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Radiografía de las carteras de deuda de la banca: se carga de bonos de España e Italia
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EN PLENA SUBIDA DE TIPOS

Radiografía de las carteras de deuda de la banca: se carga de bonos de España e Italia

Los inversores ponen el foco en las potenciales pérdidas provocadas por las subidas de tipos en la inversión en deuda. Los bancos españoles aumentaron exposición en 2022

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El mercado ha puesto la lupa en las inversiones en renta fija ante el riesgo de que el impacto de la subida de tipos provoque pérdidas relevantes, como se está viendo en Estados Unidos. En España, la banca incrementó su exposición a la deuda pública el año pasado, aunque priorizando la clasificación de los bonos a coste amortizado, sin influencia contable hasta el vencimiento.

La crisis de Silicon Valley Bank (SVB) y de otras entidades en Estados Unidos ha hecho tambalearse al mercado, destrozando las expectativas de más subidas de tipos que habían tratado de construir los bancos centrales y con fuertes números rojos en renta variable, además de reducciones de los tipos en el mercado secundario de deuda.

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Uno de los motivos del desplome de SVB son las pérdidas por la subida de tipos en su cartera de deuda. Se estima que las pérdidas del valor de los bonos incluidos en la cartera disponible para la venta en la banca estadounidense es de 275.000 millones, ante las alzas de tipos que ha provocado la Reserva Federal (Fed) para combatir la inflación.

Este escenario de escalada casi vertical de los tipos también se ha visto en Europa, donde en un año el Banco Central Europeo (BCE) ha pasado del 0% al 3%, y este jueves alcanzará el 3,5%, salvo sorpresa mayúscula. Y también los bancos han comprado mucha deuda en los últimos meses para engordar sus carteras y generar ingresos.

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Sin embargo, las entidades españolas optan mayoritariamente por clasificar los bonos a coste amortizado, lo que implica que se prevé que se mantengan hasta el vencimiento, por lo que las variaciones en los precios no afectan a la solvencia a través de su impacto en el patrimonio. Así, los cupones generan ingresos en los márgenes, pero no afecta al resultado de operaciones financieras (ROF), donde se anotan plusvalías y minusvalías.

Los bancos españoles ya tuvieron un susto con la deuda italiana en 2018. Sabadell, por ejemplo, sufrió una sangría bursátil que luego prolongó con la crisis de TSB. En aquel momento, turbulencias políticas provocaron pérdidas en los bonos italianos, que habían comprado las entidades españolas por tener cupones mayores que las emisiones españolas.

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El año pasado, ante las alzas de tipos, los bancos volvieron a lanzarse a comprar deuda, aunque con mayor peso en coste amortizado que en el pasado. Después de varios años de tipos cercanos al 0% o negativos, y tras haberse cargado de liquidez durante el covid, los bancos se pusieron a comprar deuda pública. Según datos del Tesoro, los bancos pasaron de un dato de tenencia de deuda española de 139.352 millones en noviembre de 2021 a cerrar 2022 al borde de los 169.000 millones.

Pero no solo han comprado deuda española, también italiana. Santander, por ejemplo, incrementó su inversión en deuda pública desde 164.068 millones en 2021 hasta los 193.942 millones de 2022. En ese periodo, según el informe anual, la tenencia de deuda italiana se incrementó desde 1.531 millones hasta 8.329 millones, más de cinco veces más. La inversión en deuda española se incrementó desde 20.638 millones hasta 26.876 millones.

Santander incrementó su inversión en deuda pública desde 164.068 millones en 2021 hasta los 193.942 millones de 2022

BBVA va al contrario del resto. Aunque sí incrementa su cartera de deuda pública o ALCO, desde 45.600 millones hasta 57.900 millones, la inversión en bonos italianos se redujo desde 8.300 millones hasta 7.400 millones, y con mayor proporción en valor razonable (las variaciones del precio impactan en el patrimonio, y, por lo tanto, afectan al capital), desde 5.000 millones hasta 4.200 millones. La tenencia de deuda española sí aumentó, desde 14.600 millones hasta 18.600 millones, con un repunte en la parte clasificada en valor razonable desde 3.200 millones hasta 6.000 millones.

CaixaBank, por su parte, tiene una cartera de exposición al riesgo soberano de 101.621 millones, de los que 77.733 millones son deuda pública, y de esta cantidad 58.236 millones son en bonos del Tesoro español, por encima de los 55.623 millones del cierre de 2021. A valor razonable, ha habido descenso, desde 14.757 millones hasta 11.591 millones en total, y en deuda española desde 11.817 millones hasta 6.644 millones.

El banco catalán que preside José Ignacio Goirigolzarri acabó el año pasado con una inversión de 3.721 millones, que no desglosa por países, y que se incrementó desde los 1.377 millones. Si se mira el riesgo soberano, que incluye también préstamos a administraciones públicas, la exposición a Italia es de 4.668 millones a diciembre, frente a los 4.240 millones de un año antes, la mayoría a coste amortizado.

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En cuanto a Sabadell, la tenencia total de renta fija se elevó desde 21.800 millones hasta 26.700 millones. El grueso está en coste amortizado (21.300 millones) y en deuda española (16.700 millones), mientras que en bonos italianos cuenta con 3.100 millones. En ambos casos la cartera crece: en 700 millones en deuda italiana y en más de 6.000 millones en española.

Bankinter ha elevado su inversión en deuda pública, que pasa de 8.932 millones hasta 10.260 millones

Bankinter también ha elevado su inversión en deuda pública, que pasa de 8.932 millones hasta 11.600 millones, con mayor peso en deuda española, que se eleva desde 6.354 millones a 7.343 millones, mientras que la renta fija soberana italiana pasa de 1.629 millones a 1.746 millones. La mayoría de la deuda está a coste amortizado.

Por último, dentro de los bancos cotizados, Unicaja tiene casi toda la deuda a coste amortizado, con 25.531 millones, frente a 417 millones a valor razonable, mientras que el año anterior eran 22.713 millones en coste amortizado y 599 millones en valor razonable. La mayoría está en España, con 16.057 millones, pero también hay una inversión relevante en el Tesoro italiano, con 8.017 millones. Estas cifras se incrementaron desde 14.151 millones y 7.692 millones, respectivamente.

El mercado ha puesto la lupa en las inversiones en renta fija ante el riesgo de que el impacto de la subida de tipos provoque pérdidas relevantes, como se está viendo en Estados Unidos. En España, la banca incrementó su exposición a la deuda pública el año pasado, aunque priorizando la clasificación de los bonos a coste amortizado, sin influencia contable hasta el vencimiento.

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