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Nuestro nuevo villano favorito: ¿está Wagner detrás del golpe de Estado en Níger?
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"Golpe prorruso"

Nuestro nuevo villano favorito: ¿está Wagner detrás del golpe de Estado en Níger?

La influencia de los mercenarios es más que conocida por medio mundo. Pero ¿han tenido algo que ver esta vez?

Foto: Manifestantes a favor del golpe de Estado en Níger han intentado este domingo, sin éxito, entrar en la embajada de Francia en Niamey. (EFE/Issa Ousseini)
Manifestantes a favor del golpe de Estado en Níger han intentado este domingo, sin éxito, entrar en la embajada de Francia en Niamey. (EFE/Issa Ousseini)
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La situación, durante la mañana del 26 de julio, era muy confusa: lo único confirmado era que una facción del Ejército de Níger se había alzado contra el presidente Mohamed Bazoum, que permanecía retenido por su propia Guardia Presidencial en la capital del país. Pero pocas horas después de que saltase la noticia, empezaron a aparecer banderas rusas en manifestaciones de apoyo al golpe frente a la Asamblea Nacional en Niamey, junto con pancartas contra Francia o pidiendo una intervención militar rusa. E incluso antes, algunos comentaristas internacionales empezaron ya a hablar de "golpe prorruso" o "apoyado por Wagner".

Sin duda, la combinación de protestas antifrancesas y prorrusas con una asonada militar que va directamente en contra de los intereses de Francia es un guion que ya hemos visto unas cuantas veces en el Sahel, y demasiado a menudo es la mano de Rusia —en concreto, la de Yevgeni Prigozhin, el líder del Grupo Wagner— la que se encuentra detrás de todo ello. Las granjas de trolls de Prigozhin, de hecho, llevaban meses promoviendo una campaña de desinformación contra el Gobierno de Bazoum y el "colonialismo francés", muy similar a las desplegadas anteriormente en República Centroafricana, Malí o Burkina Faso (hoy, todos ellos países donde Wagner opera libremente), o a las de Chad y Costa de Marfil, que también son objetivos de este grupo.

Foto: Josep Borrell, alto representante de la Unión para Política Exterior y de Seguridad, durante una visita a Níger. (Comisión Europea)

Además, tanto las autoridades rusas como la cúpula del Grupo Wagner han hecho todo lo posible por contribuir a esta idea: ese mismo día, el exasesor del Kremlin, Sergei Markov aseguró en su canal de Telegram que el golpe era "prorruso", dado que Bazoum era "profrancés", y vaticinó que Wagner acabaría entrando en el país más pronto que tarde. El filósofo ultranacionalista Alexander Dugin declaró: "¡Níger es nuestro! La última marioneta de Francia-África es derrocada directamente ante el foro Rusia-África. Níger para los nigerinos". Y el propio Prigozhin, en un audio colgado en sus redes sociales, afirmó: "Lo ocurrido en Níger no es otra cosa que la lucha de la gente de Níger con sus colonizadores. Con colonizadores que intentan imponer sus reglas de vida sobre ellos y sus condiciones, y mantenerles en el estado en el que África estaba hace cientos de años”, dando a entender que Wagner podría ayudar a "mantener el orden y destruir a los terroristas".

No obstante, pasado ese primer momento de incertidumbre, hay consenso entre los expertos: el golpe obedece a razones locales y no ha sido orquestado o apoyado por Rusia ni por ninguna otra potencia extranjera. El despliegue de actividad prorrusa sería más bien puro oportunismo de Prigozhin o el Kremlin, que ha movilizado a las células que ya tenía desplegadas para erosionar al gobierno de Bazoum, y que ahora trata de aprovechar la situación para su propio beneficio. "Rusia está capitalizando el golpe, no instigándolo. Dinámicas locales, como la designación de recursos para el ejército y las fricciones entre Mazoum y el ejército en antiterrorismo, son lo que ha causado el golpe", escribió por ejemplo Samuel Ramani, analista del RUSI, el principal think tank de defensa del Reino Unido, y autor de dos recientes libros sobre Rusia y África.

¿Por qué, entonces, hubo tantas voces que corrieron a señalar a estos actores rusos desde un inicio? ¿Hemos convertido a Wagner en un supervillano al que culpar de todo lo que sucede, hasta el punto de ver su presencia detrás de cada estallido súbito de inestabilidad? ¿Estamos viendo fantasmas?

¿Wagner en Venezuela? Evidencias, por favor

Hay algunos ejemplos en este sentido. Quizás el más claro sea el de la supuesta presencia de miembros de Wagner en Venezuela durante la crisis (2018-2019), a donde habrían llegado para hacer de guardia pretoriana de Nicolás Maduro y evitar, en último término, una traición dentro de su círculo íntimo que acabase con su derrocamiento o con un magnicidio. La historia tenía mucho sentido: la estrategia de la Administración Trump y sus socios occidentales pasaba por minar la legitimidad de Maduro apoyando a otra administración opositora, por lo que las deserciones de alto nivel entre las fuerzas de seguridad eran una preocupación real para el régimen de Caracas. Maduro era un aliado de primer orden para Moscú, que tenía todos los incentivos para mantenerlo en su puesto, y Wagner ya había trabajado en otros países, como República Centroafricana o Sudán, para apuntalar a otros autócratas en el poder. Y en enero de 2019, la agencia Reuters reportó que contratistas ligados a Wagner habían viajado a Venezuela para colaborar en la seguridad del presidente.

El problema es que esta información se basaba, en gran medida, en rumores. La principal fuente del artículo, que aparecía citada como Yevgeny Shabayev, líder de un capítulo local de un grupo paramilitar de cosacos con lazos con contratistas militares rusos", afirmaba "haber escuchado que el número de efectivos en Venezuela podría ser de unos 400. No obstante, otras fuentes hablaron de pequeños grupos". Y a diferencia de lo ocurrido en otros países, como Siria, Malí o Sudán, donde los primeros reportes sobre la presencia de Wagner han sido corroborados poco después por evidencias visuales o eventos posteriores, en Venezuela no ha emergido nada que confirme que miembros de esta organización paramilitar hayan puesto alguna vez el pie allí.

Para que quede claro: si hay pruebas fehacientes de la presencia de personal militar ruso, o de otras compañías militares privadas rusas —protegiendo, por ejemplo, los activos petrolíferos rusos en el país—, pero no de que ninguna de esas personas perteneciese a Wagner. En el informe del Comité de Asuntos Exteriores del Parlamento británico sobre Wagner, publicado el pasado 26 de julio, se afirma: "Hay dudas sobre si los operativos rusos en [Venezuela] estaban afiliados a Wagner. No lo hemos nombrado como un país donde tengamos alta o media confianza en que esta red haya operado allí".

Algo similar cabe decir de Haití. Es cierto que los documentos del Pentágono filtrados en un chat de Discord a principios de este año muestran que el Grupo Wagner trató de explotar la situación de inestabilidad en ese país para ofrecer sus servicios, y una fuerza política local con cierto apoyo de Moscú, el partido Pitit Dessalines, ha contribuido activamente a la ingobernabilidad, como ya contó El Confidencial. Pero todo ello es insuficiente para concluir, como han hecho algunos comentaristas, que Wagner es responsable de la situación de caos, algo que hay que achacar ante todo a los grupos criminales organizados que asolan el país.

placeholder Situación en la franja entre Polonia y Lituania. (El Confidencial)
Situación en la franja entre Polonia y Lituania. (El Confidencial)

Podemos hablar de otro caso aún más reciente. El pasado fin de semana, el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, denunció que un centenar de miembros de Wagner se estaban dirigiendo hacia la llamada Franja de Suwalki, un territorio de 96 kilómetros que conecta Polonia con Lituania, y que a su vez sirve de barrera entre Bielorrusia y el enclave ruso de Kaliningrado. Morawiecki describió la situación como "un paso más hacia un ataque híbrido contra territorio polaco", y sugirió que los paramilitares rusos podrían hacerse pasar por guardias de frontera bielorrusos para ayudar a masas de migrantes a acceder a territorio polaco, o bien que ellos mismos podrían entrar ilegalmente en Polonia, creando "riesgos adicionales".

Ni supervillanos, ni inofensivos

Es difícil evaluar el grado de peligro que estos combatientes podrían suponer para Polonia y los países bálticos. A finales del mes pasado, Wagner realizó ejercicios conjuntos con el Ejército bielorruso en la región de Brest, a apenas 5 kilómetros de la frontera polaca, tal y como muestran las imágenes difundidas por medios de Bielorrusia. El martes pasado, Varsovia denunció que helicópteros militares bielorrusos violaron su espacio aéreo, y anunció el envío de "recursos y fuerzas adicionales, incluyendo helicópteros de combate" a la zona fronteriza, que se suman al millar de tropas que ya desplazó allí a principios de julio.

Si el plan pasa por desatar otra crisis migratoria, como la orquestada por los servicios de inteligencia bielorrusos en el verano de 2021, hay algunos indicadores que señalan que el plan podría estar ya en marcha. El jueves se dispararon los intentos de cruzar ilegalmente la frontera, con casi trescientas tentativas, y este lunes las autoridades polacas denunciaron que 228 personas habían tratado de entrar en el país por la fuerza, atacando con palos y piedras a las fuerzas fronterizas. "Las autoridades de Bielorrusia no solo transportan inmigrantes a la frontera, sino que también les proporcionan equipos como escaleras y herramientas para cortar alambradas para tratar de cruzar, así como piedras y ladrillos para atacar a nuestros guardias", afirmó esta semana el ministro polaco Stanislaw Zaryn, a cargo de la situación en la frontera.

Foto: Los cadetes asisten a los actos solemnes dedicados al 105 aniversario de la Escuela Superior de Mando de Armas Combinadas de Moscú. (EFE/Yuri Kochetkov)

Pero de nuevo, ¿están conectadas ambas cosas? La oposición en Polonia sospecha que el gobierno está tratando de agitar el espantajo de Wagner para sus fines políticos, desde justificar el aumento del gasto militar decretado a principios de este año —hasta alcanzar el 4% del PIB del país— hasta endurecer aún más las políticas antimigratorias, todo ello con el trasfondo de las elecciones parlamentarias que se celebrarán a finales de este año. Eso no significa que la amenaza no sea real, al menos en parte, y la habilidad de Wagner para causar perjuicios a sus adversarios está sobradamente demostrada.

Este martes se hizo público que una semana después del golpe en Níger, una delegación militar que incluía al general Salifou Modi, uno de los líderes de la asonada, viajó al vecino Malí para reunirse con la junta gobernante, desatando todo tipo de especulaciones. ¿Buscaban los nigerinos solicitar el despliegue de Wagner en su país, para consolidar una transferencia de poder que no está ni mucho menos garantizada? "En Níger y el Sahel debemos evitar sobredimensionar el papel de Rusia en instigar golpes en naciones africanas, pero también debemos ser cuidadosos con no subestimar la capacidad de Moscú de explotar las ventajas de lo que ve no como crisis, sino oportunidades para proyectar influencia", opina Colin C. Clarke, analista de la consultoría de inteligencia privada Soufan Group y experto en el Grupo Wagner.

La conclusión es que el de Wagner es un fenómeno complejo que hay que observar con cierta cautela, y sacar conclusiones solo en su justa medida. Como suele suceder con todo lo relacionado con cuestiones de seguridad, igual que ya vimos en las dos décadas precedentes de "guerra contra el terrorismo", siempre habrá actores que traten de exagerar las amenazas e instrumentalizarlas para su propio beneficio, o que simplemente caigan en el sensacionalismo. Wagner, sin duda, es una organización perniciosa que supone un grave problema para la estabilidad y la paz en los países donde opera. Pero para suerte de todos, no es omnipotente.

La situación, durante la mañana del 26 de julio, era muy confusa: lo único confirmado era que una facción del Ejército de Níger se había alzado contra el presidente Mohamed Bazoum, que permanecía retenido por su propia Guardia Presidencial en la capital del país. Pero pocas horas después de que saltase la noticia, empezaron a aparecer banderas rusas en manifestaciones de apoyo al golpe frente a la Asamblea Nacional en Niamey, junto con pancartas contra Francia o pidiendo una intervención militar rusa. E incluso antes, algunos comentaristas internacionales empezaron ya a hablar de "golpe prorruso" o "apoyado por Wagner".

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