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Irán agrava sus amenazas de entrar en el conflicto mientras se eleva la tensión en la región
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Hezbolá pide un día de "ira sin precedentes"

Irán agrava sus amenazas de entrar en el conflicto mientras se eleva la tensión en la región

Los dirigentes de Teherán formulan advertencias públicas, y a través de la ONU, de que la ofensiva terrestre israelí contra la Franja movilizará contra Israel a las milicias que le son afines

Foto: Un grupo de iraníes quema una bandera israelí durante una manifestación para mostrar solidaridad con el pueblo palestino. (EFE/Abedin Taherkenareh)
Un grupo de iraníes quema una bandera israelí durante una manifestación para mostrar solidaridad con el pueblo palestino. (EFE/Abedin Taherkenareh)
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Hace un año, las autoridades de Irán lidiaban con dificultad con las protestas tras la muerte en comisaría de la joven Mahsa Amini, detenida por llevar incorrectamente puesto el pañuelo. Ahora, pueden saborear un primer éxito conseguido gracias a sus aliados palestinos: abortar el establecimiento de relaciones diplomáticas entre Israel y Arabia Saudí y poner en apuros a todos los demás gobiernos árabes que dieron ese paso.

Después de ese logro, Teherán tiene que tomar otra decisión. Convertir en un conflicto regional el enfrentamiento palestino-israelí circunscrito a la Franja de Gaza e Israel, o dejar que siga teniendo un carácter bilateral y la guerra no se propague por buena parte de Oriente Próximo. Todo esto, mientras líderes occidentales hacen peregrinación a Israel llamando a la contención, y la diplomacia de EEUU, con el secretario de Estado de EEUU Antony Blinken a la cabeza en una gira por la región, intenta sacar músculo disuasorio frente a Teherán. Precisamente, el presidente estadounidense, Joe Biden, visita este miércoles Jerusalén.

Foto: El portaaviones USS Gerald Ford. (Reuters)

Primero fueron las felicitaciones a Hamás y a la Yihad Islámica en Gaza y ahora llegan las advertencias o las amenazas de Irán a los enemigos de sus aliados palestinos. "Besamos la frente y las manos de los inteligentes y habilidosos diseñadores de esta operación", declaró el líder supremo iraní, Ali Jamenei, un día después del ataque. Este martes, una semana después y tras días de bombardeos sobre la Franja de Gaza, el mismo Jamenei anunció que si Israel no pone fin a sus ataques, "nada podrá detener a los musulmanes de todo el mundo y a las fuerzas de resistencia".

Horas antes, su ministro de Asuntos Exteriores, Hosein Amir Abdolahian, fue más preciso en sus amenazas. "Los grupos de la resistencia tomarían medidas preventivas antes de que el régimen israelí inicie su agresión terrestre contra Gaza", advirtió, en una entrevista con la televisión pública iraní.

Grupos de resistencia es el eufemismo con el que alude a los diversos movimientos armados con vínculos con Teherán, empezando por el más poderoso de ellos, Hezbolá (Partido de Dios), que controla el sur de Líbano. Hay otros más afincados en Siria, como la Brigada de Jerusalén o la Resistencia Siria para la Liberación del Golán. Un contingente de los Guardianes de la Revolución iraní también está desplegado en ese país. Todas estas milicias han sido puestas en estado de alerta.

"Estamos totalmente listos y actuaremos en el momento adecuado", declaró a la prensa Hassan Hobollah, responsable en Hezbolá de las relaciones con los movimientos palestinos. "Si Israel continúa su política de tierra quemada en Gaza, acelerará la apertura del frente libanés", precisó. Esta milicia libanesa ya perdió hasta el martes a cinco hombres abatidos por el Ejército israelí cuando intentaban infiltrarse en el norte del país.

El 12 de octubre, la fuerza aérea israelí bombardeó y dejó inservibles los aeropuertos de Damasco y Alepo, según anunció la agencia de prensa oficial siria SANA. El doble ataque hace sospechar que, según la información que obraba en poder de Israel, esos aeropuertos civiles estaban siendo utilizados por Irán para hacer llegar armas y municiones a Hezbolá.

Foto: Las tensiones aumentan en la frontera entre Israel y el Líbano. (EFE/Wael Hamzeh)

Al margen de las declaraciones públicas, el jefe de la diplomacia iraní envió el sábado pasado un mensaje más discreto a Israel a través del noruego Tor Wennesland, coordinador de Naciones Unidas para Oriente Próximo, según reveló la publicación estadounidense Axios. Ambos se reunieron el sábado en Beirut, según confirmó la secretaría de Wennesland.

El ministro iraní le dijo, en sustancia, que Teherán tenía una línea roja. Si Israel llevaba a cabo una ofensiva terrestre en Gaza, Irán respondería, pero no especificó cómo. Wennesland trasladó inmediatamente el mensaje a Tzachi Hanegbi, consejero de seguridad nacional israelí. Hossein Ami-Andollahian, el ministro, recibió después a la prensa libanesa e insistió: "Cualquier paso que dé la resistencia [Hezbolá] causará un gran terremoto". Tampoco dio detalles.

Más allá de la movilización de estas milicias, Teherán puede tocar otras teclas para poner en aprietos a Occidente y a sus aliados, como reactivar a los insurgentes chiíes hutíes en Yemen, enemigos de Arabia Saudí, o entorpecer la navegación en el estrecho de Ormuz, por donde transita el 25% del petróleo que consumen los países industrializados.

Si EEUU ha mandado dos portaviones, con sus correspondientes grupos de combate, al Mediterráneo oriental no es tanto para manifestar su solidaridad con su aliado israelí como para disuadir a Irán de instigar un conflicto regional a través de los movimientos armados que le son afines y que subvenciona.

Ese es también el principal objetivo de la visita a Jerusalén de Joe Biden, este miércoles. Pedirá al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, contención en su respuesta a Hamás para evitar que la guerra se expanda. El viaje empieza ya con mal pie. La noche del martes y tras violentos disturbios en los alrededores de la embajada israelí en Ammán, Jordania canceló una cumbre prevista que iba a reunir a Biden, el rey Abdulá de Jordania, el presidente egipcio Abdel Fatah Al Sisi y el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abás.

El embajador de Palestina en España, Husni Abdel Wahed, no comparte esta interpretación del viaje de Biden. "EEUU, con su secretario de Estado, su ministro de Defensa, el jefe del Comando Central y ahora con el propio presidente Biden de visita en Israel, es el que de verdad eleva la tensión", asegura. "Suministrar a Israel armas más destructivas, preparar la Unidad Delta y enviar a la zona a sus dos mejores portaaviones equivale a entrar en el conflicto", sostiene. "Por si no bastase, el Reino Unido añade otros dos buques de guerra en el Mediterráneo Occidental e Italia uno".

Foto: Imágenes del conflicto. (Europa Press/Abed Rahim)

Irán es un país en apuros económicos a causa de las sanciones occidentales y de los esfuerzos que lleva a cabo para financiar a sus aliados en Oriente Próximo y en el Golfo. La reactivación del conflicto palestino-israelí ha acentuado la crisis, con una fuerte devaluación del rial frente al dólar que incrementará aún más la inflación. En ese gran exportador de hidrocarburos son cada vez más numerosos los ciudadanos que viven bajo el umbral de la pobreza.

Con el brutal ataque de Hamás contra el sur de Israel, Irán ya ha alcanzado una de sus principales metas: torpedear la negociación en curso entre Tel Aviv y Riad para establecer relaciones. Es más, los bombardeos israelíes sobre Gaza han incitado, desde Rabat a Islamabad, a millones de musulmanes echarse a la calle para expresar su solidaridad con el pueblo palestino. Esas manifestaciones colocan en una situación incómoda a los regímenes árabes que estrecharon relaciones con Israel.

La pregunta que se hacen ahora las cancillerías europeas y los analistas de think tanks dedicados a Oriente Próximo es si el régimen de los ayatolás no ha logrado ya todos sus objetivos. De ser así, no necesitaría activar a sus socios en armas en las fronteras de Israel. De las declaraciones de sus responsables políticos se deduce, sin embargo, que en caso de invasión terrestre de Gaza sí tienen la intención de movilizarlos, ampliando la conflagración a toda la región.

Hace un año, las autoridades de Irán lidiaban con dificultad con las protestas tras la muerte en comisaría de la joven Mahsa Amini, detenida por llevar incorrectamente puesto el pañuelo. Ahora, pueden saborear un primer éxito conseguido gracias a sus aliados palestinos: abortar el establecimiento de relaciones diplomáticas entre Israel y Arabia Saudí y poner en apuros a todos los demás gobiernos árabes que dieron ese paso.

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