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El otro boom IA: préstamos milmillonarios garantizados por chips para comprar más chips
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El otro boom IA: préstamos milmillonarios garantizados por chips para comprar más chips

Algunas de las mayores operaciones de financiación de deuda privada de la historia cuentan ahora con el respaldo de las GPU impulsoras de la revolución tecnológica

Foto: Foto: Reuters/Florence Lo.
Foto: Reuters/Florence Lo.
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Cuando una importante empresa propietaria de chips de inteligencia artificial quiso captar miles de millones de dólares para comprar más, recurrió a una serie de empresas de inversión de Wall Street para obtener un préstamo respaldado por los propios chips.

CoreWeave, una compañía con sede en Nueva Jersey que dispone de chips de inteligencia artificial y equipos informáticos para centros de datos, recaudó la semana pasada 7.500 millones de dólares en uno de los mayores acuerdos de financiación de deuda privada jamás realizados. El gigante de la inversión Blackstone lideró la operación, que permitirá financiar la expansión de CoreWeave a centros de datos de todo el mundo y le ayudará a comprar más chips a Nvidia, el principal proveedor de potencia computacional de cara al "boom" de la inteligencia artificial.

Los chips de GPU (unidad de procesamiento gráfico) de Nvidia son fundamentales para el desarrollo de los modelos de IA más avanzados, los que producen texto, imágenes y audio como los de los humanos. Son caros y cada vez más difíciles de conseguir, ya que algunos gigantes tecnológicos como Amazon y Microsoft gastan miles de millones de dólares en ellos en una competición por aumentar su potencia computacional.

Su utilidad ha otorgado a Wall Street otro tipo de poder, convirtiéndolos en activos que pueden respaldar préstamos. CoreWeave no es el único poseedor de chips que se ha endeudado con sus activos. Al menos otras tres operaciones de este tipo se han cerrado desde que el auge de la IA despegara el año pasado, recaudando más de 10.000 millones de dólares para empresas que alquilan el acceso a los chips utilizados para crear y desplegar sistemas de IA como ChatGPT de OpenAI.

Su utilidad ha otorgado a Wall Street otro tipo de poder, convirtiéndolos en activos que pueden respaldar préstamos

Las empresas y los banqueros afirman que hay más acuerdos en marcha, lo que pone de manifiesto el rápido crecimiento de las “startups” que ofrecen servicios de computación de IA y el ansia de los inversores por participar en este fenómeno. Conseguir el capital no ha sido nada barato, operaciones como la de CoreWeave han venido acompañadas de tipos de interés significativamente superiores a los de los préstamos bancarios o los bonos corporativos, que oscilan en torno a las cifras bajas de dos dígitos, según los banqueros y las empresas que han participado en las transacciones. Los elevados tipos de interés reflejan el riesgo que asumen estos inversores con empresas que todavía no han demostrado su potencial y con garantías que aún no han sido puestas a prueba.

Sin embargo, este modelo encaja con un crecimiento de la IA que avanza a pasos agigantados, con una demanda de los servicios de las startups de computación de IA que crece demasiado deprisa como para que puedan demostrar ingresos o beneficios suficientes para atraer a los prestamistas tradicionales. Los grandes contratos de CoreWeave con clientes como Microsoft han contribuido a generar confianza entre los prestamistas respecto a la solidez de su futuro financiero.

Los costosos préstamos para chips también podrían resultar más bien una medida provisional que una fuente de financiación a largo plazo para los prestatarios, a medida que se vayan consolidando financieramente y puedan recurrir a prestamistas más tradicionales. CoreWeave espera tener 5.000 millones de dólares de beneficios antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización el año que viene, según personas al corriente de sus finanzas.

Foto: Ilustración de un chip y el logo de Taiwan Semiconductor Manufacturing Company. (Reuters/Dado Ruvic)

“Cuando se trata de construir y expandir una empresa a la velocidad a la que lo estamos haciendo, es el acceso al capital lo que define el éxito o el fracaso”, afirmó Michael Intrator, director ejecutivo de CoreWeave. La empresa buscará con el tiempo formas más baratas de obtener fondos, añadió, pero por ahora “nos da lo que necesitamos, que es la energía para poder avanzar a este tamaño y escala”.

Todo depende de la fuerza del auge de la IA. La demanda de chips de IA ha mostrado pocos signos de desaceleración en los últimos meses, aunque las grandes empresas tecnológicas y las startups están teniendo dificultades para generar unos ingresos a partir de la IA que justifiquen el coste de la potencia computacional en la que se basa.

"Es el acceso al capital lo que define el éxito o el fracaso".

Las cifras de ingresos de Nvidia del miércoles proporcionarán el último indicador de la demanda; los analistas esperan que sus ingresos se tripliquen con creces en el último trimestre, hasta los 24.600 millones de dólares, y que sigan aumentando de forma constante a partir de entonces. Las acciones de Nvidia casi se han duplicado en lo que va de año y se triplicaron el año pasado.

Blackstone, que invierte de forma temática en sus diversas líneas de negocio, estaba buscando la manera de aprovechar el éxito de la IA cuando surgió la oportunidad de CoreWeave en 2023. La empresa de capital riesgo ya había hecho una gran apuesta por los centros de datos en sus negocios inmobiliario y de infraestructuras, comprando el gestor de centros de datos QTS en 2021 y más tarde, en 2023, cerrando un acuerdo con Digital Realty para el desarrollo de centros de datos por valor de 7.000 millones de dólares.

Foto: Logo de Merlin Properties. (Ana Beltrán)

CoreWeave necesitaba mucho dinero. En ese momento, además, la empresa era pequeña, con solo unos 30 millones de dólares de ingresos en 2022. No obstante, tenía chips. Blackstone terminó coliderando con la compañía de fondos de cobertura Magnetar Capital una financiación de 2.300 millones de dólares para CoreWeave, que comenzó suministrando potencia computacional para la minería de criptomonedas antes de pasarse a la IA. Blackstone aportó 1.000 millones de dólares de esa cantidad, a los que también contribuyeron las empresas de inversión Coatue, DigitalBridge, BlackRock, Pimco, Carlyle y Great Elm.

Los acuerdos de financiación establecen una caja fuerte metafórica que alberga todos los chips de IA de CoreWeave. Cualquier ingreso que la empresa genere de los clientes que utilicen esos chips tan avanzados, que cuestan decenas de miles de dólares cada uno, se destina en primer lugar a pagar a sus prestamistas. Cualquier excedente de efectivo tras el pago del préstamo fluye a la empresa como ingresos netos.

CoreWeave necesitaba mucho dinero. No obstante, tenía chips.

Para sentirse cómodo con esta estructura, Blackstone pasó mucho tiempo hablando con Nvidia, haciéndole preguntas sobre el funcionamiento de los chips, si la tecnología iba a resistir el paso del tiempo y si los chips conservarían su valor cuando una nueva generación los sustituyera, explicó Jasvinder Khaira, director sénior del grupo de oportunidades de inversión de la empresa, que ayudó a dirigir la operación.

“Si estuvieran arrendando flotas de Jeep Cherokees, podrían acudir a un banco”, dijo Khaira refiriéndose a CoreWeave. “Estábamos intentando hacer algo que nos proporcionara una inversión atractiva y abriera el mercado”. Blackstone proporcionó 4.500 millones de dólares en la última financiación de CoreWeave, repartiendo el préstamo entre varios de sus vehículos de inversión. Según los asesores, es probable que con el tiempo los inversores se sientan más cómodos con las novedosas formas jurídicas, lo que podría reducir los costes de los préstamos y propiciar más operaciones.

Foto: Sede del Departamento del Tesoro de Estados Unidos en Washington. (Getty/Chip Somodevilla)
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El negocio ya está ganando velocidad. Lambda Labs, otra empresa de computación en la nube de IA, recaudó 500 millones de dólares en una operación respaldada por los chips de Nvidia en abril. Applied Digital, una empresa dedicada a la gestión de centros de datos y al alquiler de chips de IA, está a punto de cerrar un acuerdo de financiación por valor de cientos de millones de dólares, según ha declarado su director ejecutivo, Wes Cummins. Intrator, de CoreWeave, declaró que los 7.500 millones de dólares que recaudó este mes se invertirían rápidamente, y que la empresa volvería a por más a finales de año.

Al principio, hablar con inversores escépticos sobre las ventajas de los vehículos de préstamo respaldados por chips de IA era como leer un texto antiguo a un elefante, dijo Stéphane Fisch, directivo de Argo Capital que ha lanzado una operación de este tipo. “Cuando empecé a hacer esto, todo el mundo pensaba que estaba loco. Ahora la gente comienza a ver la luz”.

*Contenido con licencia de The Wall Street Journal. Traducido por Federico Caraballo

Cuando una importante empresa propietaria de chips de inteligencia artificial quiso captar miles de millones de dólares para comprar más, recurrió a una serie de empresas de inversión de Wall Street para obtener un préstamo respaldado por los propios chips.

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