La senda del grano: un trayecto de Kiev a Varsovia (con muchos imprevistos)

¡Hola desde Roma! Acabo de regresar de nuestra reunión presencial en Varsovia. Mis colegas de toda Europa y yo nos hemos quedado dos días en Gazeta Wyborcza para debatir cómo mejorar este boletín. Por supuesto, estás invitado a participar con tus comentarios: envíanos un mensaje a info@europeanfocus.eu.

El tema de la edición de esta semana surgió durante la cena, junto con unos pepinos en vinagre. La noche anterior a nuestra reunión, estaba comiendo "pierogi" con Teresa, de Tagesspiegel, cuando se nos unió nuestra colega francesa Nelly. Llevaba una mochila con sus cuadernos ("cahiers") y... un bote de pepinillos. Había estado en la región de Podlasie para informar sobre el papel de los agricultores polacos en las próximas elecciones. Los agricultores le contaron lo enfadados que estaban por el grano barato de Ucrania en el mercado polaco.

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Alicia Alamillos. Dnipro (Ucrania)

El viernes finaliza la prohibición de importar grano de Ucrania impuesta por la UE, si no se renueva. Por eso acordamos "seguir el grano" de Kiev a Varsovia para este asunto...

• Francesca De Benedetti - redactora jefe de esta semana

​​En esta edición, podrás leer estos temas: Polonia, desafiante con los cereales antes de la votación, Los granjeros franceses, asados por las importaciones ucranianas de pollo, Hungría apuesta por prohibir los cereales, Nueve oleadas de problemas para el gigante agrícola ucraniano, 60% de la producción ucraniana.

La versión original en inglés, cada miércoles:

La versión en español, los jueves:

Polonia, desafiante con los cereales

"No permitiremos la entrada de grano ucraniano en Polonia después del 15 de septiembre, aunque la UE se oponga a ello. Los intereses del agricultor polaco son de la máxima importancia para nosotros", declaró Robert Telus, Ministro polaco de Agricultura.

La prohibición de la UE a las importaciones de grano polaco expirará a mediados de septiembre y el gobierno polaco debería levantar todas las barreras a partir de ese momento. Pero el Gobierno de Ley y Justicia (PiS) no tiene previsto hacerlo.

Una de las razones de esta negativa es que el mercado polaco se vio inundado de grano ucraniano el pasado mes de mayo. Los agricultores polacos no pudieron vender su grano, que yacía en los almacenes.

En aquel momento, el grano ucraniano solo debía transitar por Polonia, pero lo más probable es que algunas empresas polacas decidieran introducirlo en el mercado local. Las inspecciones demostraron que el grano era de baja calidad y la fiscalía polaca investiga ahora lo sucedido.

Pero todo el caso tiene un fuerte trasfondo político debido a las próximas elecciones parlamentarias de octubre. La cuestión de las importaciones de grano ha causado descontento entre los agricultores, sin cuyo apoyo el partido gobernante Ley y Justicia no ganará la crucial votación.

PiS también tiene que competir con el partido de extrema derecha Confederación, que ocupa el tercer lugar en las encuestas y adopta una postura antiucraniana. Por eso, los políticos de Ley y Justicia están decididos a bloquear la importación de grano ucraniano.

El gobierno está dispuesto a mantener esta prohibición, aunque resulte contraria a la legislación de la UE. Es probable que entonces la Comisión Europea imponga sanciones económicas a Polonia. El coste de este desafío recaerá probablemente en los ciudadanos.

Al fin y al cabo, por motivos de disputas políticas con Bruselas, Polonia aún no ha recibido fondos del Fondo de Recuperación.

• Michał Kokot trabaja - periodista en Gazeta Wyborcza

Los granjeros franceses, asqueados por las importaciones de pollo ucraniano

En Francia, el almuerzo dominical a base de pollo asado es una tradición consagrada. Este plato, el preferido de los franceses, está al alcance de casi todo el mundo. Se pueden encontrar pollos ecológicos de corral por 20 euros, así como aves de corral por menos de diez euros, a menudo vendidas en carnicerías halal, donde los estudiantes sin dinero solo pueden permitirse una bolsa de patatas. También es un símbolo de la agricultura francesa, que sigue criando junto a los pollos en batería.

Pero desde 2022, el mercado francés del pollo está en crisis. El levantamiento de las restricciones a la entrada de aves de corral ucranianas en el mercado de la Unión Europea ha hecho que el sector se enfrente a una competencia inesperada. En el primer semestre de 2022, las importaciones de pollo ucraniano en Francia aumentaron bruscamente un 120%, y desde entonces han crecido a un ritmo más moderado. Con el bloqueo ruso del Mar Negro, Ucrania ya no puede "exportar a Oriente Medio [por barco], que era uno de sus principales clientes", explica Yann Nédélec, director de la asociación de productores avícolas. "Ha cambiado a Europa, por camión". Los avicultores franceses consideran una competencia desleal la llegada masiva de pollos hasta cuatro veces más baratos que los suyos.

Ucrania no tiene que cumplir las mismas normas de calidad que los países de la Unión Europea, y dispone de enormes granjas con más de un millón de cabezas de aves de corral, mientras que las mayores granjas francesas solo suman unas decenas de miles. Además, las exportaciones masivas a la UE benefician principalmente a un hombre, el oligarca Yuriy Kosiuk, que controla el 80% del mercado avícola ucraniano a través de su empresa MHP. Esta megaempresa tiene su sede en Chipre y cotiza en la Bolsa de Londres.

En junio, el sector pidió al Ministro de Agricultura que "activara la cláusula europea de salvaguardia para frenar la asfixia del sector" y suspendiera las importaciones. Inesperadamente, esta petición encontró poca respuesta en la clase política, incluso en la extrema derecha.

• Nelly Didelot - periodista en Libération

​Hungría apuesta por la prohibición de los cereales

Hungría, el niño travieso de la Unión Europea, está dispuesta a incumplir más normas del bloque. El Ministro de Agricultura, István Nagy, ha prometido luchar contra la importación de grano ucraniano barato a su país, aunque con ello se arriesgue a otro procedimiento de infracción con la UE.

En una entrevista radiofónica, afirmó que si la UE no amplía la prohibición de importar grano de su vecino oriental, devastado por la guerra, Hungría continuará con esta prohibición unilateralmente en cuatro de los 24 productos enumerados. Nagy admitió que esto provocaría "obviamente" un enfrentamiento con Bruselas. En ese caso, Budapest no cedería, sino que iría más allá e introduciría la prohibición en todos los productos afectados.

Las amenazas del gobierno húngaro suelen sonar vacías, pero puede que esta vez sea diferente. Budapest ya ha empezado a negociar con Polonia, Eslovaquia, Bulgaria y Rumanía la cuestión de las importaciones baratas ucranianas, lo que está convirtiendo a Europa Central en una fuerza a tener en cuenta.

• Viktoria Serdült - periodista en hvg.hu

​Nueve oleadas de problemas

De todas las empresas agrícolas ucranianas, Nibulon es probablemente la que más revela el impacto de la guerra actual. Simplemente por su escala y alcance de actividades: procesaba millones de toneladas de cosechas, compraba a pequeños agricultores, construía graneros y desarrollaba una flota comercial y de pasajeros en el río Dnipro y el Mar Negro.

Antes de finales de los años 90, las ciudades de Kiev, Dnipro, Zaporiya, Mikolaiv y Odesa estaban conectadas por rutas marítimas, y viajar era rápido y barato. Nibulón estaba en vías de revitalizar este corredor de abastecimiento.

La guerra a gran escala golpeó a Nibulón desde muchos flancos. Muchos de sus campos fueron ocupados por Rusia, otros fueron minados o fuertemente bombardeados por los invasores. La empresa perdió el 40% de su plantilla: algunos abandonaron el país, otros se alistaron en el ejército. Cuando Rusia trató de expulsar a Ucrania del mercado mundial de cereales, atacó los graneros.

Ahora la flota fluvial vuelve a ser un sueño: unos 50 barcos de pasajeros no pueden circular y el uso del curso bajo del río Dnipro no es una opción. Además, el pasado julio Rusia asaltó la casa del propietario y director general de la empresa, Oleksiy Vadatursky. Se negó a abandonar Mikolaiv, su ciudad natal. Un misil acabó con su vida y la de su esposa.

El hijo de Vadatursky, Andriy, se hizo cargo del negocio. Cuando la situación se estabilizó, quedó claro que el mayor reto de la empresa era mantener sus rutas de exportación. Llevar el grano a los puertos de la UE por tren resultó lento y complicado, e inquietó a varios países.

La hostilidad de Polonia y Eslovaquia hacia el tránsito de grano dejó otra opción: llevar el grano al puerto marítimo rumano de Constanza a través del río Danubio, y luego enviarlo a otro lugar. Resulta eficaz, siempre que Rumanía se mantenga al lado. Por eso, los rusos atacan ahora los graneros de Nibulon y otras empresas en el tramo ucraniano del Danubio. Por ahora, sin éxito.

• Anton Semyzhenko - periodista en babel.ua

​Número de la semana: 60%

Rumanía ha acudido en ayuda de Ucrania después de que Rusia rompiera un acuerdo de transporte marítimo de guerra que permitía el paso seguro de grano a través del Mar Negro. A partir de ahora, el 60% de las exportaciones ucranianas de grano accederán a los mercados mundiales a través de Rumanía.

En agosto, Kiev y Bucarest alcanzaron un acuerdo para aumentar las exportaciones de grano del país devastado por la guerra y mejorar las infraestructuras de tránsito fluvial, ferroviario, por carretera y marítimo, incluidos los pasos fronterizos.

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A. Alamillos. Kiev

Al mismo tiempo, el vecino de Ucrania actúa como país de tránsito, ya que ha estado protegiendo los mercados rumanos de las importaciones de grano ucraniano, junto con Eslovaquia, Hungría, Bulgaria y Polonia. El año pasado, antes de esta prohibición, Rumanía compró el 13% de las exportaciones ucranianas de grano, por valor de 1.200 millones de dólares.

• Boróka Parászka - periodista en hvg.hu

​Gracias por leer la 43ª edición de European Focus

Espero que haya descubierto algunas cosas de este "viaje escrito", como yo. Recuerdo cuando los ciudadanos franceses votaron en contra del proyecto de Constitución Europea: durante aquel referéndum, en 2005, los políticos de derechas esgrimían el coco de los "plombier polonais" (fontaneros polacos) y la amenaza del trabajo barato del Este. Ahora, la propia Polonia está construyendo el coco del grano barato procedente de aún más al Este.