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¿Por qué Italia ha sido excluida de las sanciones contra Irán? Las razones ocultas
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el gasoducto TAP, LA VENTA DE ARMAS...

¿Por qué Italia ha sido excluida de las sanciones contra Irán? Las razones ocultas

Varias claves remiten al principio de ‘divide et impera’, a la construcción del gasoducto transadriático TAP, la venta de aviones F-35 y a las bases de EEUU en Italia

Foto: Una plataforma de producción de crudo en el Golfo Pérsico, Irán. (Reuters)
Una plataforma de producción de crudo en el Golfo Pérsico, Irán. (Reuters)

“Es la prueba de la excelente relación que Roma mantiene con Washington”. Así ha reaccionado el Gobierno italiano a la decisión de EEUU de eximir temporalmente a Italia (y a otros siete países) de las sanciones contra Irán. Después de meses de protestas de la Unión Europea, el presidente Donald Trump ha dado el último paso para que su país abandone completamente -violando una resolución de la ONU- el pacto nuclear iraní. Desde entonces, Francia, Alemania y Reino Unido, firmantes del acuerdo de 2015, han condenado la medida, aunque ninguno ha logrado que sus quejas prosperen. Roma es la excepción, lo que ‘de facto’ implica una disparidad de trato que favorece a Italia en un momento en el país y su Gobierno populista son la gran preocupación de la UE.

Tras meses de especulaciones e indiscreciones filtradas, Italia -junto con la pequeña Grecia- ha logrado lo que ningún otro país de la UE obtuvo: ser parte de un pequeño grupo de Estados que no sufrirán represalias económicas por parte EEUU si siguen negociando con Irán en algunos de los sectores 'sancionados' (el energético, el de transporte y el financiero). La excepción, en principio por un período de 180 días, conlleva la promesa de que estos países vayan reduciendo progresivamente sus importaciones de crudo iraní. Si eso se cumple, la prórroga podría incluso ser renovada, según se ha filtrado desde Estados Unidos.

La versión oficial señala que la Administración de Trump decidió excluir a los ocho países para evitar que, al no haber estados que suplan inmediatamente la producción de Irán, los precios del petróleo se disparen en todo el mundo, lo que afectaría a la economía estadounidense. Cinco de los países excluidos de las sanciones son también los mayores consumidores de crudo iraní: China, India, Corea del Sur, Turquía e Italia (Francia es el sexto).

Roma, en particular, ha importado 5.200 toneladas de crudo de Irán en los primeros ocho meses de 2018, de acuerdo con la Unión Petrolera italiana. El dato coloca a la República Islámica como el tercer proveedor de Italia (12,5% del total de las importaciones italianas), detrás de Irak y Azerbaiyán. "Nuestro enfoque es lograr que los precios se mantengan estables", ha subrayado Mike Pompeo, Secretario de Estado de EEUU.

placeholder Un soldado estadounidense de la Mark VI Patrol Boat ante un petrolero en el mar de Omán. (Reuters)
Un soldado estadounidense de la Mark VI Patrol Boat ante un petrolero en el mar de Omán. (Reuters)

Premio a los populistas, venta de armas...

Sin embargo, esta no es la única razón tras la decisión de Washington. Otras claves remiten al principio de ‘divide et impera’, según observa el analista italiano Lucio Caracciolo, profesor universitario y director de la revista 'Limes' y de 'Heartland' (Euroasian Review of Geopolitics). “Me parece evidente que la exclusión de Italia no ha sido casual y de que se trata de un premio a un Gobierno que desde hace meses mantiene un enfrentamiento abierto con la Unión Europea, léase Alemania”.

“La Administración Trump considera hoy a Italia un socio interesante”, añade Caracciolo, en referencia al Ejecutivo que en la actualidad lideran el Movimiento 5 Estrellas (M5S) y la Liga de Matteo Salvini.

Otros factores han influido en el salvoconducto concedido a Roma. “Con toda probabilidad, EEUU ha querido defender algunos de sus intereses, en particular sus ventas de aviones F-35 (fabricados por la estadounidense Lockheed Martin) a Italia y las bases de espionaje estadounidense en este país, sobre todo la base MUOS de Niscemi, en la isla de Sicilia”, añade el experto. Ambos asuntos han sido en el pasado criticados por uno de los socios del Gobierno italiano, el Movimiento 5 Estrellas.

Otro elemento es la construcción del gasoducto transadriático TAP, que reduciría la dependencia del gas ruso, pero cuyo impacto medioambiental en el sur de Italia también ha supuesto críticas del M5S. “Dudo, sin embargo, de que Trump conozca de cerca estas diferencias dentro del Ejecutivo italiano, creo que ellos ven a Salvini como el verdadero hombre fuerte del país”, precisa Caracciolo. Dicho esto, “alejarse de la línea europea podría debilitar aún más las ya frágiles relaciones (de Italia) con sus socios europeos”, advertía esta semana el diario económico italiano 'Il Sole 24 Ore'.

Con esto como escenario de fondo, dos de los hombres directamente involucrados en el acercamiento de Italia a Estados Unidos habrían sido el embajador italiano en Washington, Armando Varricchio, y el de Estados Unidos en Italia, Lewis Eisenberg, según la prensa italiana.

Foto: Foto de archivo de Federica Mogherini y Javad Zarif, ministro de exteriores iraní. (Reuters)

Elecciones europeas

De ahí que el órdago estadounidense pueda poner a prueba -una vez más- las relaciones entre Italia y sus socios europeos, dice asimismo Alessandro Politi, analista geopolítico y conocedor de las telarañas que se tejen en Washington: “Llama la atención que esta prórroga se terminará coincidiendo con las elecciones europeas de mayo. Parece casi como si EEUU le estuviera permitiendo a los poderes económicos que han apoyado al M5S y la Liga postergar su cabreo hasta después de esa fecha”.

En efecto, Italia -que tras el levantamiento de las sanciones en 2015 fue el primer país europeo en enviar una misión empresarial a Teherán y cuyo presidente, Hasan Rohani, abrió en Roma su gira europea en enero de 2016-, tiene mucho que perder con las sanciones a Irán. En la actualidad, Roma es el primer socio comercial de la República Islámica en la UE, por delante de Francia, Alemania y España. En concreto, de 2015 a 2017, el intercambio ha pasado de 1.500 millones a 5.000 millones de euros.

A ello se suma que diversas empresas han firmado acuerdos de inversión con Irán por más de 20.000 millones de euros, acuerdos que ahora podría quedar en papel mojado. Algunos ejemplos: los proyectos de la empresa Saipem (ENI) para participar en la construcción de oleoductos en Irán y los del operador ferroviario Trenitalia para contribuir en la ampliación de la red de alta velocidad iraní (firmado en 2017).

Según Politi, en cambio, la decisión de excluir a Grecia remitiría a la significativa presencia de China, país que administra también el importante puerto del Pireo.

placeholder El ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, habla ante los medios en el Senado, en Roma. (Reuters)
El ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, habla ante los medios en el Senado, en Roma. (Reuters)

Los mecanismos de la UE no convencen

Los mecanismos que está estudiando la UE para resistir y eludir las sanciones estadounidenses, a través de la creación una entidad especial que facilite las transacciones de las empresas europeas con Irán -conocido como SPV (special purpose vehicle)-, no terminan de convencer a los bancos y empresarios del Viejo Continente. Todavía no ha sido puesta en marcha la sede de este organismo (que debería localizarse en Bélgica), y no son pocos los que dicen que esta medida no llegará a tiempo.

Las sanciones estadounidenses a Irán, primero reintroducidas en agosto y después ampliadas el pasado lunes, “nos ponen en una situación de grandísima dificultad” porque “golpean a todos los bancos iraníes, lo que de facto imposibilita que nuestras empresas puedan operar”, llegó a explicar la vicepresidenta para la Internacionalización del Gremio de Empresarios Italianos (Confindustria), Licia Mattioli.

“No queremos asumirnos el riesgo de que Total sea torpedeada por la Administración Trump”, explicaba por su parte en octubre Patrick Pouyanné, el presidente del grupo petrolero francés, en una entrevista con el The New York Times. La francesa Total, así como la alemana Daimler y la italiana Pininfarina, han ya tomado la decisión de congelar sus inversiones en Irán.

Foto: Donald Trump, tras firmar su primera orden ejecutiva en enero de 2017. (Reuters)

Dicho esto, para el frente político europeo, la partida parece estar lejos de terminar. “En calidad de signatarios del JCPOA (Plan de Acción Integral Conjunto), estamos comprometidos en trabajar especialmente para preservar y mantener los circuitos financieros operacionales con Irán y garantizar la continuidad de las exportaciones de petróleo y de gas iraní", indicaron el lunes en un comunicado conjunto Francia, Alemania, Reino Unido y la Unión Europea (UE). De igual manera, Rusia también ha criticado la medida.

No obstante, el problema de fondo está en convencer a los empresarios, que ven con recelo el riesgo de poner en peligro sus intereses en Estados Unidos. Se estima que solo se podrá mantener el 30% de los intercambios europeos con Teherán. Más aún que la producción de petróleo en otros países productores, Arabia Saudí, Estados Unidos y Rusia ha crecido en el último año, lo que disminuye a largo plazo la disfunción económica que podría provocar la subida de precios por la salida del mercado de Irán.

Ese, en teoría, es también el caso de Italia. “Italia deberá mirar a Arabia Saudí, pero también hacia Azerbaiyán, Kazajistán, y también a Libia, si vuelve a producir como antaño”, explicaba esta semana Davide Tabarelli, presidente de la consultora especializada en energía Nomisma. En la actualidad, Arabia Saudí es el cuarto proveedor de crudo de Italia, seguido por Libia, Rusia, Kazajistán y Nigeria.

Otro elemento es que los pronósticos apuntan a que el comportamiento de Estados Unidos no logrará que Irán se pliegue, bajo la promesa de que si lo hace se levantarán las sanciones. “La Administración Trump sostiene que aumentando la presión sobre Irán logrará que la República Islámica limite sus agitadoras políticas en Oriente Medio. (…) Pero los datos históricos muestran que reducir los recursos de Irán han influido poco, o nada, en el liderazgo (iraní)”, resume el International Crisis Group. Más bien lo opuesto. “La agresividad de la postura estadounidense aumentará el activismo regional de Irán”, añade.

“Es la prueba de la excelente relación que Roma mantiene con Washington”. Así ha reaccionado el Gobierno italiano a la decisión de EEUU de eximir temporalmente a Italia (y a otros siete países) de las sanciones contra Irán. Después de meses de protestas de la Unión Europea, el presidente Donald Trump ha dado el último paso para que su país abandone completamente -violando una resolución de la ONU- el pacto nuclear iraní. Desde entonces, Francia, Alemania y Reino Unido, firmantes del acuerdo de 2015, han condenado la medida, aunque ninguno ha logrado que sus quejas prosperen. Roma es la excepción, lo que ‘de facto’ implica una disparidad de trato que favorece a Italia en un momento en el país y su Gobierno populista son la gran preocupación de la UE.

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