Otro paso en el resurgimiento de Lancia: desvela el prototipo que marcará sus diseños

Hablar de renacimiento en el caso de Lancia sería incorrecto, porque la marca italiana nunca llegó a desaparecer, y lo único que ha sucedido en estos últimos años es que su actividad comercial quedó limitada a Italia, donde su único modelo a la venta, el Ypsilon, sigue siendo, aún hoy, uno de los favoritos del público local. Sin embargo, tras la unión del grupo italoamericano Fiat FCA con el francés PSA para formar el gigante Stellantis, sus dirigentes, encabezados por Carlos Tavares, decidieron que había que hacer algo con Lancia, y optaron por la revitalización, poniendo al frente a uno de los hombres que mejor conocía la casa y que con mayor pasión defendía el futuro de esa marca: Luca Napolitano.

Y esa revitalización, o resurgimiento, dos términos que parecen más adecuados, se hará en torno a la electrificación, al lanzamiento de tres nuevos modelos dentro de un calendario que abrirá el futuro Ypsilon en 2024 y al nuevo estilo de diseño, que en la firma definen como vanguardista pero inspirado en la tradición de Lancia y en sus coches más emblemáticos: Aurelia, Flaminia, Beta, Stratos... Además, el propio Napolitano lleva meses hablando de italianidad y de diseños interiores que permitan al usuario sentirse dentro del coche como si estuviese en su casa, para lo cual quiere trasladar al habitáculo de los próximos Lancia un estilo y unas sensaciones inspiradas en los muebles italianos de alta calidad, lo que acabó traduciéndose en el acuerdo de colaboración entre el fabricante de coches turinés y la empresa de decoración Cassina, dos clásicos representantes del made in Italy.

En noviembre pasado viajamos precisamente hasta Turín para conocer el primer prototipo de esa nueva Lancia, el Pu+Ra Zero, pero el diseño desvelado en el Palacio Venaria Reale, a las afueras de la ciudad, iba poco más allá de una mera declaración de intenciones, pues se trataba de una etérea escultura tridimensional, una forma flotante y azulada de la que pocas conclusiones podían extraerse. Por así decirlo, la montaña había parido un ratón. Pero los responsables de la marca se comprometieron a lanzar más adelante un vehículo que avanzase de manera más fiel y menos espiritual cómo sería el futuro diseño de Lancia, y ese modelo es el que ahora se ha desvelado en el Salón del Mueble de Milán, un evento elegido para, de la mano de su nuevo socio Cassina, seguir vendiendo italianidad y esa mezcla de innovación y tradición por la que se apuesta.

Y aunque este Lancia Pu+Ra HPE ahora exhibido sigue sin ser un vehículo definitivo, y ni siquiera avanza un coche de calle similar, sí permite hacerse una idea algo más aproximada de lo que puede llegar. Porque, para empezar, ya es un coche. Verde, para transmitir sus avances en sostenibilidad, y con rasgos que deberíamos encontrar en los futuros Lancia, como el logotipo de la marca en el lateral, una ópticas traseras circulares que se inspiran en las del Stratos o un frontal que reinterpreta la histórica parrilla de la marca, pues ahora consta de tres rayos luminosos que permitirán reconocer a distancia los coches de Lancia. Y aunque el nombre del nuevo prototipo emplea las siglas HPE, usadas por vez primera en el Lancia Beta hace casi medio siglo, el significado no es el mismo: del High Performance Estate, o familiar de alto rendimiento, al High Performance Electric, o eléctrico de alto rendimiento. Porque el Pu+Ra HPE es eléctrico.

Pero un eléctrico futurista. O, mejor dicho, un eléctrico que nos cuenta cómo quiere Lancia que sean los eléctricos en el futuro: más de 700 kilómetros de autonomía, tiempos de recarga que superen por poco los 10 minutos, un consumo medio inferior a 10 kWh/100 km... Por así decirlo, otra declaración de intenciones, aunque en este caso de tipo técnico. En Lancia explican que para lograr esos objetivos cuidarán al máximo la aerodinámica, con factores como la rebaja de la altura del techo, el uso de retrovisores exteriores digitales muy delgados o las llantas especiales con neumáticos desarrollados específicamente por Goodyear. Y aclaran también desde Lancia que el Pu+Ra HPE, pese a su aspecto futurista, ya monta órganos concretos del nuevo Ypsilon, como batería, motor, suspensiones o frenos, entre otros.

Asimismo, la firma de Turín ha contado algo más sobre su estrategia de lanzamientos y de electrificación, que comenzará dentro de un año con la llegada de ese nuevo Ypsilon, un modelo que se fabricará en la planta zaragozana de Stellantis en Figueruelas a partir de abril de 2024, y del que habrá versiones tanto eléctricas como híbridas de gasolina. Pero a partir de 2026, Lancia ya solo presentará vehículos eléctricos, y desde 2028, coincidiendo con el lanzamiento del nuevo Delta, la marca italiana ya solo venderá modelos eléctricos.

El interior, pura innovación

Pero el Pu+Ra HPE no solo trata de transmitir los rasgos estéticos exteriores que veremos en los tres futuros vehículos de la casa, sino que también innova en el habitáculo, con el que Lancia y Cassina quieren llevar al coche el estilo de un hogar contemporáneo, destacando la alfombra redonda o los asientos delanteros inspirados en los sillones Maralunga, diseñados por Vico Magistretti para Cassina. Además, presume de un amplio acristalamiento, capaz de inundar el interior con luz natural, y la luneta posterior integra una reinterpretación de las persianas venecianas.

Según Lancia, además, el 70% de las superficies que podemos tocar son sostenibles desde el punto de vista medioambiental, pues son reciclados o reciclables, o cuentan con certificación de bajo impacto ecológico. Por ejemplo, los paneles de las puertas se revisten con un material llamado Marm/More, que reproduce el pesado mármol pero es mucho más ligero y adaptable, y está fabricado por Limonta y la startup Fili Pari con un 50% de polvo de marmol de desecho y tejidos reciclados. Y otro ejemplo es la mesa de centro del Pu+Ra HPE, fabricada con M49 BioAcetate Renew Mazzucchelli, un acetato de celulosa ampliamente usado en el mundo de la moda, especialmente en la fabricación de gafas.

Por último, el prototipo visto en Milán estrena la tecnología Effortless by Lancia, destinada a que el usuario se sienta como en casa. Uno de sus pilares es SALA (Sound Air Light Augmentation), un interfaz virtual que centraliza las funciones de audio, climatización e iluminación, permitiendo a conductor y pasajeros adaptar el ambiente dentro del coche mediante botones táctiles u órdenes de voz.