Israel sufre sus primeras bajas en el frente norte con la amenaza de Hezbolá en el aire

Israel se enfrenta a un nuevo desafío en la frontera con Líbano. El Ejército informó de la muerte del subcomandante de la 300.ª brigada de la división de Galilea, el teniente coronel Alim Saad, tras un enfrentamiento con hombres armados que se infiltraron en el país desde el suelo libanés. Los atacantes fueron descritos como "terroristas", pero no especificaron si Hezbolá estaba detrás del ataque. Sin embargo, la muerte de Saad ha tenido lugar en una escalada en la frontera norte después de la ofensiva sin precedentes de Hamás sobre territorio israelí. Hezbolá aseguró, por su parte, haber causado "un gran número de bajas" entre las fuerzas israelíes. "Los muyahidines de la Resistencia Islámica atacaron con misiles teledirigidos el punto sionista de Al Jrdah, frente al área de Al Dhaira, lo que derivó en un gran número de bajas confirmadas en las filas de las fuerzas de la ocupación, incluyendo muertos y heridos".

Un día después de que la organización palestina lanzara su ofensiva, Hezbolá disparó misiles y artillería contra los Altos del Golán, territorio controlado por Israel, para mostrar su apoyo a la lucha a la organización yihadista palestina. Tel Aviv respondió con ataques en el sur del Líbano en los que murieron tres combatientes del grupo, quien anunció una respuesta contra dos bases militares cerca de la frontera. Las tensiones aumentaron todavía más este miércoles, con el lanzamiento de un misil antitanque desde Líbano contra un puesto militar israelí en las cercanías de Arab al Aramshe, una comunidad ubicada a pocos cientos de metros de la frontera libanesa.

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Respaldada por Irán y considerada una organización terrorista por países como Estados Unidos, Hezbolá se ha convertido en un actor militar más potente que su aliado palestino y con una gran influencia sobre el Líbano. Desde este fin de semana, es también un actor más de la guerra contra Israel por sus fuertes vínculos con Teherán. "Hezbolá cuenta con cerca de 50.000 combatientes que han sido entrenados por la Guardia Revolucionaria iraní. Tiene además experiencia bélica muy relevante en Siria y más de 100.000 cohetes, también financiados por Irán, lo que le convierte en una fuerza temible y a tener en cuenta", explica Gerard Dotti Luna, experto en relaciones internacionales especializado en Oriente Medio, a El Confidencial. "Si Hezbolá interviene, tendremos la guerra de corte existencial más bestia a la que se ha enfrentado a Israel desde que existe", añade.

Una escalada de tensiones entre la organización libanesa e Israel no es algo descabellado porque Hezbolá tiene en el sino de su fundación la destrucción del estado israelí. “Le hace falta pocos argumentos políticos para buscar la destrucción de todo el país vecino", puntualiza Dotti Luna. La situación también es un motivo de preocupación para la Unión Europea, según han trasladado fuentes diplomáticas. "Los ministros de Exteriores de la UE han estado de acuerdo en la importancia de estrechar la coordinación con los socios árabes para estabilizar la situación al entender que, a corto plazo, esto permitirá ser más eficaces en el objetivo de evitar una escalada regional. Y, en especial, en el caso del Líbano donde el aumento de las hostilidades en la frontera por parte de Hezbolá, urgen a adoptar una postura firme en defensa de la estabilidad del Líbano, que puede estar en riesgo", sostienen.

Un contrincante militar para Israel

Mientras crecen los rumores y los temores a que otro actor se una a la guerra, Hezbolá mantiene una postura distante. La organización ha asegurado al Gobierno libanés que no se involucrará en otra guerra con Israel, siempre y cuando este no "acose" al país, afirmó el ministro libanés de Asuntos Exteriores, Abdallah Bou Habib, a un periódico local. El grupo tiene motivos para ser cauteloso. En Siria, perdió casi 2.000 combatientes, una cifra elevada para el número total de efectivos.

Sin embargo, esta postura de moderación choca con los ataques de este lunes contra posiciones israelíes. Por su parte, analistas consultados por The Wall Street Journal apuntan a que Hezbolá podría estar calculando el momento indicado para escalar las tensiones. Por ejemplo, si Israel lanza una ofensiva terrestre en Gaza. Tras la letal incursión de Hamás del pasado 7 de octubre, el Ejército de Israel no ha parado de bombardear la Franja. Además, anunció el “asedio completo” de la zona, que alberga a 2,3 millones de personas, cortando el suministro de electricidad, agua, alimentos y combustible.

Más allá de los bombardeos masivos, la respuesta israelí es todavía un misterio. Sin embargo, las fuerzas han enviado cientos de tanques, vehículos acorazados y sistemas de artillería a las afueras de la Franja. Asimismo, cerca de 300.000 reservistas israelíes se han incorporado al servicio. Todos los analistas coinciden en que la que invasión terrestre de Gaza parece inevitable. "¿Por qué Irán usaría esta tarjeta ahora si todavía puede usarla en el futuro? En este momento, el dominio de la escalada parece estar directamente en manos de Jamenei", apunta el politólogo saudí Mohammed Alyahya.

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La incursión no parece inminente por su complejidad militar pero, mientras tanto, Hezbolá ha obligado a Israel a desplegar una parte de su poder militar en la frontera libanesa. El objetivo parece evitar que un nuevo ataque les pille de sorpresa después de la ofensiva histórica de Hamás. “No voy a abordar la cuestión de quién es el responsable y por qué nos han pillado por sorpresa. Este no es el momento ni el lugar. Estaremos unidos contra nuestros enemigos. El Estado de Israel está en guerra. La guerra no será corta y no será fácil”, dijo el ex primer ministro israelí Yair Lapid.

Israel tiene motivos para preocuparse. Hezbolá ha demostrado ser un enemigo considerable desde que se creó en los años ochenta y, sobre todo, cuando consiguió expulsar a las fuerzas israelíes del Líbano en 2000. “En 2006, el mundo vio otra muestra de lo que Hezbolá podía hacer, cuando libró una guerra de 34 días con Israel. Aunque no tenía la intención de iniciar una guerra total cuando lanzó con éxito una incursión transfronteriza ese año que mató a ocho soldados israelíes y capturó a dos más, luchó ferozmente”, explica Daniel Byman, investigador principal del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, a Foreign Policy. El grupo israelí perdió a mucha más gente en esa guerra, pero la describió como una victoria militar a pesar de todo.

Otro conflicto abierto entre ellos podría ser incluso peor. Gracias a la ayuda iraní, Hezbolá ha ampliado su arsenal y cuenta con más cohetes y misiles de los que poseía en 2006. “También ha adquirido una gama de misiles de crucero antibuque y misiles tierra-aire, los cuales complicarían cualquier operación israelí. Irán incluso ayudó a desarrollar las capacidades cibernéticas de la organización, continúa Byman.

El único padrino de Hezbolá

El papel de Irán cobró relevancia más allá de su apoyo militar a Hezbolá después de que The Wall Street Journal informara que Teherán ayudó a Hamás a planificar el ataque. A pesar de que el Gobierno iraní negó las acusaciones, no dudó en mostrar su apoyo a la ofensiva sin precedentes. "Esta operación victoriosa ciertamente acelerará el colapso del régimen sionista y promete su inminente aniquilación", dijo Ali Akbar Velayati, uno de los principales asesores del líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei. Los analistas apuntaron que podría implicarse todavía más en la guerra si ordenara a su protegido Hezbolá a abrir un segundo frente en el norte.

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El escenario en el que Irán presionara a su aliado a intervenir no parece improbable. "Al fin y al cabo, es el único padrino que tiene", sostiene Dotti Luna. La pregunta es si a Irán le interesa. El historiador y experto recuerda que las últimas experiencias en la región se han caracterizado por una desescalada de Irán si Estados Unidos se muestra lo suficientemente contundente. “Irán prefiere expandir su influencia hasta llegar a esa línea roja de Estados Unidos cuando está a punto de cruzarla, enseguida retrocede y desescala”, añade a este periódico.

Sin embargo, si Hezbolá empezara a formar parte activa de la guerra, hay una posibilidad de que Israel atacara no solo al Líbano, también a Irán. Esta situación podría arrastrar a Estados Unidos a un conflicto mucho más amplio, un escenario que no interesa a Teherán. "Irán siempre está dispuesto a luchar hasta el último libanés y el último palestino. A ellos no les importa mucho Gaza. El Líbano les importa hasta cierto punto. Pero ciertamente no tienen nada que ganar con una guerra regional amplia, especialmente si los estadounidenses se involucran”, dijo Eyal Zisser, profesor de la Universidad de Tel Aviv, a The Wall Street Journal.

Hasta ahora, el papel de Estados Unidos en la guerra ha sido el envío de portaviones USS Gerald Ford al Mediterráneo oriental. La medida tiene como objetivo "reforzar los esfuerzos de disuasión regional", apuntó el secretario de Defensa, Lloyd Austin. No obstante, Washington no ha dejado de tener en la mira la posible implicación de Hezbolá y funcionarios estadounidenses afirmaron que el Departamento de Estado había contactado con el Gobierno libanés para que persuada a la organización chií de ampliar sus operaciones en territorio israelí. Asimismo, advirtieron que EEUU apoyaría el derecho de Israel a defenderse en el caso de que el grupo les atacara.

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Hay motivos para mantener (todavía) la calma. Los expertos alertan de las consecuencias que tendría para el Líbano la entrada de Hezbolá en la guerra. Con una crisis económica, unos índices de desempleo récord y una corrupción endémica, un nuevo conflicto podría provocar la caída libre de una política libanesa ya inestable.

La contundente respuesta de Israel en Gaza se ha interpretado también como una manera de disuadir una actuación militar de la organización chií libanesa. "Estamos viendo lo que está haciendo Israel, y también el movimiento de Estados Unidos. Todo está enfocado para disuadirle", apunta Gerard Dotti Luna. Es posible que la incursión en territorio israelí sea un plan que se lleve meses cocinando y que Hezbolá esté esperando a ver cómo se desarrolla la situación en Gaza para actuar. Si eso sucediera, Líbano estaría directamente involucrado en el conflicto, con todo lo que eso conlleva. "Israel lucharía por su existencia, Palestina lucharía por su existencia y Estados Unidos se vería obligado a intervenir para garantizar la supervivencia de Israel. Está claro que Hezbolá tiene la capacidad, en este momento, de poner a Israel entre la espada y la pared", concluye el experto.