Los 10 mandamientos de Javier Milei, el gurú anarcocapitalista del mundo hispano

Con unas patillas de beatle y un verbo que se parece más bien al de AC/DC —highway to hell—, Javier Milei ha revolucionado la política argentina al trazar su particular autopista hacia el infierno. El rockero ultraliberal, ganador de las elecciones primarias de este domingo, ha prometido que el banco central del país arderá en llamas si llega al poder. Para él, como para ese tercio de los votantes que lo ha apoyado, el verdadero averno es el que vive la 30.ª economía del mundo, que hasta mediados del siglo pasado estaba en el top 10. Décadas de peronismo han llevado a la nación a la bancarrota, en manos de los innumerables rescates del Fondo Monetario Internacional y azotada por una hiperinflación que no acaba nunca.

Es el caldo de cultivo ideal para el populismo, que en esa ocasión toma forma de economista con pasado en los escenarios, chupa de cuero y cientos de miles de seguidores en redes sociales. Allí lleva años vertiendo su programa minarquista, que propugna la reducción del Estado a la mínima expresión y ha llegado a este lado del charco a través de unos compartidísimos vídeos de YouTube. Milei se ha convertido en el gurú anarcocapitalista del mundo hispano, con un discurso heterodoxo que combina las ideas filosóficas de los más radicales con una hoja de ruta pragmática que pretende desmontar la arquitectura económica de uno de los territorios más prósperos, pero peor gestionados, del planeta. Estos son sus 10 mandamientos, divididos en tres etapas, para que Argentina vuelva a ser una potencia mundial dentro de 35 años:

1. Reducirás el gasto público

El primer punto de la reforma económica que la plataforma de Milei, La Libertad Avanza, dibuja en el esbozo de programa —nada comparable a los que se estilan en España— depositado en la Junta Nacional Electoral podría firmarlo cualquier tecnócrata europeo: "Eliminación de gastos improductivos del Estado". En concreto, el objetivo a corto plazo es reducir los desembolsos públicos en un 15%. Sin embargo, cuando se desciende al detalle de las propuestas, emerge la ideología libertaria del candidato, muy alejada del consenso sobre el estado del bienestar que rige en la mayoría de las democracias avanzadas.

El carismático candidato habla de un "achicamiento del Estado", que recuerda al programa económico desarrollado por Augusto Pinochet en Chile a finales de los años 70 y durante la década de los 80. Entonces, bajo la inspiración de los Chicago boys, un grupo de economistas que surgió de la escuela de la ciudad estadounidense, la dictadura recluyó al Estado en un rincón del sistema, a través de un ambiciosísimo programa de reformas neoliberales. El país es hoy uno de los más avanzados de América Latina, pero también uno de los más desiguales.

Milei va un poco más allá y quiere que la Argentina de 2060 refleje los principios minarquistas, con los poderes públicos prácticamente reducidos a resolver los conflictos judiciales y de seguridad vinculados con la protección de la propiedad privada, además de garantizar la defensa nacional. El candidato ha bautizado a cuatro de sus cinco perros como homenaje a insignes economistas de este ámbito, según recoge en la biografía oficial de su página web. Se llaman Milton, en referencia a Milton Friedman, padre del moneratismo; Murray, como mención a Murray Rothbard, creador del anarcocapitalismo; Robert y Lucas, ambos en alusión a Robert Lucas, autor de la teoría de las expectativas racionales.

2. Eliminarás la obra pública

En línea con la propuesta de reducción del gasto del Estado, Milei también incluye en la primera fase de las reformas la eliminación de la obra pública. El candidato considera que el esquema de licitaciones actual, similar al europeo, provoca que sean los "políticos corruptos", y no los ciudadanos, quienes decidan qué infraestructuras se hacen y, por tanto, el destino de los impuestos de los contribuyentes.

Milei propone un modelo de infraestructuras basado en la oferta y la demanda del mercado

Una vez más, el vecino Chile emerge como modelo. En una reunión con empresarios, el líder populista planteó la creación de "un régimen de iniciativa privada a la chilena, donde el riesgo es asumido por los empresarios y la obra es pagada por los usuarios". En definitiva, los proyectos serían propuestos por las compañías y pagados con recursos privados. Las ingenierías obtendrían un retorno de la inversión gracias a las concesiones del Estado para su explotación. Es el fin de la planificación central de las infraestructuras, y el giro hacia un modelo más basado en la oferta y la demanda, como el de cualquier otro mercado, pero con la Administración como licitador.

3. Liberalizarás el comercio

Frente a las políticas proteccionistas que propugna una parte importante de la nueva derecha en diferentes latitudes, con el expresidente norteamericano Donald Trump a la cabeza, Milei regresa a las esencias del neoliberalismo a través de una apuesta decidida por la integración de los mercados. En cambio, el candidato a la presidencia de Argentina coincide con la alt-right en saltarse el papel de las instituciones internacionales —la nación sudamericana pertenece a la Organización Mundial del Comercio (OMC) y a varios organismos regionales— para emprender una apertura unilateral de su política en este ámbito. Esto contrasta con la mano dura en cuestiones migratorias, que contempla la prohibición de entrar en el país para cualquier extranjero con antecedentes penales.

Entre las propuestas recogidas en su programa electoral, también se encuentran el "eliminar retenciones a las importaciones y derechos de importación". Según un estudio de la Bolsa de Comercio de Córdoba, el "proteccionismo ineficiente" hace que los argentinos paguen casi el doble por los productos de consumo, como la ropa, que los brasileños o los mexicanos, dos economías de la región con un tamaño no tan distante. "A pesar del costo fiscal que asume el Gobierno para promover la industria nacional, el sistema de sustitución de importaciones local es insuficiente y, en muchos casos, incrementa el precio asumido por los consumidores", añade la investigación.

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La política de apertura comercial estaría acompañada, en esta primera fase, por un proceder similar en el caso de las divisas. Milei propone "liberar inmediatamente todos los cepos cambiarios", que limitan su compraventa. El objetivo final es permitir la competencia entre monedas, para que los ciudadanos "puedan elegir el sistema monetario libremente". A efectos prácticos, esto supone la dolarización de la economía del país —la divisa más fuerte y valiosa—, como ha ocurrido en otras naciones de su entorno (Ecuador, El Salvador, Panamá...).

4. Flexibilizarás el mercado laboral

La flexibilización del mercado laboral es otro de los caballos de batalla del líder populista. Entre las propuestas del programa electoral, destacan la promoción de la libertad de afiliación sindical y la limitación temporal de los mandatos de los representantes de los trabajadores. Milei trata, así, de meterle mano a la poderosísima CGT, que agrupa a 50 sindicatos de diferentes sectores y ha apoyado abiertamente en esta campaña al candidato oficialista, Sergio Massa, actual ministro de Economía.

Pero la medida de mayor calado en este ámbito es una reforma laboral para eliminar las llamadas indemnizaciones sin causa, que en España equivaldrían a las que se dan por los despidos improcedentes o nulos. En su lugar, el candidato de La Libertad Avanza propone un sistema de seguro de desempleo para evitar la litigiosidad. Se trata de una suerte de mochila austriaca, como la que el Partido Popular esboza para nuestro país, y en la que los trabajadores van acumulando un capital que les permite afrontar causas sobrevenidas.

5. Bajarás los impuestos

El quinto y último pilar de la primera oleada de reformas que esboza Milei es la rebaja fiscal propia cualquier proyecto de derechas. El economista defiende reducir las contribuciones sociales de empresarios y empleados, pero no concreta más medidas en su programa electoral, más allá de eliminar aquellos tributos que dificulten la actividad privada.

Milei abre la puerta a privatizar playas o incluso reservas ecológicas, como sucede en Chile

Sí llama poderosamente la atención un punto de su reforma tributaria para aumentar los ingresos del Estado a pesar la rebaja fiscal: establecer un régimen de regalías y concesiones por los recursos naturales. En otras palabras: el ganador de las elecciones de este domingo está abriendo la puerta a privatizar playas o incluso reservas ecológicas, como sucede en Chile, y verter los ingresos de esas concesiones en la reducción del agujero de las finanzas públicas.

6. Recortarás las pensiones

En la segunda fase de su plan de reformas, Milei se mete en algunos de los asuntos más polémicos. Entre ellos está la reforma del sistema de pensiones, que ya no afectará a la generación que está retirada ahora —potenciales votantes muy sensibles a la medida—, pero sí a la siguiente. El candidato de La Libertad Avanza plantea una medida en dos tiempos: al principio, se trataría de emprender una "reforma provisional para recortar el gasto del Estado en jubilaciones" y, ulteriormente, privatizar el sistema. Una vez más, se trata un movimiento inspirado en Chile, que cuenta con un modelo de capitalización privado como el que defiende Milei. La propuesta está acompañada de un programa de retiro voluntario de empleados públicos para "achicar" la Administración.

7. Cerrarás ministerios

Otro clásico de todo líder de la derecha que se precie, especialmente los más populistas, es la reducción de los gastos políticos. El candidato del PP a las elecciones españolas del 23 de julio, Alberto Núñez Feijóo, ya propuso racionalizar la Administración —Vox lo hizo con mucho más ahínco—, pero Milei lleva esa idea al extremo. Para él, no se trata tanto de una medida tecnocrática o un guiño electoralista como de una cuestión ideológica, propia del minarquismo al que aspira para su país.

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En el horizonte, el economista contempla un Estado raquítico, con solo siete ministerios, la mayoría ligados a las funciones básicas de seguridad y defensa nacional: Economía, Interior, Seguridad, Defensa y Justicia, Relaciones Exteriores, Infraestructura y Capital Humano. Este último incluiría los actuales departamentos de Salud, Desarrollo Social, Trabajo y Educación.

8. Eliminarás los planes sociales

La fusión de todos los ministerios sociales en uno con nombre productivista es solo una pista sobre el desmantelamiento de la deficiente política asistencial argentina que propone el líder ultraliberal. Lejos de reformar el sistema clientelar heredado del peronismo —caracterizado por el intercambio de bienes y servicios de primera necesidad por favores políticos, como han documentado diversos trabajos académicos— para consolidar un estado del bienestar moderno y viable, Milei apuesta por hacer tabula rasa.

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La propuesta resulta muy explícita: "En esta etapa se empezarán a recortar progresivamente los planes sociales a medida que se generen otros ingresos como consecuencia de la creación de puestos de trabajo en el sector privado". Pero la siguiente fase es la que da el salto definitivo en la reforma del sistema argentino hacia los postulados defendidos por los Chicago boys hace más de medio siglo.

9. Privatizarás todo lo que puedas

La depauperación de los servicios públicos que vivirá la segunda generación constituye la antesala de la privatización total que experimentará la tercera. La última oleada de reformas se podría resumir en una frase: privatizarás todo lo que puedas. La venta de las empresas públicas deficitarias que el líder de La Libertad Avanza propone empezar desde el día siguiente a su eventual toma de posesión como presidente de Argentina se extendería, finalmente, a la sanidad y la educación.

El programa de Milei se parece más al manual de un halcón neoliberal que a un plan descerebrado para causar una catarsis anarcocapitalista

Según el plan de Milei, el Estado se retirará de la prestación de estos servicios públicos a través de una "reforma profunda" de los mismos que abra su gestión a la libre competencia de las empresas privadas. Esta idea, sin embargo, no se traduce en un plan coherente de privatizaciones en el programa electoral, que apuesta por medidas mucho más pragmáticas a corto plazo, pero que van abriendo la puerta al futuro que ansía Milei. Entre ellas se encuentran, por ejemplo, el cheque escolar para que sea la demanda, es decir, los padres, quienes decidan a dónde se dedican los recursos educativos. La idea, concluye el documento, persigue que el manido "achicamiento del Estado" no implique un deterioro de la calidad de estos servicios.

10. Quemarás el banco central

Hasta este punto, el programa de Milei se parece más al manual de un halcón neoliberal —con algunas excentricidades populistas— que a un plan descerebrado para causar una catarsis anarcocapitalista. Poco, muy poco, de lo que no se haya aplicado en el paraíso chileno. Sin embargo, la culminación de la estrategia del polémico economista consiste en prenderle fuego al sistema a través de una medida que sí supondría un cambio de radical de paradigma. El ganador de las elecciones del domingo lo resumió en esta entrevista con su habitual verborrea: "Quiero dinamitar el banco central. No es una metáfora".

Más allá de la boutade, lo cierto es que el contrato de Milei con los electores propone, en esta tercera etapa, eliminar el regulador argentino. Es el punto 11 de su reforma económica, señalado manualmente con una flecha en el documento remitido a la Junta Electoral, por si quedaba alguna duda. Esto supone dar un paso más al que ya emprendieron Ecuador o El Salvador en su día con la adopción del dólar como moneda de curso legal. Estos países redujeron las funciones de sus respectivos bancos centrales a la supervisión, la administración de sistemas de pagos o la actuación como depositarios de los fondos públicos, entre otras. Mientras ellos mantienen su soberanía monetaria, aunque sea aparente por referenciarse a Estados Unidos, Milei propone directamente suprimir la institución, algo que solo ha hecho Panamá.

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En ese futuro, que ahora se ve muy lejano, Argentina dejaría de tener capacidad alguna para regular su política monetaria, que quedaría a expensas de las decisiones de la Reserva Federal norteamericana. Puede alegarse que los países de la eurozona también la han perdido, especialmente los que tienen muy poco poder de influencia sobre las decisiones del Banco Central Europeo. Pero lo cierto es que todos ellos sientan a un representante en el Consejo de Gobierno de la institución presidida por Christine Lagarde, una prerrogativa de la que la nación del cono sur nunca podrá gozar en la Fed.

Los defensores de la medida también alegan que Panamá funciona bien, pero la suya es una economía fuertemente financiarizada, con 10 veces menos de habitantes que Argentina, y ha constituido, históricamente, una suerte de protectorado estadounidense. Por no hablar de su condición de paraíso fiscal que le otorga la Comisión Europea en su lista anual de territorios no cooperadores en esta materia. A efectos prácticos, el salto al vacío supondría la dependencia absoluta de la tercera economía sudamericana de todo lo que se decida en Washington. Un ejemplo: si la Fed decidiese subir los tipos de interés, la llegada de capital extranjero se reduciría sensiblemente; si los baja, se produciría una importante entrada de divisas en el país.

Milei, que tocó en una banda tributo a los Rolling Stones llamada Everest, sabe que para llegar a lo alto de la montaña todavía hacen falta 35 años. Pero, si durante el camino hay que sacar la cerilla para quemar parte de lo que va quedando a sus pies, no dudará en hacerlo. Es la única manera de convertir a Argentina en lo más parecido a un paraíso libertario, aunque muchos lo consideren una autopista hacia el infierno.