La UE y UK anuncian el 'marco de Windsor' para resolver el último fleco del Brexit
Rishi Sunak y Ursula von der Leyen han acordado el acuerdo sobre Irlanda del Norte, uno de los puntos más polémicos del Brexit, e inauguran un nuevo capítulo de las relaciones
La Unión Europea y Reino Unido han conseguido llegar a un acuerdo sobre el Protocolo de Irlanda del Norte. En una declaración conjunta, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el primer ministro británico, Rishi Sunak, han anunciado el marco de Windsor, el pacto final entre las dos partes por arreglar el punto más complicado de las relaciones después del Brexit. "Me complace informar de que hemos hecho un avance decisivo. Hemos cambiado el protocolo y ahora anunciamos el acuerdo marco de Windsor", dijo el premier en una rueda de prensa conjunta.
Después de años de tensiones, los líderes han conseguido la ansiada fumata blanca respecto a la polémica del Protocolo, una pieza clave del acuerdo del Brexit que, sin embargo, nunca se ha llegado a ejecutar en su totalidad por todas los problemas burocráticos y políticos que han creado los nuevos controles aduaneros que hay que aplicar ahora a la provincia británica. La región siempre fue el principal escollo en las negociaciones de divorcio. Por una parte, había que proteger el mercado único. Por otra, evitar una frontera dura en la isla de Irlanda que pusiera en riesgo la paz entre católicos y protestantes. El pacto, continuó Sunak, es el comienzo de un "nuevo capítulo" en las relaciones con la UE, a pesar de las diferencias que han tenido en los últimos años por las negociaciones del Brexit. Además, "ofrece un comercio fluido en todo el Reino Unido, protege el lugar de Irlanda del Norte en nuestra unión y salvaguarda la soberanía del pueblo de Irlanda del Norte".
Tras días de especulaciones, el premier, Rishi Sunak, se ha reunido este lunes en Windsor con Von der Leyen para sellar el acuerdo, que se basa en que los nuevos controles aduaneros se reducen considerablemente. Los detalles del pacto coinciden con las informaciones filtradas a lo largo de este lunes y que se basan, básicamente, en la creación de dos canales. Uno verde, con chequeos mínimos o inexistentes, para los productos que viajen desde Gran Bretaña (Escocia, Inglaterra y Gales) a Irlanda del Norte. Y uno rojo para los productos cuyo destino final sea la República de Irlanda (miembro de la UE), a los que deberá aplicarse controles aduaneros, sanitarios o fitosanitarios. Von der Leyen afirmó que este pacto garantizará que todos los alimentos disponibles en Gran Bretaña lo estén también en Irlanda del Norte, "y todos los medicamentos disponibles en Gran Bretaña estarán disponibles en Irlanda del Norte al mismo tiempo".
Por otra parte, Sunak ha conseguido que todo lo relacionado con el IVA o con subsidios estatales a empresas de Irlanda del Norte quede bajo el control de Londres, y no de Bruselas. Y la Asamblea de Belfast lograría tener voz y votos previos —con limitación— ante cualquier cambio en la legislación o normativa comunitaria que afectara a la provincia británica.
Respecto al papel de árbitro del Tribunal de Justicia de la UE —uno de los asuntos que creaba más problemas entre los euroescépticos—, se verá reducido. En caso de disputas, los tribunales locales norirlandeses tendrán la última palabra y, si no son capaces de solucionar el conflicto, el caso se derivará a la Corte europea.
En realidad, según la prensa británica, el texto estaba cerrado desde hace tiempo. Sin embargo, a fin de no correr la misma suerte que Theresa May, el actual primer ministro quería tener todo bien atado antes de anunciar cualquier cosa que fuera luego rechazada en casa. De ahí que en los últimos días haya mantenido varias reuniones con sus filas y los partidos políticos del Belfast.
El dilema político de Sunak
Ese siempre ha sido el gran quid de la cuestión para el inquilino de turno de Downing Street desde que comenzara la larga telenovela de un histórico divorcio que a día de hoy se sigue reescribiendo. Lo difícil no era cerrar acuerdo con Bruselas. La misión más complicada siempre fue venderlo luego en el Reino Unido. En este sentido, queda ahora por ver si Sunak consigue el apoyo del núcleo duro de los tories euroescépticos y los norirlandeses unionistas protestantes del DUP, que desde hace más de un año tienen paralizada la política en Belfast al negarse a formar Gobierno de coalición.
No se espera que el DUP reaccione ahora de manera inmediata. En su lugar, la formación se tomará un tiempo para analizar el texto legal completo. Por su parte, queda por ver cuál será la reacción del núcleo duro euroescéptico entre el Partido Conservador y si hay alguna dimisión de alguno de sus representantes en el Gabinete. Al respecto, el primer ministro británico afirmó que respeta que todas las partes quieran estudiar con tiempo los términos del acuerdo.
Sunak prometió que la Cámara de los Comunes se "podrá pronunciar" respecto al nuevo pacto. En la rueda de prensa, anunció que "el Parlamento celebrará una votación, en el momento adecuado, y ese voto será respetado". Evitar una votación podría haber sido interpretado como un símbolo de debilidad para el primer ministro. Pero llevarla a cabo podría desencadenar rebeliones, entre los euroescépticos y sobre todo los fieles todavía a Boris Johnson, que, en su día, presentó un proyecto de ley para anular de manera unilateral lo que Londres había pactado con la UE.
A fin de evitar una guerra comercial con el bloque y como compromiso de una nueva era, Sunak ha paralizado la tramitación de este proyecto de ley que está ahora en la Cámara de los Lores. Pero los fieles a Johnson consideran que es un "error". Los aliados de Johnson esperaban que el actual primer ministro fracasara en las negociaciones del protocolo para pedir el retorno del excéntrico político.
El Brexit siempre planteó un auténtico reto para la frontera entre la República de Irlanda (miembro de la UE) y la provincia británica de Irlanda del Norte, la única terrestre que existe ahora entre el Reino Unido y la UE, aparte de la de Gibraltar. Más allá de los problemas logísticos para proteger el mercado único, se planteaban las delicadas cuestiones históricas. El Acuerdo de Viernes Santo de 1998 que firmó la paz entre católicos y protestantes deja claro que no puede haber una "frontera dura" en la isla.
En su día, Theresa May planteó dejar al Reino Unido dentro de la unión aduanera, lo que habría facilitado las cosas. Pero, cuando Boris Johnson tomó las riendas del Partido Conservador, se opuso y planteó otra solución: "mover" la frontera al mar de Irlanda. La provincia británica de Irlanda del Norte quedó con un estatus diferente al resto del Reino Unido, más alineada a la normativa de Dublín que a la de Londres. Y esto, además de implicar realizar controles aduaneros en los puertos norirlandeses a los productos que se comercializaban con Gran Bretaña (Inglaterra, Escocia y Gales), generaba gran preocupación a los norirlandeses protestantes del DUP. Temen que esto allane el camino a un referéndum de reunificación en la isla, petición histórica de los católicos del Sinn Féin que, el año pasado, quedaron por primera vez como la formación más votada en las elecciones regionales de mayo.
Ursula von der Leyen aseguró tras su llegada a Londres que tiene ganas de pasar página y abrir un nuevo capítulo en las relaciones entre la UE y Reino Unido. Las dos partes han afirmado que el marco de Windsor abre una nueva fase en las relaciones después de años de disputas políticas por el Brexit. La presidenta de la Comisión Europea también mantendrá un encuentro con Carlos III, según indicó el Palacio de Buckingham. El encuentro, sin embargo, "no tiene nada que ver con las negociaciones del Protocolo", indicó Downing Street.
La Unión Europea y Reino Unido han conseguido llegar a un acuerdo sobre el Protocolo de Irlanda del Norte. En una declaración conjunta, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el primer ministro británico, Rishi Sunak, han anunciado el marco de Windsor, el pacto final entre las dos partes por arreglar el punto más complicado de las relaciones después del Brexit. "Me complace informar de que hemos hecho un avance decisivo. Hemos cambiado el protocolo y ahora anunciamos el acuerdo marco de Windsor", dijo el premier en una rueda de prensa conjunta.