Una de las sorpresas agradables del año es un coche de gasolina, con etiqueta C y tracción 4x4
El Ateca se vende bajo dos marcas, SEAT y Cupra, y la versión 2.0 TSI 190 pasó este año de la gama de la primera a la oferta de la segunda. Su precio, de 45.760 euros, no es bajo, pero el conjunto mejora y su agrado de uso sorprende
El SEAT Ateca, presentado en 2016 y uno de los modelos SUV de referencia en el mercado español, sigue de actualidad más de siete años después, lo que tiene un mérito especial en un segmento, el de los SUV-C, con frenético ritmo de lanzamientos. Sin duda, ha podido influir el hecho de que fuese elegido por la casa de Martorell para dar pie, en 2018, al primer modelo de su nueva marca Cupra. Un Cupra Ateca de incuestionable personalidad deportiva gracias a la puesta a punto específica de su chasis, a una serie de modificaciones estéticas y a la incorporación del motor 2.0 TSI de gasolina en versión de 300 CV, que unido al cambio automático DSG de doble embrague y siete marchas, y a la tracción total 4Drive, dieron como resultado un SUV de rendimiento más que serio: aceleración de cero a 100 km/h en 5,4 segundos y velocidad maxima de 245 km/h. En países como Reino Unido, Alemania o Suiza casi se los rifaban, porque muchos usuarios encontraron ese rápido y seguro SUV con el que soñaban, y a precios que podían pagar, inferiores a los de fabricantes prémium como Audi, BMW o Mercedes-Benz.
En España, sin embargo, la presencia comercial del Cupra Ateca ha sido más testimonial, algo que ahora puede cambiar porque su gama se agranda hacia abajo, y en ese terreno ya podrá captar nuevos usuarios. Y, para ello, en la firma barcelonesa han repetido un proceso que hace ahora un año ya aplicaron en el León 1.5 eTSI 150 CV: pasarlo de la gama SEAT a la gama Cupra. Es decir, de forma progresiva la marca SEAT se va desprendiendo de sus versiones más altas para engrosar la oferta de Cupra por su parte inferior, de forma que también agranda su público objetivo. Y el último ejemplo lo tenemos en este Ateca 2.0 TSI 190 DSG 4Drive, que desde septiembre, cuando ha arrancado su producción como Cupra, ha dejado de ser un SEAT.
Porque, según los responsables de la compañía, esta versión cumple los requisitos que un cliente de Cupra puede esperar de su coche. Y de ello, tras una semana de pruebas, damos fe. No tiene las soberbias prestaciones del Cupra Ateca de 300 CV, que sigue a la venta con precios por encima de 55.000 euros (con los actuales descuentos, baja de 51.000), pero tiene suficiente potencia para disfrutar de cada kilómetro y, tanto por imagen como por su personalidad dinámica, es todo un Cupra. De hecho, más que muchas de las versiones del Formentor, el bestseller de la marca, o que ese León eTSI 150 que antes citábamos.
Porque aquí, bajo el capó, hay 190 CV de potencia y 320 Nm de par máximo, que es el rendimiento de este dos litros turboalimentado con inyección directa. Y más que las cifras en sí, lo que importa es cómo las despliega, porque esos 190 CV son constantes entre 4.200 y 6.000 revoluciones por minuto, y los 320 Nm están ahí entre 1.500 y 4.100 vueltas, lo que se traduce en un empuje siempre contundente cuando aceleramos, impresión a la que ayuda la rapidez de funcionamiento del cambio automático DSG de doble embrague. Ahí están sus 212 km/h de velocidad punta y, sobre todo, sus 7,2 segundos para acelerar hasta 100 km/h desde parado. Por comparar, un Cupra Formentor con motor 1.5 TSI de gasolina, que rinde 150 CV, pasa de cero a 100 km/h en 8,9 segundos. Además, es potencia controlable, porque el Cupra Ateca de 190 CV es rápido, pero no un misil que se te vaya de las manos.
Pero es que, además, el Cupra Ateca 2.0 TSI 190 DSG tiene tracción total 4Drive, y entre eso y la excelente puesta a punto del chasis, el SUV español (fabricado por Skoda en Chequia, todo sea dicho) va realmente de cine. Por ejemplo, destaca el eficaz trabajo de la suspensión, independiente en las cuatro ruedas y que en el tren trasero recurre a un eje multibrazo del que podremos fiarnos siempre. En el balance entre confort y deportividad, se ha apostado un poco más por lo segundo, y eso se nota sobre asfaltos en mal estado, que no se filtran perfectamente, pero el resultado global nos parece de primera, y resulta difícil encontrar un SUV de esta clase que presuma de un comportamiento tan bueno. Es más, el Cupra Ateca va mucho mejor que muchos coches más bajos. Porque, de hecho, eso ya pasa con el SEAT Ateca.
Y si ya queremos redondear el conjunto, por 778 euros podemos pedir el control de chasis adaptativo (DCC), que permite variar la firmeza de los amortiguadores a voluntad, algo que puede ser interesante si frecuentamos carreteras muy malas o si queremos optimizar las sensaciones del coche en cada situación. Nuestra unidad lo equipaba, y sí contribuye a mejorar el compromiso entre comodidad y dinamismo.
Pero el chasis no es solo la suspensión. También es el sistema de frenos, y ahí encontramos cuatro discos ventilados de buen tamaño que cumplen su labor con potencia y resistencia. O la dirección, donde el Cupra Ateca entusiasma con un volante de magnífico tacto y que tiene solo 2,1 vueltas entre topes, cuando lo normal en los modelos SUV de este tipo es que haya entre 2,4 y 3 vueltas. Y eso es bueno en ciudad, donde conduciremos sin tener que manotear en los giros o en las rotondas más cerradas, pero sobre todo en carreteras de montaña, donde disfrutas curva tras curva de ese sistema de dirección progresiva. Y no solo por la facilidad con que apuntas, sino por la fidelidad con que el coche sigue la trayectoria ordenada, algo que atribuimos también a la motricidad de sus cuatro ruedas, bien repartida siempre, y al trabajo de sus Bridgestone Turanza T005, en medida 245/40 R19 y que agarran como lapas hasta en carreteras empapadas como las que nos recibieron en Asturias, donde transcurrió buena parte de nuestro test.
Personalizado y bien equipado
Las levas de cambio en el volante son de serie, pero, puestos a pedir, nos gustaría que también lo fuera el selector de modos de conducción Cupra Drive Profile, que es opcional y permite personalizar la respuesta de motor y chasis. En el equipo de serie sí encontramos elementos que convierten al SEAT Ateca en un Cupra Ateca, como las llantas de aleación Sport Black & Silver de 19 pulgadas y el difusor trasero aerodinámico, o, ya en el interior, las citadas levas, el volante deportivo calefactable, molduras específicas en las puertas, unos estupendos asientos delanteros y los tapizados con pespuntes en el característico tono cobre de Cupra.
Asimismo, de serie vienen ayudas de conducción (ADAS) como el asistente de frenada automática con detector de peatones, ciclistas y vehículos, el control de velocidad de crucero o los faros Full LED. En cuanto a conectividad, incluye el navegador con pantalla táctil de 9,2 pulgadas, instrumentación digital en pantalla de 10,25 pulgadas configurable, conexión con Android Auto y Apple CarPlay, y control remoto de funciones Cupra Connect; y tampoco faltan el asistente de aparcamiento automático o el climatizador automático bizona.
El precio, de 45.760 euros antes de posibles descuentos (la factura se queda ahora en unos 44.000 euros), podría citarse entre los puntos menos favorables, porque hablamos de un SUV con motor de gasolina sin ningún tipo de hibridación y, por tanto, sin etiqueta Eco, pues el Ateca 2.0 TSI 190 DSG 4Drive se conforma con el distintivo C. Pero, como conjunto, y si no necesitamos una etiqueta más ecológica, la nueva versión convence, pues asocia dinamismo y agrado a las virtudes habituales de todo Ateca, que sin ser un modelo especialmente grande (4,38 metros de largo por 1,84 de ancho y 1,61 de alto), ofrece cinco buenas plazas y un maletero de 485 litros.
En cuanto al consumo, la marca española homologa 8,1 l/100 km de media, que no es poco, aunque los 55 litros de capacidad del depósito dan para moverse bastante entre repostajes. E incluso en ese capítulo hay buenas noticias, porque le hemos medido un promedio real de 7,2 l/100 km, y un gasto de 7,3 litros cada 100 kilómetros en autovía a 120 km/h sin aire acondicionado. Pero bajar de 6,5 litros será imposible y, en cambio, podremos irnos más allá de los 9 y 10 litros si practicamos una conducción alegre, algo a lo que esta versión invita.
El SEAT Ateca, presentado en 2016 y uno de los modelos SUV de referencia en el mercado español, sigue de actualidad más de siete años después, lo que tiene un mérito especial en un segmento, el de los SUV-C, con frenético ritmo de lanzamientos. Sin duda, ha podido influir el hecho de que fuese elegido por la casa de Martorell para dar pie, en 2018, al primer modelo de su nueva marca Cupra. Un Cupra Ateca de incuestionable personalidad deportiva gracias a la puesta a punto específica de su chasis, a una serie de modificaciones estéticas y a la incorporación del motor 2.0 TSI de gasolina en versión de 300 CV, que unido al cambio automático DSG de doble embrague y siete marchas, y a la tracción total 4Drive, dieron como resultado un SUV de rendimiento más que serio: aceleración de cero a 100 km/h en 5,4 segundos y velocidad maxima de 245 km/h. En países como Reino Unido, Alemania o Suiza casi se los rifaban, porque muchos usuarios encontraron ese rápido y seguro SUV con el que soñaban, y a precios que podían pagar, inferiores a los de fabricantes prémium como Audi, BMW o Mercedes-Benz.