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¿Vuelve el 'dieselgate'? Una ONG alemana tratará de retirar 10 millones de coches
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Denuncia al organismo que mide emisiones

¿Vuelve el 'dieselgate'? Una ONG alemana tratará de retirar 10 millones de coches

Un tribunal alemán ha fallado a favor de la demanda del grupo ecologista DUH contra el KBA, organismo encargado tras el 'dieselgate' de vigilar las emisiones de los coches, por autorizar 'software' que consideran ilegal. Y preparan más acciones

Foto: El PEMS es un sistema que se fija a la parte trasera del coche para medir sus emisiones reales.
El PEMS es un sistema que se fija a la parte trasera del coche para medir sus emisiones reales.

La historia viene de muy atrás, exactamente desde que en septiembre de 2015 salió a la luz que Volkswagen, a lo largo de casi siete años, había usado en los motores diésel TDI de la familia EA189 Euro 5 un software capaz de alterar los resultados durante los controles técnicos de contaminantes, en los que generaba menos emisiones que durante la conducción normal. Lo que acabaría llamándose dieselgate, un caso que también afectó a otras marcas de automóviles, obligó a revisar aproximadamente 11 millones de vehículos, a los que se dotó finalmente de una centralita actualizada que reducía sobre todo las emisiones de óxidos nitrosos (NOx), lo que no detuvo el torrente de demandas contra los diferentes fabricantes involucrados, pero también contra algunos de sus directivos.

placeholder En 2017, el grupo ecologista DUH probó un Golf Variant con su centralita ya actualizada.
En 2017, el grupo ecologista DUH probó un Golf Variant con su centralita ya actualizada.

Y, ya en 2017, por ejemplo, la ONG alemana DUH (Deutsche Umwelthilfe) cuestionó la medida correctora, denunciando entonces al organismo federal KBA, encargado de vigilar las emisiones reales de los vehículos y sus sistemas de software, por aprobar una actualización de la centralita que, según los ensayos de ese veterano grupo ecologista, reducía las emisiones de NOx, pero no lo suficiente, llegando a registrarse emisiones reales que triplicaban el límite fijado por la norma Euro 5: frente a los 180 mg/km legales, DUH midió gracias a un PEMS (portable emissions measurement system, o sistema portátil de medición de emisiones) hasta 602 mg/km con un Golf TDI Variant dotado de la nueva centralita. Sin embargo, el tribunal administrativo de Schleswig decidió rechazar entonces la demanda contra el KBA a propósito de los Golf TDI.

Hasta 10 millones de coches

Pero, cinco años después, aquella historia sigue coleando, hasta el punto de que un tribunal acaba de fallar a favor de la demanda planteada por DUH contra el KBA por permitir que se comercialicen en el mercado alemán vehículos dotados de un software de recirculación de gases de escape que, según la ONG denunciante, es ilegal. En concreto, los responsables del DUH piden que se retiren del mercado o vuelvan a ser llamados a revisión todos los Golf de motor TDI afectados, aunque anuncian que extenderán sus acciones legales contra otros vehículos de Volkswagen, e incluso de otras marcas como BMW o Mercedes-Benz, lo que podría elevar el número de coches retirados o revisados a 10 millones si emprenden nuevas demandas.

placeholder Un Ford con un PEMS ('portable emissions measurement system') de Bosch.
Un Ford con un PEMS ('portable emissions measurement system') de Bosch.

La decisión judicial ahora conocida revocaría, por tanto, la decisión del KBA de autorizar los Golf TDI dotados de la nueva centralita en sus motores EA189, aunque desde Volkswagen explican que el fallo del tribunal puede ser apelado, y que en cualquier caso no existe una amenaza inmediata de que el organismo oficial encargado de controlar las emisiones y el software empleado en los motores vaya a revocar las licencias de esos automóviles u ordenar modificaciones en la centralita. No obstante, la firma de Wolfsburg indica que esperará a recibir pronto los fundamentos del tribunal en su sentencia para decidir los próximos pasos, al tiempo que vuelve a defender la necesidad del software utilizado en sus motores, que considera legal y evita riesgos en la mecánica.

La historia viene de muy atrás, exactamente desde que en septiembre de 2015 salió a la luz que Volkswagen, a lo largo de casi siete años, había usado en los motores diésel TDI de la familia EA189 Euro 5 un software capaz de alterar los resultados durante los controles técnicos de contaminantes, en los que generaba menos emisiones que durante la conducción normal. Lo que acabaría llamándose dieselgate, un caso que también afectó a otras marcas de automóviles, obligó a revisar aproximadamente 11 millones de vehículos, a los que se dotó finalmente de una centralita actualizada que reducía sobre todo las emisiones de óxidos nitrosos (NOx), lo que no detuvo el torrente de demandas contra los diferentes fabricantes involucrados, pero también contra algunos de sus directivos.

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