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Crisis climática y salud

Ya no es solo emergencia climática, sino también sanitaria

Un nuevo informe de la revista médica 'The Lancet' revela los graves y crecientes riesgos para la salud derivados del rápido avance del calentamiento global y el alto coste en vidas humanas de la inacción climática

Foto: El cambio climático se ha convertido en una amenaza directa a la salud de millones de personas en todo el mundo. (EFE/Jagades Nv)
El cambio climático se ha convertido en una amenaza directa a la salud de millones de personas en todo el mundo. (EFE/Jagades Nv)

El nuevo informe de la revista científica The Lancet "Countdown on Health and Climate Change 2023", dirigido por el University College de Londres, analiza las últimas proyecciones del calentamiento global del planeta y revela los “altísimos riesgos a la salud” que representa la inacción de los gobiernos frente a la emergencia climática. Coincidiendo con la publicación de este informe, la ONU denunciaba esta misma semana que, lejos de reducirse, con los actuales compromisos internacionales las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) crecerán casi un 9% hasta 2030, lo que nos aboca al peor de los escenarios.

Ante esta situación, los autores del informe de The Lancet, en el que han participado 114 expertos de 52 centros de investigación y organismos de la ONU de todo el mundo, incluidas la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Meteorológica Mundial (OMM), estrechan el vínculo entre la salud y el cambio climático y denuncian la “negligencia” de los gobiernos, las empresas y las entidades financieras que siguen invirtiendo dinero en la industria de las energías fósiles, principales responsables del aumento de emisiones de GEI, mientras los desafíos para nuestra sociedad y los costos de adaptación aumentan año tras año.

Foto: Los médicos exigen más compromisos contra el cambio climático (EFE)

“El daño que estamos provocando al planeta se acerca a un punto de no retorno para la supervivencia del ser humano”, advierte el informe, mientras insiste en que “sin la implementación de medidas de mitigación contundentes y rápidas para abordar las causas subyacentes del cambio climático, la salud de la humanidad corre grave peligro”. En 2023, el planeta experimentó las temperaturas globales más altas de los últimos 100.000 años, y todos los continentes batieron sus récords de calor. Debido a ello, el riesgo para la salud aumentó en todo el mundo hasta alcanzar niveles de pandemia, convirtiendo el cambio climático en una amenaza real y directa para la vida de las personas.

placeholder Asfalto derretido por el calor en Nueva Delhi (India). (EFE/Harish Tyagi)
Asfalto derretido por el calor en Nueva Delhi (India). (EFE/Harish Tyagi)

Con el actual nivel de calentamiento global, situado en torno a los 1,14 grados centígrados, los días de temperaturas extremas han aumentado hasta alcanzar las 86 jornadas al año, lo que representa graves perjuicios para la salud humana. En consecuencia, la mortalidad asociada a las olas de calor en personas mayores de 65 años ha aumentado un 85% en la última década, muy por encima del aumento del 38% proyectado si no hubiera cambio climático: es decir, teniendo en cuenta solo los cambios demográficos.

Emergencia climática... y alimentaria

Los autores alertan que, si no se activan medidas inmediatas para reducir las emisiones de GEI, el aumento en la intensidad y recurrencia de los fenómenos meteorológicos extremos está causando cada vez más muertes directas de personas en todo el planeta y elevando el número de habitantes que ven en riesgo el acceso al alimento y al agua potable. Así, la mayor frecuencia de olas de calor podría provocar que alrededor de 525 millones de personas más experimenten inseguridad alimentaria de moderada a grave para el período de 2041-2060, lo que aumentaría el riesgo de malnutrición a nivel global, afectando incluso a regiones de países en desarrollo que, en las próximas décadas, podrían afrontar también situaciones de emergencia alimentaria.

placeholder Ganaderos afectados por la sequía en México. (EFE/STR)
Ganaderos afectados por la sequía en México. (EFE/STR)

De igual modo, el cambio en los patrones climáticos está acelerando también la transmisión de enfermedades infecciosas en regiones del planeta que hasta ahora se consideraban a salvo. Por ejemplo, el aumento de la temperatura de los océanos ha hecho que el área de las costas del planeta propicia para la propagación de bacterias del género Vibrio, que pueden ocasionar vibriosis y otras enfermedades graves, aumente su extensión a razón de más de 300 km cada año desde 1982, por lo que un número récord de 1 400 millones de personas están en riesgo de padecer diarrea, infecciones severas, sepsis y otras dolencias graves.

Una situación que amenaza particularmente a los países costeros de Europa, donde el área de su litoral que está adquiriendo las condiciones propicias para el desarrollo de esta bacteria no deja de aumentar, superando actualmente los 140 km por año, lo cual se podría traducir a corto y medio plazo en un aumento de hasta el 40% de afectados y en la probable propagación de las afecciones por todo el continente.

placeholder Una mujer camina con su hijo por un maizal desecado en África. (EFE/IO)
Una mujer camina con su hijo por un maizal desecado en África. (EFE/IO)

En el caso de otras enfermedades que tienen como vector a mosquitos tropicales cuyas especies se hallan en plena expansión por el calentamiento global, como la fiebre del Zika, la malaria o el dengue, su potencial de transmisión se podría incrementar hasta un 32% en los próximos años. Esto activaría las alertas sanitarias frente a unas enfermedades que se consideraban erradicadas y para las que los sistemas sanitarios de los países europeos no tienen protocolos de atención generalizados.

¡Es por nuestra salud!

Ante tan alarmantes proyecciones, los esfuerzos de adaptación por sí solos no pueden seguir el ritmo al que está avanzando el cambio climático. Como comenta la profesora Stella Hartinger, directora del centro regional para Sudamérica de The Lancet Countdown, “los costos asociados están acelerándose hasta tal punto que se están volviendo insalvables”. Para esta experta “el mundo debe dar un paso más allá y no tan solo tratar de paliar los efectos del cambio climático en la salud, sino enfocarnos en su prevención”. Para ello, “se deben acelerar las estrategias de mitigación, y no solo de adaptación, en todos los sectores. Solo así lograremos que la magnitud de los peligros para nuestra salud no superen la capacidad de adaptación de los sistemas sanitarios”.

placeholder Las inundaciones provocan ya miles de muertes en todo el mundo. (EFE/F. Guasco)
Las inundaciones provocan ya miles de muertes en todo el mundo. (EFE/F. Guasco)

En la misma línea de argumentación, para la Dra. Marina Romanello, investigadora sobre cambio climático y salud en el University College de Londres y directora ejecutiva de The Lancet Countdown, "nuestro estudio revela que los crecientes impactos del cambio climático en la salud se están cobrando ya miles de vidas y están reduciendo los medios de subsistencia de las personas en todo el mundo", todo ello cuando el nivel de calentamiento apenas ha empezado a despuntar. Pero las previsiones de aumento de temperaturas ante el actual ritmo de emisiones de GEI no son para nada optimistas.

Foto: El aumento de desastres naturales está incrementando el riesgo sanitario. (EFE)

"Con 1.337 toneladas de CO₂ emitidas cada segundo —denuncia esta científica—, no estamos reduciendo las emisiones de GEI con la rapidez suficiente para mantener los riesgos climáticos dentro de los niveles que nuestros sistemas sanitarios pueden soportar". La directora del estudio alerta que “La inacción tiene un enorme coste para nuestra salud, y no podemos permitirnos este nivel de desinterés: lo estamos pagando con vidas”. "Cada momento que nos retrasamos en impulsar la acción climática a nivel global hace más difícil el camino hacia un futuro habitable y provoca que la adaptación resulte cada vez más costosa y difícil", sostiene Romanello.

placeholder Médicos y enfermeras, en una protesta climática en Londres. (EFE/Andy Rain)
Médicos y enfermeras, en una protesta climática en Londres. (EFE/Andy Rain)

El informe concluye que sin una mitigación profunda y rápida de las emisiones de GEI que nos permita atajar el avance del cambio climático hacia los peores escenarios, la salud de la humanidad está en grave peligro. Para sus autores “estas duras conclusiones deben obligar a los gobiernos a tomar medidas urgentes para que la economía mundial se convierta en neutra en carbono cuanto antes”.

En respuesta a la publicación del informe, el secretario general de la ONU, António Guterres, ha declarado: “La continua expansión de los combustibles fósiles es una sentencia mortal para millones de personas. No hay excusa para un retraso persistente en la acción climática. El aumento de temperatura debe limitarse a los 1,5 grados si queremos evitar lo peor del cambio climático, salvar millones de vidas y ayudar a proteger la salud de todos los que habitamos la Tierra”.

El nuevo informe de la revista científica The Lancet "Countdown on Health and Climate Change 2023", dirigido por el University College de Londres, analiza las últimas proyecciones del calentamiento global del planeta y revela los “altísimos riesgos a la salud” que representa la inacción de los gobiernos frente a la emergencia climática. Coincidiendo con la publicación de este informe, la ONU denunciaba esta misma semana que, lejos de reducirse, con los actuales compromisos internacionales las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) crecerán casi un 9% hasta 2030, lo que nos aboca al peor de los escenarios.

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