Desconcierto entre los analistas por el derrumbe de la acción tras la conferencia de Grifols

A primera vista, la conclusión parece obvia. Si Grifols buscaba con el encuentro con inversores de este jueves aplacar las tensiones y rehacer la confianza del mercado, el resultado ha sido un fiasco notable.

Las acciones del grupo de hemoderivados ya habían arrancado la jornada bajo el influjo de las dudas generadas por el informe de Gotham City que el repunte del miércoles —tras el cierre por parte del fondo de su apuesta bajista— no había sido suficiente para despejar.

Así, poco antes del arranque de la conferencia, los títulos de Grifols llegaron a registrar pérdidas superiores al 7%. Posteriormente, con las primeras aclaraciones, incluida la refutación de que Scranton (la sociedad en el foco de las sospechas) sea un holding familiar, la cotización experimentó una sensible mejora, reduciendo los recortes al entorno del 2,5%. Pero este alivio resultaría temporal, ya que pocos minutos después los números rojos volvieron a engordar, hasta superar el 12% al término de la llamada. Y aún se multiplicarían hasta superar el 16% al cierre de la sesión.

Un desempeño que tiene difícil encaje con la lectura hecha por los analistas del encuentro. “Creemos que los mensajes fueron tranquilizadores y que el precio de las acciones debería estar recuperándose”, afirmaba en una nota publicada pocos minutos después del encuentro Patricia Cifuentes, analista de Bestinver Securities, quien se reafirmaba en su consejo de compra sobre el valor, al que otorga un precio objetivo de entre 15 y 16 euros.

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A lo largo de la tarde, diversas firmas de análisis, como Citi, Sabadell o Renta 4, emitieron sus respectivas lecturas de la reunión, sin modificar ni su recomendación positiva sobre la compañía ni la valoración que le otorgan. También Alantra, a pesar de que su analista recogió en una nota su sensación de que el grupo había perdido la oportunidad de trasladar al mercado un mensaje más contundente sobre su disposición de mejorar su transparencia y gobernanza.

Con todo, la lectura general de la conferencia ha sido moderadamente favorable. “Valoramos positivamente las aclaraciones por parte de la compañía que, aunque no nos ha aportado mucha información adicional, ha demostrado que la comunidad inversora no se muestra excesivamente preocupada por los argumentos vertidos por Gotham, todos de carácter contable y no operativos, como ha quedado patente por las preguntas de los analistas”, indicaba en su nota posterior a la conferencia Álvaro Arístegui, analista de Renta 4, que mantiene un consejo de sobrerretorno y precio objetivo de 22,5 euros.

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En el mercado, había especial interés por conocer la información que Grifols aportaba en torno a Scranton, el grupo vinculado a la familia y con el que ha sellado una serie de tratos que se encuentran en el centro de las sospechas azuzadas por el informe de Gotham. Y aunque algunas voces del mercado defienden que habría resultado más efectivo el anuncio de una simplificación de las relaciones entre ambas firmas, entienden que la información aportada (que Scranton cuenta con 22 accionistas de los que solo tres son miembros de la familia Grifols y que estos poseen menos del 20% del capital) debería ser suficiente para aliviar las preocupaciones.

“Me parece relevante, porque siendo así se demuestran menos verosímiles las acusaciones de que la familia podría estar maniobrando para trasladar riqueza de un lado a otro”, considera Arístegui.

Con todo esto sobre la mesa, el experto de Renta 4 considera sospechosa la brusca caída registrada por la cotización en los minutos finales del encuentro con analistas. “Repentinamente, han entrado varias órdenes de venta de gran tamaño provenientes de Estados Unidos”, apunta, sugiriendo la posibilidad de que se haya tratado de un ataque bajista concertado. “No me sorprendería que en los próximos días se desvele que algunos fondos han tomado posiciones cortas en Grifols”, añade.

Desconfianza y volatilidad

Durante la jornada se negociaron algo más de 12 millones de acciones A de Grifols (un 2,8% del total), una cifra inferior a la de las dos sesiones previas pero unas 10 veces superior a la media diaria reciente de la compañía.

Según estas teorías, algunos fondos bajistas habrían aprovechado la desconfianza que rodea estos días a Grifols para tratar de magnificar la eficacia de su operativa. Al emitir fuertes órdenes de venta en la parte final de la conferencia, estarían tratando de generar la sensación de que las explicaciones de la dirección del grupo no estaban siendo convincentes, provocando una reacción en cascada entre los temerosos accionistas del grupo de hemoderivados.

Precisamente, esa persistente desconfianza en torno a la compañía y su gobernanza es la clave de la debilidad de sus títulos, según se desprende de la nota emitida por los analistas de Banco Sabadell, que aconseja comprar las acciones con un precio objetivo de 19,5 euros. “En nuestra opinión, los mensajes lanzados han sido contundentes en cuanto a la falsedad de las acusaciones vertidas por Gotham, aunque aportan novedades limitadas respecto a los comunicados lanzados en los últimos días”, apuntan. Sin embargo, añaden, “pensamos que el daño reputacional ya está hecho y la simple sospecha de existencia de irregularidades podría seguir generando volatilidad en la cotización, sobre todo teniendo en cuenta que el resultado de la investigación de la CNMV y de las acciones legales emprendidas por Grifols probablemente se extenderá en el tiempo”.

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Lo que se vaya conociendo en torno a la información aportada por parte de Grifols ante los requerimientos de la CNMV podría ser una base importante para el restablecimiento de la confianza (o para lo contrario), pero en el fondo lo que los expertos creen es que, en última instancia, el único remedio efectivo para los recelos de los inversores —siempre que no surjan nuevas sospechas de comportamientos ilícitos— debe venir por el lado del negocio.

“En nuestra opinión, la clave para recuperar la confianza sigue estando en que Grifols continúe haciendo delivery a nivel operativo, generación de caja y reducción del endeudamiento, tanto orgánica como inorgánica”, sostienen en Sabadell.