El físico de Murcia al que plagia Milei: "Es todo muy triste"

Cualquier cosa que se diga en un debate televisivo electoral es susceptible de convertirse en comidilla permanente, más aún si viene en forma de zasca. El domingo, en el cara a cara entre Javier Milei y Sergio Massa, candidatos a la presidencia argentina, muchos ciudadanos se enteraron de que el volcánico candidato libertario se tomaba muchas licencias a la hora de escribir.

Javier Milei: “Si quieres citar mis referencias, hacelo bien”.

Sergio Massa: "No puedo citar tus referencias bien porque [por] el último libro que escribiste, tenés tres denuncias de plagio de haber copiado a otros autores".

¡Boom!

Pero antes de entrar en harina, hay que ir un poco para atrás.

Cuando aún era solo un tertuliano estrella, y Argentina estaba traumatizada por su largo confinamiento, Javier Milei publicó Pandenomics, libro en el que “no negaba la existencia del coronavirus”, pero le quitaba peligrosidad: el mundo había “perdido la perspectiva” con “cuarentenas cavernícolas que precipitaron una crisis económica sin precedentes a nivel mundial y que también, en muchos casos, destruyeron la legalidad y la democracia”, escribió el polemista argentino.

Son unos meses en los que el cabreo por el confinamiento —sumado a otros malestares históricos del país como la inflación— generó un caldo de cultivo ideal para el crecimiento del fenómeno Milei. Algunos argentinos estaban hasta las narices, y nadie parecía representarles mejor que un tertuliano que metía voces locas en la tele contra la casta que les tenía a todos encerrados.

Javier Milei parecía capaz de introducir sus ideas ultraliberales en cualquier coyuntura, escribía libros y artículos sin parar, no había tema que se resistiera a su formación académica económica, de la que tanto presumía. Pero resulta que la cosa tenía truco...

Al mismo tiempo que Milei preparaba su libro sobre las trampas estatalistas del covid, pero al otro lado del charco, Antonio Guirao Piñera, profesor de Física en la Universidad de Murcia, dirigía un proyecto sobre el coronavirus basado en un modelo epidemiológico físico-matemático. ¿Cuánto podía extenderse el virus? “Hemos visto que puedes tener una avalancha de forma exponencial, en una semana se te dispara, así que un solo día es clave”, contó Guirao a este periódico el año del confinamiento.

Guirao puso sus conclusiones por escrito en un artículo: "Entender una epidemia: el coronavirus en España, situación y escenarios", que arrancaba así: “Las epidemias crecen de forma exponencial en gran parte de su desarrollo, y si no se controlan pueden alcanzar dimensiones enormes. Conocer la dinámica de una epidemia permite anticipar su evolución y diseñar adecuadamente las medidas de contención”.

Javier Milei tomó buena nota de lo escrito por Guirao: en Pandenomics le plagió intensamente... a su manera.

La entrevista

Hablamos con el físico Antonio Guirao.

PREGUNTA. ¿Qué pensó cuando conoció el plagio?

RESPUESTA. Cuando me contaron desde Argentina [el periodista Tomás Rodríguez] que Milei había plagiado una de mis investigaciones, me compré su libro para comprobarlo por mí mismo. Me quedé perplejo; no es lo mismo que te lo digan que verlo con tus propios ojos.

"Si la esperanza de cambio de un país está en manos de un plagiador, mal vamos. ¡Qué no hará en el resto de facetas de su vida!"

P. ¿Qué le asombró?

R. No es que hubiera hecho un refrito, era un completo copia y pega, párrafos y párrafos copiados, hasta las gráficas generadas por ordenador para mi investigación. Nueve páginas del libro de Milei llevaban extractos literales míos. Uno detrás de otro.

El plagio cantaba mucho, además, por el lenguaje. Publiqué el artículo en abierto en la etapa más dura de la pandemia por motivos divulgativos. Cambié el lenguaje científico por uno más pedagógico, con ejemplos de andar por casa que todo el mundo pudiera entender. Milei los copió tal cual.

No pasa nada por citar, pero a Milei no parece gustarle.

P. Pasada la primera estupefacción por el plagio, vino la segunda: Milei usó sus datos para concluir lo contrario que usted, ¿verdad?

R. Desconozco la formación científica de este señor. Sé que es economista, pero mi artículo se basaba en un modelo físico-matemático que no todo el mundo sabría interpretar bien. Si yo alertaba de que la pandemia podía dispararse si no se controlaba, una reacción en cadena, él concluía quitando hierro al covid, es decir, lo contrario de lo que me habían dicho a mí las matemáticas. Desvirtuó el objetivo de mi artículo. Hombre, ya que copias, ¡al menos no desvirtúes la tesis!

P. Cuando le plagió a usted, Milei era aún una figura política underground. ¿Ha seguido su ascenso?

R. Me parece rocambolesco todo. Sería jocoso si no fuera tan deprimente. Según crecía Milei, mis amigos decían de broma que me iba a acabar haciendo famoso, pero no me gustaría hacerme famoso por algo tan triste.

Esto ya es una opinión personal alejada de la ciencia, pero si la esperanza de cambio de un país está en manos de un plagiador, mal vamos. ¡Qué no hará en el resto de facetas de su vida!

'Modus operandi'

En los últimos meses, el periodista argentino Tomás Rodríguez ha desvelado varias veces en la revista Noticias el gusto por el plagio de Milei. Además de a Guirao, Milei también habría fusilado a economistas liberales o de la escuela austriaca (Murray Rothbard, Friedrich Hayek, Ludwig von Mises), físicos mexicanos del covid (Salvador Galindo), investigadores venezolanos o informes del FMI, como también explica El loco, biografía de Milei del periodista Juan Luis González.

En resumen: los artículos y libros de Milei —algunos de ellos de gran éxito en Argentina— contienen decenas y decenas de párrafos de otros autores que el político argentino hace suyos con gran desparpajo. Suena más a método de trabajo que a despiste.

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Rodríguez lleva tiempo denunciando que "plagiar es un modus operandi para Milei", pero ha sido ahora, a pocos días de las elecciones, cuando sus investigaciones se han viralizado: "Lo que dijo Massa sobre los plagios disparó el interés, fue uno de los temas más buscados en internet a lo largo del debate, las redes ardieron", resume el periodista.

Cuando le preguntaron por primera vez en público sobre las investigaciones de Rodríguez, Milei utilizó el comodín de "la casta". Un artículo sobre sus plagios no significaba que él plagiara, sino que "la casta tenía miedo" a su éxito y, por ello, le atacaba por cualquier cosilla.

Dicen que si Javier Milei gana las elecciones el domingo habrá un terremoto en Argentina. Lo que no sabíamos es que las réplicas pueden llegar hasta la mismísima Murcia.