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Rusia ordena la retirada de Jersón para centrar sus esfuerzos en la orilla sur del Dniéper
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Una decisión dolorosa

Rusia ordena la retirada de Jersón para centrar sus esfuerzos en la orilla sur del Dniéper

Tras más de ocho meses de conflicto, Rusia ha ordenado a sus tropas retirarse al margen izquierdo del río Dniéper en Jersón

Foto: Soldados ucranianos en el frente de Jersón (Reuters/ Viacheslav Ratynskyi)
Soldados ucranianos en el frente de Jersón (Reuters/ Viacheslav Ratynskyi)

— Camarada ministro de Defensa; después de un análisis completo de la situación actual, sugerimos tomar la defensa en la orilla izquierda del río Dniéper. Entendemos que no es una decisión sencilla, pero al mismo tiempo, lo más importante, es que preservaremos las vidas de nuestros hombres, y la preparación para el combate de nuestras fuerzas. Mantenernos en la orilla derecha, en un área limitada, no tiene perspectivas.

Serguéi Vladimirovich, estoy de acuerdo con sus conclusiones y sugerencias [...] Empiece con la retirada de las tropas y tome todas las medidas para asegurar la retirada de personal, vehículos y equipamiento más allá del Dniéper.

Con estas palabras entre el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigu, y el general Serguéi Surovikin, flamante comandante en jefe del Ejército al mando de la operación militar especial rusa en Ucrania, se anunciaba la retirada de las fuerzas del Kremlin en Jersón (sur), y en general de la parte de la provincia homónima que queda en la orilla norte del río Dniéper. Si el movimiento realmente se consuma, estamos ante un momento clave de la guerra.

Foto: Fuego de mortero ucraniano cerca de Bakhmut. (Reuters)

La decisión de abandonar Jersón, la única capital de óblast conquistada por los rusos desde el inicio de la invasión a gran escala el pasado 24 de febrero, ha sido, como admitía el propio Surovikin, “difícil”. Militarmente, mantener el control de la ciudad, aislada en el lado equivocado del río y con las tropas ucranianas a menos de 10 kilómetros de la urbe bombardeando puentes, vías férreas y carreteras claves para el abastecimiento, era complejo y puede explicar parte de la decisión anunciada este martes. Con semejante perspectiva militar, mantener la posición en Jersón solo tenía sentido como avanzadilla hacia antiguos objetivos estratégicos rusos, como tomar Mykolaiv y, desde allí, avanzar vía terrestre hacia Odesa.

Pero políticamente, la retirada de Jersón es un golpe durísimo para el presidente ruso Vladímir Putin, apenas seis semanas después de haber anunciado oficialmente la anexión del territorio -así como las zonas ocupadas en Zaporiya, Donetsk y Lugansk- como parte de la gran madre Rusia. La primera señal del descontento ha estallado especialmente entre los comentaristas militares rusos, que han tragado la amarga píldora acusando directamente a “una decisión política” del Kremlin.

Minando Jersón

Hasta el momento, las señales de esa posible retirada rusa habían sido mixtas y apuntan a la tensión entre los deseos de Putin y la percepción sobre el terreno de Surovikin, quien ya desde su nombramiento a principios de octubre había ido avanzando la inevitabilidad del movimiento.

En las últimas semanas, imágenes geosatelitales han ido recogiendo las preparaciones rusas para mantener la línea de defensa en los alrededores de la ciudad y localidades aledañas. Esta misma semana, los rusos han levantado estructuras defensivas de hormigón en Hola Prystan (a 8km al sur de Jersón), Kakhovka (70 km al este) o Ivanivka (60 km al suroeste), todas en la orilla este del río Dniéper.

Según la portavoz del Comando Sur de las Fuerzas Armadas ucranianas, Nataliya Humenyuk este mismo lunes, los rusos han minado grandes áreas de la zona alrededor de la ciudad de Jersón, especialmente la urbe de Nova Kakhovka (a 80 km al este), donde se levanta la célebre presa homónima. Moscú ha reorganizado tropas y engrosado las líneas de defensa con nuevos reclutas fruto de la movilización militar parcial, pero también unidades de las fuerzas aerotransportadas, parte de la élite militar rusa. A esto se une el anuncio de la evacuación de más de 70.000 civiles de la ciudad de Jersón o el bloqueo de comunicaciones telefónicas y de internet en la ciudad -todo señales de preparación ante una eventual lucha urbana que se prometía difícil para los ucranianos.

Foto: Reclutas ucranianos disparan contra posiciones rusas en la línea del frente en Mykolaiv. (Reuters/Valentyn Ogirenko)

En lo político, las señales eran otras: una tras otra, las banderas rusas iban arriándose de los edificios gubernamentales conquistados desde principios de la invasión e incluso se exhumaron los restos mortales de Grigory Potemkin, general del siglo XVIII reverenciado por Putin.

¿Retirada ordenada?

La cuestión a corto plazo ahora es si las tropas del Kremlin conseguirán una retirada ordenada y reforzar, como defiende el Alto Mando ruso, la orilla sur del Dniéper, clave para defender la ocupada Crimea y el resto de la provincia.

La mañana del miércoles ha sido de intensa actividad de artillería en Jersón, con los rusos bombardeando decenas de puentes y cruces de caminos (L'vove, Dar'ivka, Antosha, Sadove, Krasnolyubets'k, Mylove) en el óblast. Añadiéndose al minado de los últimos días, todas estas preparaciones podrían ralentizar el avance ucraniano hacia la ciudad y poder organizar una retirada ordenada llevándose consigo todos sus materiales, a diferencia de la retirada de la provincia de Kiev, cuando los ucranianos fueron recuperando tanques y armamento abandonado a gran velocidad por los rusos.

Por el momento, Kiev se ha mostrado escéptica con el anuncio ruso. “Las acciones valen más que las palabras. No vemos signos de que Rusia esté abandonando Jersón sin luchar. Parte del grupo ruso está todavía en la ciudad, y refuerzos adicionales han sido desplegados en la región. Ucrania está liberando territorios basándonos en información de inteligencia, no anuncios preparados para TV”, ha afirmado Mijailo Podolyak, asesor del presidente ucraniano Volodímir Zelenski.

Ucrania había advertido que Rusia podría intentar fingir una retirada con la esperanza de atraer a Ucrania a la trampa de un combate urbano. "Hasta que la bandera ucraniana ondee sobre Jersón, no tiene sentido hablar de una retirada rusa", concluyó Podolyak, en declaraciones a Reuters.

— Camarada ministro de Defensa; después de un análisis completo de la situación actual, sugerimos tomar la defensa en la orilla izquierda del río Dniéper. Entendemos que no es una decisión sencilla, pero al mismo tiempo, lo más importante, es que preservaremos las vidas de nuestros hombres, y la preparación para el combate de nuestras fuerzas. Mantenernos en la orilla derecha, en un área limitada, no tiene perspectivas.

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