Es noticia
¿Héroes o villanos? Grifols, el regreso de Gotham y el dilema de los bajistas
  1. Mercados
  2. El Valor Añadido
Una operativa controvertida

¿Héroes o villanos? Grifols, el regreso de Gotham y el dilema de los bajistas

El informe del fondo bajista contra Grifols reabre el debate sobre el papel de este tipo de inversores y el riesgo de manipulación de los mercados

Foto: El presidente ejecutivo de Grifols, Thomas Glanzmann. (EFE/Andreu Dalmau)
El presidente ejecutivo de Grifols, Thomas Glanzmann. (EFE/Andreu Dalmau)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

¿Héroes o villanos? La última acometida de Gotham City Research ha vuelto a poner sobre el tapete un debate tradicional en los mercados financieros, tan manido como irresoluto, como es el de la consideración que se debe dar a los inversores bajistas.

A medida que Grifols se esfuerza por desmontar las acusaciones vertidas por el fondo y los analistas detectan aparentes errores en los planteamientos en los que se basa el informe, son muchas las voces que se han alzado para denunciar los peligros inherentes a una operativa capaz de desencadenar profundas turbulencias en el parqué y fulminar miles de millones de euros en apenas unas horas con poco más que una serie de sospechas interesadas.

Una desconfianza a la que ha contribuido la propia actuación del fondo, que, pese a asegurar que las acciones de Grifols debían valorarse a 0 euros, cerró la posición corta que había abierto sobre el grupo (a través de su matriz General Industrial Partners), el mismo día en que emitió su informe, en el que las caídas máximas rondaron el 43%. "Vemos inversores diciendo: tú no puedes decir que esto no vale nada y recomprarlo a 8 euros", señaló un trader, en declaraciones a Bloomberg.

Resulta obvio, como señalaba este mismo jueves el director de inversiones de Panza Capital, Beltrán de la Lastra, que Gotham City "no son hermanitas de la caridad" y que, tras su supuesto papel de atrapavillanos financieros, existe un obvio interés especulativo. Solo hay que llegar a la segunda página de su informe sobre Grifols para encontrar un extenso disclaimer en el que se recoge con claridad su interés en hacer caer las acciones de la compañía.

Foto: Sede de Grifols en Barcelona. (EP/David Zorrakino)

Difícilmente puede discutirse la acusación lanzada desde Grifols sobre el interés especulativo que subyace tras la operativa de Gotham City. Pero no es menos cierto que ese componente especulativo rodea casi cada resorte de los mercados financieros.

Si los comentarios de Gotham sobre Grifols pueden considerarse interesados, no menos interesados son los de la dirección de la compañía catalana intentando desmontarlos. Y de igual manera pueden intuirse incentivos, más o menos perversos, en las valoraciones emitidas desde otras partes del mercado. Un banquero que ha prestado cientos de millones a una compañía o un analista que ha recomendado persistentemente su compra tienen mucho capital profesional invertido en que Gotham no tenga razón.

Gotham no habría logrado el impacto de su informe sin el prestigio labrado previamente

Ahí es donde entra en juego la credibilidad. No puede pasarse por alto que si Gotham logró con su publicación motivar un derrumbe de las acciones de Grifols, que llegó a superar el 43% en la sesión de este martes, (y que sigue perturbando de forma significativa la evolución de su cotización), fue por dos razones.

Por un lado, porque se trata de una firma que, pese a su escasa transparencia y a sus conocidos intereses especulativos, ha adquirido a lo largo de los años un prestigio reseñable por su capacidad para detectar comportamientos fraudulentos, malas prácticas de contabilidad o errores críticos de comunicación que otros actores del mercado no habían sido capaces de descubrir o valorar adecuadamente (precisamente, son sus intereses bajistas los que le permiten enfocar sus recursos a analizar en profundidad compañías concretas que la mayor parte de los analistas de las firmas de inversión tradicionales, con decenas de cotizadas bajo su cobertura, difícilmente pueden permitirse).

El caso Gowex representa un ejemplo obvio del valor de sus pesquisas, que justifica que expertos como Guillermo Santos, socio de iCapital, defiendan que "la existencia y actividad de firmas como Gotham es siempre un elemento positivo para el mercado, pues favorece la apertura, control y transparencia de este, como se ha demostrado en muchos casos".

¿A quién cree el mercado?

Por otra parte, porque las acusaciones emitidas por Gotham sobre Grifols inciden sobre unas áreas en las que el fabricante de hemoderivados ya venía generando suspicacias desde hace años, como son sus prácticas contables y sus poco transparentes relaciones con sociedades vinculadas, como es el caso de Scranton. No deja de ser significativo que, tras la publicación del informe del fondo bajista, buena parte de los analistas que cubren el valor admitieran que, grosso modo, estas cuestiones eran de sobra conocidas, aunque esto no fuera óbice para que la mayoría de ellos recomendara (y aún recomiende) comprar sus acciones.

Sobre la primera cuestión, se puede asumir que ese prestigio del que goza Gotham está en juego en cada una de sus actuaciones. Y que si, como muchas voces advierten, en este caso se ha excedido con acusaciones exageradas, descontextualizadas o simplemente falsas, su imagen puede acabar viéndose seriamente golpeada, limitando su capacidad de éxito —y, por ende, de generar ingresos— en futuras operaciones, al margen de que pueda enfrentarse a problemas en los tribunales.

"Si Gotham se ha extralimitado en sus acusaciones, lo podrá decidir un juez, y si su análisis carece del rigor necesario, lo decidirán los inversores y eso pesará sobre el prestigio de Gotham City Research", observa Patricia García, socia directora de MacroYield y directora del máster en finanzas de Esic Business&Marketing School. El derrumbe del 37.6% que acumulan desde la publicación del informe las acciones de Grifols, al cierre de la sesión de este viernes, evidencia que aún hoy los inversores parecen más inclinados a confiar en el juicio de Gotham que en las explicaciones de la compañía que dirige Thomas Glanzmann. Un inversor que considere que Grifols vale realmente los más de 14 euros por acción a los que cotizaba el lunes, antes del informe bajista, tiene ahora una oportunidad de oro para comprar un 40% por debajo.

Foto: Sede de Grifols en Barcelona. (EP/David Zorrakino) Opinión

En lo referente a los fallos tradicionales de transparencia y comunicación que se achacan a Grifols, los expertos parecen inclinados a confiar en que esta crisis obligará a resolverlos en mayor o menor medida. No en vano, la propia CNMV ha requerido ya a la compañía unas explicaciones que, hasta la fecha, había podido esquivar, pese a derivarse de operaciones hechas hace ya más de un lustro.

"La situación no está exenta de riesgos y esperamos que sirva para pulir algunas facetas de Grifols, especialmente en su política financiera/de financiación y de gobierno corporativo, para que todos los intereses de los accionistas queden igualmente protegidos", observa José Ramón Ocina, analista de Mirabaud Securities, en una nota publicada este viernes. Cualquier avance en este sentido puede considerarse un resultado favorable de la acción de Gotham City.

Con todos estos factores sobre la mesa, aún pueden discutirse algunas cuestiones, especialmente en relación con la respuesta de los reguladores a las turbulencias generadas por el fondo bajista. Así, por ejemplo, Pablo García, director de Divacons-Alphavalue, se muestra partidario de que, ante la emisión de este tipo de informes, se suspenda la cotización de la compañía afectada, dando tiempo al mercado a sopesar la veracidad o no de las acusaciones y a la empresa a emitir sus explicaciones. Impidiendo, además, a los bajistas aprovechar la confusión inicial para embolsarse en minutos ganancias millonarias a costa de unos accionistas minoritarios que jugarían en desventaja.

Se puede discutir si la CNMV tendría que haber suspendido la cotización de Grifols

Esta, sin embargo, puede verse como una herramienta con cierto peligro, en la que deben estar bien establecidos los límites. Los mercados están plagados de informes e informaciones con capacidad para mover las acciones y no parece apropiado bloquear la capacidad de los inversores de comerciar con esos títulos de forma recurrente para facilitar decisiones más reposadas.

Pero se acepte o no la necesidad de ajustes en la respuesta de los reguladores a los ataques bajistas, no parece esta razón suficiente para censurar la actuación de Gotham City o cualquier otro fondo bajista que busque respaldar sus apuestas con informes —sobre los que se puede discrepar más o menos, como con cualquier otro informe— sobre las compañías afectadas. En el dilema entre héroes o villanos, probablemente a Gotham y sus aliados no les encaje a la perfección ninguna de las etiquetas. Su papel debe entenderse más como el de otra de las piezas necesarias para hacer funcionar de la mejor manera posible el siempre complejo escenario de los mercados financieros.

¿Héroes o villanos? La última acometida de Gotham City Research ha vuelto a poner sobre el tapete un debate tradicional en los mercados financieros, tan manido como irresoluto, como es el de la consideración que se debe dar a los inversores bajistas.

Grifols Empresas Bolsas
El redactor recomienda