Si el plan de una eurodiputada prospera, los usuarios de coches tipo SUV lo tendrán mal

Cuando el pasado mes de febrero el Parlamento Europeo aprobaba finalmente el proyecto de reglamentación que pondrá fin en 2035 a la venta de vehículos nuevos con motor de gasolina y diésel, tras una votación con 340 votos a favor, 279 en contra y 21 abstenciones, la eurodiputada ecologista francesa Karima Delli fue una de las personas más buscadas por cámaras y micrófonos, pues desde su puesto como presidenta de la Comisión de Transporte de ese órgano legislativo se había mostrado siempre como una firme defensora de la medida, que su grupo, Los Verdes/Alianza Libre Europea, consideraba esencial para reducir las emisiones de CO₂ de los vehículos.

Delli, hija de inmigrantes argelinos, sin experiencia conocida en el mundo laboral al margen de la actividad política y eurodiputada desde 2009, calificaba de "acuerdo histórico que concilia el automóvil y el clima" aquella aprobación parlamentaria, aunque no parece que la eurodiputada francesa se haya dado por satisfecha, pues pocos meses después, y todavía desde la relevancia que le da la presidencia de la Comisión de Transporte y Turismo del Parlamento Europeo, vuelve a la carga. Y esta vez, con un tipo de automóvil concreto en su mirilla, los SUV, aunque también extiende sus propuestas, cuanto menos soprendentes, a otros asuntos.

Porque Karima Delli, justificando en este caso sus planes como medidas que contribuirán a reducir a cero las muertes en accidentes de tráfico, quiere que los conductores noveles puedan tener esa consideración durante más tiempo, incluso hasta tres años, o que durante ese periodo no puedan superar los 90 km/h en ninguna vía, de manera que, por ejemplo, circularían más despacio que los vehículos pesados por las autovías y autopistas. Aunque, si cabe, su idea más sorprendente es la posible prohibición de que esos conductores noveles circulen a determinadas horas para reducir su siniestralidad, y el periodo inicialmente propuesto iría desde la medianoche hasta las 6 de la mañana. Delli, como han recordado ya algunos eurodiputados contrarios a sus medidas, parece pensar solo en las fiestas, el consumo de alcohol y la salida de las discotecas, sin considerar que los conductores noveles también pueden necesitar desplazarse en ese horario por motivos laborales o familiares, entre otros.

Asimismo, Delli quiere que la validez del permiso de conducir en la Unión Europea se reduzca a siete años a partir de los 60 años de edad, a cinco años a partir de los 70 y a solo dos años cuando el conductor cumpla los 80. Y aunque la mayoría de los grupos políticos europeos quieren imponer nuevos exámenes de salud para los conductores de mayor edad, la propuesta de Delli también se aleja de la tendencia general en ese punto, pues la eurodiputada de Los Verdes plantea que esos controles de salud se extiendan a conductores de todas las edades, lo que ha motivado, incluso, la queja de miembros alemanes de su mismo grupo parlamentario, que ven excesivas tanto esa medida como otras propuestas, incluidas las que afectarían de modo especial a los modelos de carroceria SUV (Sport Utility Vehicle).

Carné especial para los SUV

Porque la presidenta de la Comisión de Transportes quiere, por ejemplo, que no valga el actual permiso de conducción B para manejar vehículos de más de 1.800 kilos, y que sea necesario contar para ello con un permiso similar al C, hoy reservado a los conductores de vehículos que superen los 3.500 kilos. Delli habla de un "permiso B+", y aunque incluye en los nuevos vehículos afectados a todos los que rebasen las 1,8 toneladas, la medida se ha interpretado como un ataque de la ecologista gala contra los SUV, el tipo de vehículo preferido hoy por los europeos, y que en algunos mercados, como el español, rebasa el 50% de las matriculaciones.

Al respecto, Karima Delli explicaba recientemente que "los SUV no solo ocupan más espacio y son menos eficientes desde el punto de vista energético, sino que también tienen más probabilidades de verse involucrados en accidentes donde tambien participan turismos ligeros, provocando daños mucho más graves". Pero quienes han mostrado su desacuerdo con la medida ya han recordado a la eurodiputada francesa que la cifra de peso elegida en su propuesta no tiene sentido, dado que muchos SUV pesan menos de 1.800 kilos, hay turismos normales que rebasan esa masa y casi todos los vehículos eléctricos también superan las 1,8 toneladas de peso. Desde el ADAC, el club automovilista más importante de Alemania y del continente, reconocen que no entienden "cómo esto podrá incrementar la seguridad vial". Y muchos de los políticos del Parlamento Europeo se han expresado ya en términos menos diplomáticos, definiendo la propuesta, en el caso del eurodiputado Markus Ferber, del grupo europeo de la CSU, como "catálogo de normas sin sentido".