Luca de Meo, CEO de Renault Group, llama a la "movilización europea" en una carta abierta

El presidente de la asociación de los fabricantes de automóviles en Europa (ACEA), Luca de Meo, ha hecho pública, en calidad de CEO de Renault Group, la que llama Carta a Europa, enviada en 12 lenguas a los principales responsables de la toma de decisiones y a los sectores interesados, un documento de 20 páginas en el que se dirige a todos los actores de la vida política europea.

“Antes de que empiece la campaña electoral, con sus consiguientes debates, quisiera hacer oír mi voz, no para meterme en política, sino para contribuir en la decisión sobre cuál es la política adecuada a seguir”, explica el directivo italiano.

A pocas semanas de las elecciones europeas, el documento llama a la movilización europea para, según el firmante, triunfar colectivamente en la transición energética de la industria del automóvil. Pero también para convertir este periodo de transformación sin precedentes en un trampolín hacia una renovación industrial en Europa, desarrollando la cooperación intersectorial y liderando proyectos a gran escala entre los sectores público y privado. "Con Airbus, ya hemos visto lo que Europa puede hacer. Intensificando las iniciativas de cooperación, pondremos a nuestra industria en el camino de la reactivación”, afirma De Meo, quien aclara que “más que una petición, esta Carta a Europa es una hoja de ruta”.

Luca de Meo expone su diagnóstico, recordando la importancia del sector del automóvil no sólo para la economía, sino también para el modo de vida europeo, enfrentado hoy a una competencia desequilibrada: "Los americanos estimulan, los chinos planifican, los europeos regulan”, dice el máximo responsable de Renault Group y de ACEA.

En su misiva, Luca de Meo formula siete recomendaciones y ocho medidas para desarrollar lo que él considera una auténtica política industrial europea, competitiva y descarbonizada: "Europa debe inventar un modelo híbrido", implicando por ejemplo "a las 200 mayores ciudades de Europa en la estrategia de descarbonización", creando una "Liga de Campeones de la Industria" para recompensar a los más comprometidos con la transición, y estableciendo "zonas económicas verdes" que concentrarían las inversiones y subvenciones para la transición energética.

En relación a lo que él denomina “la revolución eléctrica”, el CEO de Renault Group propone también la puesta en marcha de 10 grandes proyectos europeos en campos estratégicos que van más allá del sector del automóvil: promover los coches pequeños europeos es uno de ellos, no obstante, pero también revolucionar el reparto de la llamada última milla, desarrollar las infraestructuras de recarga y la tecnología V2G o aumentar la competitividad de Europa en semiconductores, entre otros objetivos.

Convencido de que "la transición ecológica es un deporte de equipo" y de que "la industria automovilística europea podría erigirse rápidamente en la solución a los retos a los que se enfrenta el continente", la Carta a Europa de Luca de Meo hace un llamamiento a responsables políticos y municipales, ONGs, agentes de los sectores de la energía, el software y la digitalización, y ciudadanos europeos en general, para que se movilicen y colaboren en la creación de un nuevo ecosistema de movilidad en el viejo continente.

La carta de Luca de Meo

Dentro de las 20 páginas que conforman su propuesta, tiene especial relevancia la carta, firmada por Luca de Meo con fecha 19 de marzo, que aquí reproducimos íntegra:

“Del 6 al 9 de junio, los europeos elegiremos nuestro parlamento para los próximos cinco años, e inmediatamente después en Bruselas se constituirá una nueva Comisión. Es un momento muy importante en la vida democrática del continente. Mediante sus decisiones y normativas, Europa influye tanto en nuestra vida diaria como en la economía. Sus decisiones tienen y tendrán una gran repercusión en numerosos sectores de actividad, empezando por la industria del automóvil, de la que soy uno de los representantes. Y son los diputados electos quienes debatirán y aprobarán las decisiones más importantes de los próximos años. Quiero dejar claro que soy un europeísta convencido. He ocupado puestos de responsabilidad en varios países europeos: Alemania, Bélgica, España, Francia e Italia. Y creo firmemente en el futuro de la industria automovilística europea, una industria que se ha volcado de lleno en la transición energética.

Pero este gran compromiso (valorado en 250.000 millones de euros) requiere la implementación de un marco claro y estable.

Si quiero hacer llegar mi voz en vísperas de los debates que alimentarán la campaña electoral, no es para hacer política, sino para contribuir a elegir la política adecuada. La política que permitirá a nuestras empresas hacer frente a todos los retos tecnológicos y geopolíticos del momento. Para lograrlo, creo en el esfuerzo conjunto y en la alianza entre el sector público y el privado. En su día, con Airbus, Europa demostró lo qué es capaz de hacer. Intensificando la colaboración, nuestra industria emprenderá el camino de la renovación”.

Una Europa de normativas

En las 20 páginas del documento, Luca de Meo realiza un diagnóstico sobre la situación actual y detalla los seis retos principales a los que se enfrenta el sector, una presión que aumenta para los actores europeos de la industria, bajo el signo de la batalla por el desarrollo sostenible. Entre esa media docena de retos destaca la descarbonización, la revolución digital, la volatilidad tecnológica, la volatilidad de los precios y la formación de los empleados, aunque es a las normativas a las que el CEO de Renault Group dedica mayor atención.

Porque, según el directivo italiano, cada año se cuentan entre ocho y 10 nuevas normativas, y a los coches se les pide que sean cada vez más sofisticados y que consuman menos combustible; y, al mismo tiempo, que sean más baratos. Para De Meo, las exigencias sociales y medioambientales se traducen en un sinfín de ensayos y controles que superar, y en nuevas normas que cumplir, lo cual ha tenido, en su opinión, un efecto totalmente contraproducente: de media, los turismos son un 60% mas pesados. Desde los años 90, esta política favorecería objetivamente a los modelos prémium y perjudicaría a los modelos populares.

Además, y siempre según el CEO de Renault Group, para adaptarse a estas exigencias, los fabricantes no solo han deslocalizado su producción (40% de puestos de trabajo perdidos en Francia y similar tendencia en Italia), sino que también han vendido sus vehículos un 50% más caros aproximadamente. Para De Meo, el resultado es un parque automovilístico que está envejeciendo peligrosamente su edad media, pasando en el conjunto europeo de siete a 12 años. En su opinión, por tanto, el balance global de CO₂ es negativo, siendo las emisiones de las furgonetas las que más rápidamente han crecido: un 45% desde 1990, según sus datos.