El último informe sobre electromovilidad en España dice que sí crecemos, pero despacio

Cada tres meses, la patronal de los fabricantes de automóviles con presencia en España (Anfac) publica su Barómetro de la Electromovilidad, en el que a partir de los datos de matriculaciones de vehículos enchufables, ya sean eléctricos puros (BEV) o híbridos enchufables (PHEV), y de los puntos de recarga eléctrica de acceso público instalados elabora un índice que, sobre un máximo de 100, permite medir cómo está siendo el proceso hacia esa nueva movilidad eléctrica elegida para los usuarios por los políticos europeos, un índice que permite comparar con los de otros países de nuestro entorno para saber qué estados avanzan más deprisa y cuáles lo hacen más despacio.

Y en el último informe, con datos cerrados a 31 de diciembre de 2023 y centrado en lo que ocurrió en nuestro país durante el último trimestre del pasado año, se observa que España sigue progresando en el desarrollo de electromovilidad, destacando los 11.173 nuevos puntos de recarga instalados durante 2023, hasta alcanzar un total de 29.301. Es decir, avanzamos en materia de electrificación, pero todavía lentamente y lejos del ritmo del conjunto de la Unión Europea, pues a pesar del notable crecimiento en puntos de recarga durante el pasado año, el volumen de puntos de recarga logrado se sitúa lejos de los 45.000 fijados como objetivo para el año pasado si queremos alcanzar las metas marcadas desde el Gobierno español.

En concreto, el indicador global de electromovilidad del estudio de Anfac alcanza ya una valoración total de 14,1 puntos, lo que supone un crecimiento de 3,7 puntos respecto al año anterior. Pero si eso suena a buena noticia, la mala noticia es que la media europea logra un mejor ritmo, situándose ya en 27,4 puntos sobre 100, que son 13,3 puntos por encima de nuestra media nacional.

Las ventas de electrificados

Durante el pasado año 2023, el indicador de penetración del vehículo electrificado se situó en España en 21,5 puntos, lo que supone un incremento de 4,6 a lo largo de todo el ejercicio. Pero en la clasificación europea, España se sitúa todavía a la cola, solo por delante de Italia (19,5 puntos), Hungría (17,8) y República Checa (14,7), mientras que la media europea está en 40,4 puntos sobre 100, que son 4 puntos más que un año antes.

En ese sentido, los cambios en la normativa del mercado alemán han impactado, en general, en los resultados del índice europeo, pues el fin de las ayudas a los híbridos enchufables (PHEV) ha desembocado en ese país en una caída de 7,2 puntos en 2023. Eso ha permitido que España, con una mejora de 4,6 puntos, haya logrado recortar 6 décimas frente a la media UE-27. En cuanto al resto de países, destaca el incremento de Países Bajos (+15,6), Portugal (+16,3) y Francia (+9,5), siendo especialmente llamativo el caso portugués, pues durante el 2023 se ha situado ya en la cuarta posición del ranking, por delante de Francia y Reino Unido.

En cuanto a España, en 2023 se vendieron 124.628 vehículos electrificados, con un aumento del 47% respecto al 2022 y representando ya el 11% del mercado. Al respecto, las ventas dirigidas al canal de empresas representaron el 51,3% del mercado total de electrificados. Y dentro de este canal, el 14,8% de las ventas son de turismos electrificados, mientras que los canales de particular y alquilador se sitúan en torno al 10%. Por tanto, casi la mitad de los turismos electrificados es adquirido por las empresas; y de ahí que desde la patronal de los fabricantes se urgiera al Gobierno en el pasado Foro Anfac a tomar medidas fiscales que incentiven la compra de estos vehículos por parte de las empresas con, por ejemplo, la bonificación del 100% del IVA.

Si analizamos al resto de vehículos, la electrificación avanza, pero a ritmos desiguales, y todavía con bajos volúmenes de ventas. El caso más destacable son los autobuses urbanos, con 538 nuevas matriculaciones que suponen el 14,3% de las ventas, impulsadas por la apuesta de las ciudades por la movilidad sostenible y la renovación de los vehículos de combustión por flotas de autobuses electrificados. Por su parte, los vehículos comerciales ligeros electrificados supusieron el 6,8% de las ventas en 2023, con 9.965 unidades, mientras que el ritmo de ventas es muy bajo en los industriales electrificados, que apenas llegan al 1,2%, con 341 unidades matriculadas.

La infraestructura avanza algo

Pero tampoco la infraestructura de recarga en 2023 avanzó al ritmo deseado, de modo que España sigue en los últimos puestos del ranking europeo. Y es que el 2023 se cerró con una valoración de 6,7 puntos sobre 100 en el índice de infraestructura de recarga, 2,8 puntos por encima del índice un año antes. Un crecimiento insuficiente que hace que nuestro país se sitúe lejos del ritmo de desarrollo de la media europea, que registra un crecimiento de 4,8 puntos en ese mismo periodo, hasta alcanzar una valoración total de 14,4 puntos. Al respecto, hay que destacar los avances logrados por Países Bajos y Noruega, que lideran el ranking con 71,1 y 60,4 puntos, respectivamente.

Si pasamos a números más precisos, la infraestructura de recarga de acceso público alcanzó los 29.301 puntos el pasado 31 de diciembre, lo que en comparación con el año anterior supone un notable aumento de 11.173 nuevos puntos de recarga, siendo el mayor crecimiento anual registrado desde la publicación del primer Barómetro de la Electromovilidad de Anfac en 2019.

Pero no importa solo el número de puntos de carga, sino también su calidad o su potencia. En este sentido, es destacable el crecimiento de los puntos de recarga ultrarrápida producido durante el año, habiéndose cerrado 2023 con un total de 827 puntos nuevos con potencias de al menos 150 kW. Pero en España no existen puntos de carga de acceso público dedicados específicamente a vehículos pesados eléctricos.

No obstante, desde Anfac se destaca que en la red actual hay identificados 7.728 puntos de recarga de acceso público fuera de servicio, ya sea por encontrarse en mal estado, averiados o que aún no se han podido conectar a la red de distribución eléctrica, normalmente por problemas burocráticos. Esta cifra representa el 21% de la infraestructura total, por más que se hayan reducido en 1.141 los puntos de recarga con incidencias en comparación con los que no funcionaban al finalizar el tercer trimestre. Desde la entidad calculan que, si estos puntos estuviesen operativos, en nuestro país habría 37.029 puntos de recarga de acceso público.

Para José López Tafall, director general de Anfac, “el sector está comprometido con una movilidad sostenible donde el vehículo electrificado sea el principal vector de este nuevo ecosistema. Los datos de recarga este año son positivos, y los ciudadanos deben saber que es posible circular sin problemas con un vehículo eléctrico por el territorio. Sin embargo, no estamos yendo al ritmo que deberíamos. Nos hemos quedado muy lejos de esos 45.000 puntos de recarga marcados para lograr los objetivos del PNIEC para 2030, y este año la exigencia aumenta hasta los 64.000, dos veces la red actual. El despliegue de puntos de recarga interurbanos lleva más tiempo del deseado y, si no aceleramos y resolvemos la falta de coordinación y gobernanza, el binomio mercado-infraestructura se desacopla. Por eso hay que acelerar y fijar objetivos vinculantes no a 2030, sino ya para 2024 y 2025, y así año tras año”.

El índice demuestra, además, que Europa se sigue partiendo en dos en materia de electrificación, con países como Alemania y Portugal liderando la penetración del vehículo electrificado y, otros, como España, Italia, Hungría o República Checa, en el vagón de cola y cada vez a mayor distancia de los mejiores.