían recuperarse. Para ello, todas las unidades acorazadas y mecanizadas cuentan con una serie de vehículos especializados. Suelen ser barcazas de carros de combate modificadas para llevar una grúa, recambios y medios de remolque. Su misión es acudir a donde se encuentra el vehículo averiado e intentar repararlo sobre el terreno si es posible o bien, remolcarle a zona segura o hasta el taller de campaña en retaguardia.

Las circunstancias en contra

Rusia tuvo con esto dos grandes problemas. El primero fue una deficiente dotación de este tipo de medios (de hecho, se han visto muy pocos e incluso alguno fue también capturado). Tampoco se encuentran en números elevados, pues en la organización rusa un batallón de carros cuenta con tan solo uno de estos imprescindibles medios. Por el contrario, un batallón americano dispone de tres, número similar al disponible en las unidades acorazadas españolas. Además, no es de extrañar la escasa dotación de los rusos. Es su doctrina, marcada por el avance impetuoso de los carros por un terreno batido previamente por la artillería. En esas condiciones, recuperar vehículos es secundario.

El segundo problema fue la propia naturaleza de la ofensiva. En los primeros meses, con el intento de ocupación rápida de Kiev, se avanzó sin consolidar el terreno. Las líneas de frente y el territorio ocupado eran ficticios, pues el único control se ejercía en las carreteras y en alguna población (aunque ya se vio que, a veces, ni eso).

Foto: Lanzacohetes Himars en acción (US Army)

En esas condiciones, aunque se avance, no hay recuperación posible. Primero, porque los escasos vehículos no podían llegar, debido al atasco en las carreteras. Segundo, porque si llegaban, el vehículo averiado ya había desaparecido. ¿Recuerdan aquellas fotos de granjeros remolcando todo tipo de blindados? Alguien, con mucho sentido del humor, bautizó aquello como la Primera División de Tractores. Fueron muy eficaces.

Para cuando cambió el curso de la guerra y los rusos perdieron fuelle, quienes avanzaban y recuperaban terreno eran los ucranianos y se encontraban, como fruta madura caída del árbol, un sinfín de blindados enemigos. Solo en la rotura del frente de Járkov, el volumen de material capturado no solo fue ingente, sino que verdaderas joyas de la corona cayeron en manos ucranianas, tales como carros T-80 y T-90, último modelo y nuevos, vehículos de comunicaciones o de guerra electrónica. Un material valiosísimo.

placeholder Carro de recuperación BREM-1 basado en el casco del T-72. (Vitaly V. Kuzmin)
Carro de recuperación BREM-1 basado en el casco del T-72. (Vitaly V. Kuzmin)

Para los ucranianos, reutilizar el material ruso es sencillo. Están acostumbrados a ello y, en el caso de los blindados, los que no son iguales, son muy parecidos, por no hablar de que comparten munición. Es casi como si nosotros cambiáramos de modelo de coche dentro de la misma marca: muchas funciones serán las mismas y los sistemas se encontrarán en los mismos sitios.

Reparar sobre el terreno

El combate simétrico o de alta intensidad degrada los vehículos y material en grado superlativo. Se exige de las máquinas el cien por cien y, a veces, más. Por ello es normal que continuamente surjan averías de diferente calibre y, por esa misma razón, la recuperación de esos vehículos y su reparación resulta crucial. Un carro recuperado hoy, puede ser reparado durante la noche y volver al combate al día siguiente.

Por eso, en los ejércitos occidentales se le da mucha importancia a los talleres de campo, que son unos centros de reparación y mantenimiento situados a retaguardia, pero a una distancia próxima a las zonas de combate. Se busca minimizar los desplazamientos, con lo que se gana mayor disponibilidad de los vitales vehículos de recuperación, así como más tiempo para las reparaciones.

placeholder Búfalo español perteneciente al contingente de Letonia. (Juanjo Fernández)
Búfalo español perteneciente al contingente de Letonia. (Juanjo Fernández)

España, por ejemplo, utiliza un extraordinario vehículo de este tipo, basado en el chasis del Leopardo. Se trata del CREC (Carro de Recuperación) Búfalo. Es uno de los mejores del mundo y muy potente, ya que tiene el mismo motor que el Leopardo 2E, pero menor peso —55 toneladas, 8 menos que el carro— al carecer de torre. A bordo se puede llevar un motor nuevo completo, así como múltiples recambios y herramientas, lo que —junto a una experta tripulación de especialistas— permite hacer sobre el terreno reparaciones que antes solo se hubieran podido hacer en los centros logísticos retrasados, muy a retaguardia.

Con este vehículo, se puede cambiar desde una barra de torsión de la suspensión hasta un motor entero. Esta última es una operación que se puede realizar en una hora de trabajo y para la que el Búfalo dispone de una grúa capaz de levantar 30 toneladas. En el caso de cambio de motor, está preparado además para poder probar el motor fuera del carro y verificar su funcionamiento, lo que evita desagradables sorpresas cuando parece que el trabajo ya está terminado.

placeholder Un Búfalo junto a un Leopardo 2E del Regimiento Alcázar de Toledo. (Juanjo Fernández)
Un Búfalo junto a un Leopardo 2E del Regimiento Alcázar de Toledo. (Juanjo Fernández)

Además, Búfalo tiene una gran capacidad de remolque y, por supuesto, puede tirar de un Leopardo 2E de tal manera que, enganchado por la parte trasera, el carro puede seguir combatiendo y disparando mientras se le saca del campo de batalla.

Otros vehículos similares son los rusos BREM-1, basado en el casco de un T-72 y el BREM-80U, sobre barcaza de T-80U. Los norteamericanos disponen del M-88, que utiliza partes de los carros M-48 y M-60 y los británicos el Challenger Armoured Repair and Recovery Vehicle (CRARRV), basado en el carro Challenger.

Hay quien dice que el principal proveedor de armas del ejército ucraniano no es ni Estados Unidos ni la Unión Europea, sino Rusia. Suena a chiste, pero lo cierto es que el volumen de armamento y material que las tropas de Volodímir Zelenski capturan al enemigo es ingente. Entre estas incautaciones, destaca el gran número de blindados, que acaban en unas manos distintas de las que los trajeron. ¿Por qué está ocurriendo todo esto?

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