Las llamas de la ira: teorías conspiratorias en Grecia provocan 'cacerías' de migrantes

Grecia está sufriendo uno de los peores veranos de su historia por los incendios forestales. Más de 600 bomberos, incluidos algunos refuerzos procedentes de varios países europeos, continúan luchando contra las llamas que ya han arrasado miles de hectáreas. Uno de los más devastadores se desató la semana pasada en el bosque de Dadiás, en la región norteña de Evros, cobrándose la vida de 21 personas, 18 de ellas inmigrantes, incluidos dos niños, que habían cruzado la cercana frontera desde Turquía.

Pero, mientras que Atenas expresaba su más profundo pesar por las muertes, algunos civiles de la zona se agrupaban formando patrullas de vigilantes e insistiendo en acusar a aquellos que cruzaban la frontera de provocar esos incendios. Una retórica xenófoba y discursos racistas se extendieron por las redes sociales. Las conspiraciones que culpaban a los inmigrantes de provocar fuego en los bosques corrieron como la pólvora después de que un hombre subiera en directo a Facebook un vídeo en el que él y dos cómplices detuvieron y encerraron ilegalmente en un remolque a 13 inmigrantes sirios y paquistaníes afirmando que los había sorprendido intentando provocar un incendio. El sheriff de Evros, como ha sido denominado por la prensa local, fue detenido por las autoridades griegas, pero el vídeo se hizo viral.

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"No se tolerarán los actos de justicia propia ni la incitación a cometer delitos", declaró el portavoz del Gobierno Pavlos Marinakis en un comunicado. El hombre, que vive en la zona tras emigrar de Albania, afirmó que intervino después de ver a los inmigrantes intentando encender una fogata entre unos arbustos cerca de un supermercado. Los crecientes temores en la zona también han dado lugar a desinformación en los medios de comunicación. Un portal de noticias de Evros dijo el martes que 20 inmigrantes habían sido arrestados en las afueras de Alejandrópolis después de intercambiar disparos con la policía. Las autoridades lo negaron más tarde. De manera similar, el canal de televisión nacional Open emitió una corrección el miércoles después de informar erróneamente que dos inmigrantes habían sido sorprendidos encendiendo un incendio en la vecina región de Ródope.

Un grupo formado por más de 50 ONG y diversos organismos griegos condenaron los incidentes protagonizados por esos grupos de civiles contra refugiados e inmigrantes en un comunicado difundido por ACNUR en Grecia. Asimismo, la fiscal del Tribunal Supremo griego, Georgia Adeilini, pidió al fiscal de Alejandrópolis que investigara los incendios en la región de Evros y los mensajes racistas hacia los inmigrantes. Al igual que sucede con España o Italia, Grecia es una de las puertas para llegar a Europa elegida por inmigrantes procedentes de Oriente Medio, Asia y África. El bosque de Dadiás es una de las rutas más frecuentadas por los inmigrantes que se dirigen a Europa desde Turquía.

“Somos humanitarios, pero no ingenuos”

La inmigración, uno de los puntos clave de la campaña electoral de Kiriakos Mitsotakis, es un tema controvertido en Grecia después de la crisis de refugiados sirios que tuvo lugar a mediados de la década pasada. El actual primer ministro no solo se comprometió a proteger las fronteras y reducir las solicitudes de asilo, sino que las políticas migratorias de su Gobierno han sido más duras que las de Alexis Tsipras de 2015 a 2019. “Somos humanitarios, pero no ingenuos”, declaró Dimitris Kairidis, nuevo ministro griego para la inmigración pocas horas después de la victoria de Nueva Democracia en las elecciones del pasado 25 de junio.

Devoluciones en caliente y el polémico muro de Evros

En los últimos cuatro años, el Ejecutivo del partido conservador ha ido endureciendo su política de inmigración, incrementando las patrullas marítimas en el Egeo y ampliando una valla fronteriza en la zona de Evros. El pasado mes de mayo, la Comisión Europea solicitó que se llevara a cabo una investigación después de que el New York Times publicara un vídeo en el que se mostraba cómo presuntamente 12 inmigrantes eran obligados a subir a una barca hinchable para ser posteriormente abandonados en el mar. Entre ellos había hombres, mujeres, niños y un bebé.

Varias organizaciones internacionales como Amnistía Internacional o Médicos sin Fronteras han denunciado en los últimos años devoluciones en caliente por parte de las autoridades griegas y violaciones de los derechos humanos. Atenas siempre lo ha negado insistiendo en que su política es “estricta pero justa”. A principios de marzo de 2020 tuvo lugar una afluencia importante de inmigrantes en la frontera greco-turca del río Evros después de que el presidente turco Tayyip Erdogan anunciase que Turquía abriría unilateralmente sus fronteras. Grecia bloqueó el flujo de personas que se dirigió hacia la UE a través de su frontera terrestre, donde se terminaron produciendo diversos enfrentamientos entre inmigrantes y el Ejército griego.

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Tras estos incidentes, Grecia prometió ampliar el polémico muro fronterizo en la zona del río Evros así como el Centro de Recepción e Identificación de Fylakion. Según Atenas, este muro de acero, de alrededor de cinco metros de altura coronada por alambre y que cubrirá la mayor parte de la frontera, impidió la entrada ilegal en el país de más de 250.000 migrantes en 2022. Vigilado por cámaras, radares, cañones de sonido y drones, la valla cuenta en la actualidad con casi 40 km de longitud. Grecia pretende que cubra hasta 100 kilómetros para 2026.

El resurgir de la extrema derecha

Si bien es cierto que gran parte de la población griega se solidariza con los inmigrantes y se ha manifestado con pesar tras el naufragio del barco frente a las costas de Pylos, una de las mayores tragedias sucedidas frente a las costas griegas y donde se calcula que más de 500 personas perdieron la vida, muchos de los habitantes de la zona de Evros y otra buena parte de la población griega se han mostrado de acuerdo con unas políticas duras y la ampliación del muro.

En las últimas elecciones, los partidos de extrema derecha con fuertes políticas antiinmigratorias se hicieron con casi el 13% de los votos. Espartanos, la formación respaldada por Ilias Kasidiaris, líder de Amanecer Dorado que instó a sus seguidores a unirse en torno a la formación política conocida como Spartiátes (Espartanos), se hizo con 12 representantes. Junto con el partido ultraortodoxo Niki ('victoria' en griego) y Solución Griega, la extrema derecha, se ha hecho con 34 escaños de los 300 que componen el parlamento heleno.

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Tan solo tres años después de que Amanecer Dorado fue declarada organización criminal y sus líderes fueron condenados a duras penas de cárcel por asesinato, Grecia ha vuelto a presenciar el resurgimiento de ideologías extremas que defienden el racismo.

Un crecimiento que podría también verse influenciado por la situación de inflación que vive el país. A pesar de que la política neoliberal del último mandato de Kiriakos Mitsotakis ha conseguido reducir la deuda soberana helena, aumentar las inversiones extranjeras en el país y colocar a Grecia como uno de los países de la UE con mayor tasa de crecimiento, muchos de sus ciudadanos aún tienen problemas para llegar a fin de mes. Después de más de una década de austeridad y políticas de recortes, Grecia es uno de los tres países de la UE con mayor índice de población en riesgo de pobreza o exclusión social.