Cuando eres estadounidense, hasta el cartel mexicano pide disculpas por matarte

El 3 de marzo podría haber sido un día más de violencia en México. En Tamaulipas, uno de los estados con mayores tasas de homicidios en el país, un secuestro ha dejado de ser la portada de los periódicos. Hasta que se descubre la nacionalidad de los afectados. A partir de ese momento, la muerte y privación de la libertad de ciudadanos estadounideses se convierte en una noticia con implicaciones políticas. Eso fue lo que pasó a primeros de este mes cuando el FBI informó de la desaparición y secuestro de cuatro ciudadanos estadounidenses en la ciudad de Matamoros. Dos de ellos fueron asesinados. Las autoridades mexicanas se han volcado en la investigación de lo ocurrido y, en un giro sorprendente, el cartel del Golfo ha reconocido su implicación, ha pedido disculpas y ha entregado a los culpables a la Justicia.

El episodio de violencia rutinario en esta zona de México se ha convertido en un evento único que deja muchos interrogantes éticos, judiciales y políticos. ¿Hay víctimas de primera, segunda y tercera categoría según su nacionalidad? ¿Qué pasó realmente y por qué se han movilizado tantos recursos a ambos lados de la frontera? ¿Qué hace que un grupo narco, que mata y secuestra a miles de personas, entregue a los cinco supuestos culpables, sicarios de su organización, y pida perdón por el suceso?

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"Yo no recuerdo haber visto una movilización tan rápida como esta. Si tomamos en cuenta el comunicado del FBI del 5 de marzo, en menos de 72 horas ya estaban localizados los cuatro estadounidenses", explica a El Confidencial Lubin Jiménez Horak, director de los informativos de MVS Radio Tampico. Uno de los periodistas que más y mejor conocen el problema de la violencia organizada en el fronterizo estado de Tamaulipas habla de una peculiaridad que tiene que ver con la nacionalidad de las víctimas.

Una de ellas es Arely Pablo, una mexicana de 33 años a la que una bala perdida le quita la vida. Hasta ahí, otro día más de cabrona rutina mexicana que no pasaría normalmente de noticia menor en los medios locales y de una carpeta que se cierra sin avances en la Fiscalía de un país que se traga personas. "La estadística oficial dice que a marzo de este año había ya 57.000 desaparecidos durante esta Administración", señala a este periódico Francisco Rivas, director general del Observatorio Nacional Ciudadano, ONG especializada en el análisis de la violencia en México. ¿Cuántos desaparecidos hay en total? "Más de 100.000", puntualiza Rivas.

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Además de Arely, las otras cuatro víctimas son Latavia Tay McGee, Shaeed Woodard, Zindell Brown y Eric James Williams, todos ciudadanos gringos que, aparentemente, viajaban a México para someterse a una operación de cirugía estética (algo común, por la diferencia de precios entre ambos países). En el coche de las víctimas se encontraron análisis médicos previos que avalan la idea del motivo sanitario del viaje. ¿Qué sucedió?

Una investigación sin precedentes

Según el relato oficial que presenta la Fiscalía de Tamaulipas, "el 3 de marzo, a las 12:01 horas, se recibe una denuncia de que se encuentra una persona fallecida junto a dos vehículos colisionados en la ciudad de Matamoros. Ese mismo día, en redes sociales, se ven imágenes de personas que son subidas a la fuerza en una pick up". Extraoficialmente, dicen las autoridades, se comprueba que uno de los vehículos tiene matrícula de Carolina del Norte y era usado por cuatro ciudadanos estadounidenses que habían sido privados de su libertad.

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El 5 de marzo, revisando las cámaras de seguridad, la Fiscalía descubre que cuatro vehículos están implicados en el seguimiento de las cuatro personas. Las víctimas, según las imágenes, intentan en un momento huir a pie. Son disparados (ahí muere Arely). Dos son heridos y todos llevados a la fuerza a otro vehículo por los sicarios, que los arrastran por el suelo.

Ese mismo día, aunque la Fiscalía mexicana no lo menciona en su relato cronológico de los hechos, hay un primer comunicado del FBI y una primera declaración del Gobierno de Estados Unidos. "Estamos pendientes del ataque y secuestro de cuatro ciudadanos estadounidenses en Matamoros, México. Este tipo de ataques son inaceptables", manifestó la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre. Unas horas después, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, habla con el embajador de EEUU y declara que "todo el Gobierno está trabajando en eso".

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A partir de la intervención de Washington, México despliega una investigación casi sin precedentes por el número de administraciones y cuerpos de seguridad involucrados. "El 6 de marzo, se realiza un operativo conjunto entre la Fiscalía General de Justicia, Secretaría de Seguridad, Secretaría de Marina, Secretaría de Defensa, Guardia Nacional, Fiscalía General de la República y el Comisionado Estatal de Búsqueda de Personas", señala el informe oficial.

Finalmente, el 7 de marzo se localiza a las víctimas. Dos están ya fallecidas y dos con vida. Los segundos son enviados a una clínica y luego entregados inmediatamente a su país de origen.

Dos días después, cinco hombres aparecen maniatados junto a un vehículo y con sus armas a un costado. Se trata de integrantes del poderoso cartel del Golfo. Junto a ellos, una esperpéntica nota del grupo narco que lleva décadas aterrorizando, matando y secuestrando a miles de personas,.

"El cartel del Golfo (CDG), Grupo Escorpiones, reprueba herméticamente los hechos del día viernes 3 de marzo pasado en donde desafortunadamente falleció una persona inocente, madre trabajadora, y fueron secuestrados 4 ciudadanos americanos de los cuales 2 fallecieron. Y por ello, hemos decidido entregar a los involucrados y responsables directos en los hechos, quienes en todo momento actuaron bajo su propia determinación e indisciplina y en contra de las reglas en que el cartel del Golfo ha operado siempre, respetando la vida y la integridad de los inocentes. El CDG se disculpa con la sociedad matamorense. Las deudas de la señora Arely y las personas y familias americanas afectadas. El CDG le pide a la sociedad que este tranquila porque estamos comprometidos a que estos errores causados por indisciplina no se repitan y paguen los responsables sea quien sea!!! Atte: CDG Grupo Escorpiones".

Dudas razonables

El revuelo levantado por el suceso ha hecho que el Partido Republicano en EEUU pretenda declarar la "guerra al narco mexicano" y posibilitar la actuación del Ejército estadounidense para destruir laboratorios y bases en territorio mexicano. "México es un narcoestado. El fentanilo es un arma de destrucción masiva que está llegando desde tu país. Estás permitiendo refugios para que estos grupos operen con impunidad", dijo el congresista Lindsey Graham en referencia al presidente López Obrador. AMLO ha contestado calificando las palabras del republicano de "actitud majadera, prepotente e intervencionista".

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Mientras, el FBI sigue investigando los hechos. El problema es que hay cosas que no cuadran. "Los interceptan. Les disparan. Los americanos intentan correr y les vuelven a disparar. Y es cuando hieren, quizá mortalmente, a dos, que son los que fallecieron. Pero les disparan en ese momento en que intentan correr. Eso no suena a un intento de secuestro. Si vas a pedir un rescate, los necesitas vivos. No quiero hacer ninguna hipótesis, pero todo se enrarece cuando se descubre que estas cuatro personas tienen antecedentes criminales en Estados Unidos y casi todos por tema de drogas. Ya sea por elaboración, consumo o distribución", explica Lubin.

El veterano periodista en este tipo de sucesos señala algunas otras rarezas del aparentemente fortuito intento de secuestro. "Hay un dato interesante. Ellos entran a México por el puente viejo de Matamoros a las 9:18 y son interceptados en la avenida Lauro Villar a las 11:45. Ahí es donde se dan los hechos. No llevaban ni tres horas en México. Entonces, se puede creer, sin afirmar nada, que sí había ya un operativo desplegado por parte del grupo criminal para localizar esa camioneta. ¿Quiénes creían que eran? No lo sé, porque ni la autoridad lo sabe. La investigación sigue abierta", señala.

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Creer en la teoría del secuestro en un país con altas tasas de extorsión por este tipo delictivo parece en un inicio razonable en la investigación. "Es muy caro mantener todo el aparato de la delincuencia organizada. El secuestro se volvió una forma de dar cierta libertad de acción a los grupos para sacar dinero. Se puede pensar que actuaron por lógica económica. Es decir, los vieron con dinero, los vieron norteamericanos y dijeron, pues es más fácil que paguen y van a pagar en dólares", explica Rivas.

Ya ha habido en el pasado ataques a ciudadanos estadounidenses en México que, sin embargo, no han levantado esta polvareda. Es evidente que cuando están implicados ciudadanos extranjeros de países "importantes", o ciudadanos mexicanos destacados, la respuesta de las autoridades es otra. Ante un mismo delito, hay sin duda dos tipos de actuaciones. "En la mayor parte de los casos, desaparece alguien y no pasa nada. En el caso de los migrantes desaparecidos, no creo que estén invirtiendo absolutamente nada en buscarlos. Y en el caso de los extranjeros, que pueden ser turistas o extranjeros que viven en México, obviamente hay mucho más interés por encontrar un culpable, por cuestiones de presiones políticas e intereses del país", comenta Rivas.

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Tamaulipas es de hecho un corredor migratorio donde desaparecen cientos de inmigrantes que son secuestrados para pedir rescate. Los grupos delictivos saben que las víctimas están cerca de la frontera, llevan dólares y tienen generalmente contactos en EEUU a los que pedir el rescate. Hay decenas de espeluznantes historias en México de centroamericanos, cubanos, venezolanos, ecuatorianos… que acaban en ejecuciones, esclavitud, venta de órganos... El 99% de esos casos acaba en una carpeta archivada en alguna Fiscalía de la República.

"Miles de mexicanas y mexicanos han desaparecido y se han quedado las carpetas de investigación ahí paradas durante años. Muchos colectivos de búsqueda, de organizaciones feministas, precisamente por desaparición de mujeres y por feminicidios, dicen ahora 'jamás hemos visto una respuesta tan rápida y tan contundente por parte de las autoridades'. Es muy poco común que el Gabinete de Seguridad Federal, entiéndase Secretaría de Seguridad Federal, Secretaría de Marina, Secretaría de la Defensa, Dirección de la Guardia Nacional, acompañados del gobernador de Tamaulipas y del fiscal general de Tamaulipas, salgan a ofrecer una rueda de prensa juntos para un caso como este".

Efectivamente, la Asociación Civil Justicia Tamaulipas, por ejemplo, publicó en su página de Facebook tras los acontecimientos el siguiente mensaje: "Aquí sí hacen su trabajo y encuentran a los desaparecidos. Solo porque hubo presión del Gobierno norteamericano. ¡Solo por eso! Los miles de desaparecidos, ¡no existen avances algunos! ¿A alguno de ustedes, las autoridades de Tamaulipas les han informado de que el cuerpo de su familiar ha sido identificado o se los han entregado?".

México sigue en su espiral eterna de violencia. Este sexenio, las cifras de fallecidos y desaparecidos siguen disparadas. Según los datos de la Secretaría de Seguridad, en 2022 hubo 30.968 homicidios, lo que supone en todo caso una reducción del 7,1% respecto a 2021. Hay una media de 85 asesinatos diarios en el país. Nueve de las 10 ciudades con más homicidios del planeta son mexicanas, según datos de la Fundación Seguridad, Justicia y Paz.

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¿Se ha reducido, aumentado o sigue igual la violencia en Tamaulipas? "Yo creo que sí han reducido los niveles de manera importante y yo creo que nada más hay algunas regiones y casos focalizados. No hay más violencia. El Estado ha estado relativamente en los mismos niveles de estabilidad desde hace un año y medio", señala Lubin.

Desde el Observatorio Nacional Ciudadano, el panorama que se dibuja es muy preocupante. Un reciente informe presentado el pasado enero asegura que hay 11 tipos delictivos que han alcanzado cifras de máximo histórico en este sexenio. "Yo creo que México en este momento es un país donde por lo menos la cuarta parte del territorio nacional está completamente controlada por la delincuencia. Está controlada la vida política, está controlada la vida económica, están controlados los mercados lícitos e ilícitos", concluye Rivas.

El suceso de Tamaulipas es solo un incidente con altavoz internacional. Pero no parece un incidente más. El FBI sigue investigando y recabando pruebas. "El FBI está diciendo que no va a terminar aquí la investigación. De hecho, abrió ya líneas digitales de comunicación para denuncias sobre datos que permitan ahondar en la investigación", indica Lubin.