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¿Qué está pasando realmente con el Grupo Wagner? Esto es lo que sabemos hasta ahora
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"perdió la cabeza a causa del dinero"

¿Qué está pasando realmente con el Grupo Wagner? Esto es lo que sabemos hasta ahora

El paradero de Prigozhin es un misterio. Sus movimientos días anteriores y posteriores al motín también, así como el emplazamiento de campamentos militares en Bielorrusia

Foto: Combatientes del grupo mercenario privado Wagner, de pie sobre un tanque frente a un circo local cerca de la sede del Distrito Militar Sur en la ciudad de Rostov. (Reuters/Stringer)
Combatientes del grupo mercenario privado Wagner, de pie sobre un tanque frente a un circo local cerca de la sede del Distrito Militar Sur en la ciudad de Rostov. (Reuters/Stringer)
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Si usted no está desconcertado con lo que está sucediendo alrededor del Grupo Wagner, probablemente es porque no está prestando la suficiente atención. Desde su fallida rebelión el pasado 24 de junio, la organización paramilitar propiedad del empresario ruso devenido caudillo militar Yevgueni Prigozhin, durante mucho tiempo esencial para los planes de Rusia en Ucrania, África, Oriente Medio y otros lugares, atraviesa una fase de deconstrucción. El problema es que es difícil saber si se trata de un desmantelamiento, una reestructuración o un poco de ambas cosas.

Este lunes, el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, declaró que Prigozhin se reunió con el presidente Vladímir Putin cinco días después del motín. El encuentro, que duró tres horas, habría sido solicitado por Putin, quien lo usó para "dar su estimación de los sucesos del 24 de junio" ante Prigozhin y otros comandantes de Wagner. "Putin escuchó las explicaciones de los comandantes y propuso opciones futuras para su empleo y despliegue de combate. Los comandantes dieron su versión de lo ocurrido, enfatizando que son partidarios comprometidos y soldados del jefe del Estado y comandante supremo, y expresando que están listos para continuar luchando por la patria", dijo Peskov.

Foto: Una mujer, frente a una valla en la entrada cerrada de la Plaza Roja de Moscú. (EFE/Maxim Shipenkov)

Las declaraciones del portavoz ruso son la última vuelta de tuerca en el manejo público de la narrativa acerca de Prigozhin, que pasó de héroe a villano en 24 horas, pero que quizás está camino de ser rehabilitado otra vez en tiempo récord. Desde hace dos semanas, el empresario es objeto de una intensa campaña mediática dirigida a desacreditarle, lo cual refleja una de las principales preocupaciones del régimen de Putin: impedir que emerja una figura que pueda ser considerada una alternativa viable al presidente ruso a ojos de sus compatriotas.

Según el primer canal de la televisión rusa, Prigozhin es un "traidor" que "perdió la cabeza a causa del dinero". En otros programas, se ha insistido en su pasado criminal, afirmando que "no es el Robin Hood como el que él mismo ha intentado retratarse". Y todas las televisiones han mostrado imágenes de su vivienda de lujo y detalles de su estilo de vida a todo tren, sin olvidar una serie de extrañas fotografías en las que el líder de Wagner aparece ataviado con llamativas pelucas y barbas postizas.

Foto: Mercenarios de Wagner. (Reuters/Alexander Ermochenko)

Las represalias van más allá de lo meramente reputacional. En San Petersburgo, el logo de Wagner en la sede central de la compañía inaugurada hace pocos meses, que sufrió una redada policial el mismo día de la rebelión, ha sido eliminado. Y Concord, la firma de catering de Prigozhin —que servía al Kremlin, lo que le valió el sobrenombre de "el chef de Putin"— ha perdido sus lucrativos contratos tanto para suministrar comidas en escuelas primarias rusas como para abastecer las fuerzas armadas del país, lo que supone un duro golpe para las finanzas de su consorcio empresarial.

Pero, en paralelo, hay evidencias que sugieren que Prigozhin no está en términos tan malos con las autoridades rusas como podría parecer por todo lo anterior. Para empezar, la policía le ha devuelto al empresario todo el dinero y los objetos —incluido el armamento— que incautó durante la redada del 24 de junio. Se le ha permitido no solo regresar a San Petersburgo, sino permanecer en suelo ruso más allá de la fecha límite del 1 de julio en la que todos los contratistas militares privados debían someterse a la autoridad del Ministerio de Defensa.

¿Qué hacer con los combatientes?

"Es improbable que la empresa paramilitar de Wagner sea completamente disuelta. Absorber a los combatientes de Wagner dentro del Ejército ruso supondrá un desafío, dado que los soldados rusos aparecen mal o irregularmente pagados, mal entrenados, y con baja moral y motivación. Al mismo tiempo, los mercenarios están relativamente bien pagados y pueden estar altamente motivados, pero pueden desdeñar la cadena de mando de las fuerzas armadas rusas", señala un análisis de la firma británica de gestión de riesgos Prevail Partners.

Algunos movimientos militares en África y Oriente Medio sugieren que el Kremlin, de hecho, está tratando de restablecer el control sobre Wagner. Esto es especialmente claro en Siria, donde pocas horas después del inicio del alzamiento aterrizó un grupo de oficiales rusos para prevenir una expansión del motín. Según reporta la agencia Reuters citando fuentes militares sirias, esa misma noche se interrumpieron las líneas telefónicas terrestres y las conexiones de internet en las zonas donde estaban desplegados los miembros de Wagner para evitar que se comunicasen entre ellos. Los comandantes de la organización paramilitar sobre el terreno fueron convocados a la base militar rusa de Hmeimin y se les ordenó firmar nuevos contratos con el Ejército regular, o de lo contrario se les obligaría a abandonar el país. Mientras tanto, se interrumpió el pago de salarios.

Aquellos que se negaron a aceptar las nuevas condiciones —apenas unas decenas, de los alrededor de 400 efectivos de Wagner en el país— fueron expulsados de Siria en aviones Ilyushin. Los registros aéreos muestran al menos tres vuelos de aeronaves de este tipo desde la ciudad siria de Latakia y la capital de Malí, Bamako. "El papel de Wagner en Siria, tal y como lo estaba jugando hasta ahora, se acabó. Dado lo sucedido, su relación con el Ministerio de Defensa sirio se ha terminado", explica Nawar Shaban, investigador del Centro Omran de Estudios Estratégicos, un think tank turco especializado en Siria, en el mismo artículo de Reuters.

Foto: Logotipos del Centro Wagner de la PMC (Compañía Militar Privada) en el edificio de San Petersburgo. (EFE/Anatoly Maltsev)

También ha habido movimiento en República Centroafricana, probablemente el país donde Wagner ha logrado una mayor penetración. El pasado miércoles, un convoy de ocho vehículos blindados partió de un campamento de esta organización en la localidad de Moyenne-Sido, al norte del país, según testigos presenciales de la evacuación citados por el diario The Wall Street Journal. Miembros de Wagner han sido vistos abandonando al menos otros dos campamentos en el país, y fuentes gubernamentales han confirmado que unos 400 combatientes han salido de territorio centroafricano en aviones Ilyushin en los últimos días, con Dubái o la ciudad ugandesa de Entebbe como primer destino. Desde allí, algunos de esos vuelos se han dirigido después a la localidad siberiana de Tyumen, uno de los principales centros de reclutamiento de Wagner.

Un funcionario del Ministerio de Defensa indicó este fin de semana a la cadena británica Sky News que el pasaje de estos vuelos se trataría también del personal que se ha negado a firmar el nuevo contrato con el Ejército regular ruso, pero que entre 1.300 y 1.400 miembros de Wagner permanecen en el país. Pero tanto las autoridades centroafricanas como las rusas han cambiado rápidamente su versión: según Alexander Ivanov, el supervisor de los instructores militares rusos que trabajan con Wagner, no se trata de una expulsión de miembros díscolos, sino de una mera rotación de "gente que merecía haberse tomado un tiempo libre hace meses", pero que se habría retrasado por razones logísticas. Por su parte, el portavoz presidencial de la RCA, Albert Yaloke Mokpem, ha asegurado que "no es una salida definitiva, sino una rotación", y que "algunos se han marchado, y otros vendrán".

"Las fuerzas de Wagner claramente se están moviendo dentro y fuera de la RCA, y todo el mundo en Bangui está intentando entender si esto refleja patrones por la estación de lluvias y rotaciones estándar, o si es algo diferente", dice el investigador John Lechner, que se ha especializado en las actividades de Wagner en este país. "La noticia de que Prigozhin está de regreso en Rusia, potencialmente con sus activos devueltos, hace aún más difícil predecir qué va a pasar", ha declarado a Sky News.

"Un cártel paramilitar con apoyo estatal"

Paradójicamente, lo que podría salvar a Prigozhin, al menos por ahora, es precisamente lo intrincada que es su red de influencia y desestabilización. Para Colin P. Clarke, analista de la consultoría de inteligencia privada Soufan Group y uno de los principales expertos mundiales en el Grupo Wagner, la reunión de Prigozhin con Putin no es una gran sorpresa "Wagner es un conglomerado global, una red de empresas pantalla. Dudo que el propio Putin comprenda su complejidad", ha explicado en su cuenta de Twitter. "El Kremlin todavía necesita a Prigozhin para explicar cómo funciona y opera", indica.

Además, el Gobierno ruso podría haberle encontrado una utilidad adicional a la organización en la vecina Bielorrusia. Aunque el despliegue de Wagner en el país todavía no se ha consumado, se multiplican los indicios de que es inminente, y que además cuenta con la bendición del Gobierno ruso. Este fin de semana, la agencia estatal rusa TASS difundió imágenes de lo que llamó "el campamento Wagner" junto a la localidad bielorrusa de Osipovichi, a unos 100 kilómetros al sureste de Minsk, indicando que los miembros del grupo "no han llegado aún".

Como ya explicó El Confidencial, Wagner no puede sobrevivir sin el apoyo del Estado ruso. Pese a que a menudo se la suele definir como una compañía militar privada —o directamente, de mercenarios—, su esquema comercial depredador con inversiones en múltiples áreas de negocio y sus estrechos vínculos tanto con el Ejército ruso como con el Gobierno mismo lo convierten en un engendro difícil de clasificar, que la experta en Wagner Candace Rondeaux ha definido como "un cártel paramilitar con apoyo estatal".

Lo que no está claro es cuáles son los planes que el Kremlin tiene para la organización, pero sin duda el despliegue en Bielorrusia supone un elemento importante. Por un lado, estos combatientes ya bregados bajo el fuego podrían jugar un papel importante a la hora de apuntalar el régimen de Alexander Lukashenko ante una potencial insurrección armada que parece cada vez más inminente, a medida que más desertores y voluntarios bielorrusos de la oposición reciben entrenamiento en Polonia y adquieren experiencia de combate en Ucrania. Pero del mismo modo, Wagner podría servir para ayudar a derrocar al presidente bielorruso en el momento en que Putin decida que se ha convertido en un estorbo y es mejor prescindir de él.

Foto: El presidente de Rusia, Vladímir Putin. (EFE/Sergei Bobylev/Sputnik)

Sea como sea, el anuncio de este aterrizaje en Bielorrusia ha preocupado a sus vecinos, Polonia, Letonia y Lituania, los mismos países que ya sufrieron la operación del servicio de inteligencia de Lukashenko para orquestar una crisis de refugiados en sus fronteras, y que ahora temen que Wagner pueda ser utilizado para llevar a cabo sabotajes y provocaciones en su territorio. "Pueden aparecer en cualquier momento en Bielorrusia y nadie sabe cuándo podrán volverse contra nosotros", declaró hace unos días el presidente lituano, Gitanas Nauseda. Polonia ha reforzado la seguridad en su frontera, y las capitales de estos Estados tratarán de poner sobre la mesa el asunto durante la cumbre de la OTAN en Vilna, que comienza este martes.

Por su parte, Prigozhin habría decretado unas vacaciones para los miembros de Wagner hasta el mes que viene. "A todos nos enviaron de vacaciones hasta principios de agosto, hay muchas tareas por delante que deben resolverse, por lo que Yevgueni Víktorovich [Prigozhin] decidió dejar que todos descansen", dijo el comandante de Wagner Anton Yelizarov al periodista Timofey Ermakov, según los canales de Telegram dedicados a temas militares. Mientras tanto, el paradero exacto del propio Prigozhin continúa siendo una incógnita, igual que el futuro del propio Grupo Wagner.

Si usted no está desconcertado con lo que está sucediendo alrededor del Grupo Wagner, probablemente es porque no está prestando la suficiente atención. Desde su fallida rebelión el pasado 24 de junio, la organización paramilitar propiedad del empresario ruso devenido caudillo militar Yevgueni Prigozhin, durante mucho tiempo esencial para los planes de Rusia en Ucrania, África, Oriente Medio y otros lugares, atraviesa una fase de deconstrucción. El problema es que es difícil saber si se trata de un desmantelamiento, una reestructuración o un poco de ambas cosas.

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