Es noticia
"Apartamento en Villaverde, a cinco minutos de Sol": cómo Airbnb penetra en los barrios obreros
  1. España
  2. Madrid
ASÍ ES EL ANFITRIÓN DE PERIFERIA

"Apartamento en Villaverde, a cinco minutos de Sol": cómo Airbnb penetra en los barrios obreros

Una nueva investigación muestra qué clase de estrategias utilizan los anfitriones en los barrios de la periferia para competir con los alojamientos hoteleros del centro

Foto: Edificios residenciales en Villaverde, Madrid. (Europa Press/Ricardo Rubio)
Edificios residenciales en Villaverde, Madrid. (Europa Press/Ricardo Rubio)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

Si entra en AirBnb y teclea Villaverde en el buscador, se encontrará con lo siguiente: “Acojedor [sic] loft con excelente ubicación, fácil desplazamiento al centro de la ciudad, a 13 kms de Plaza Mayor, Puerta de Toledo, Museo Reina Sofía y 15 kms del estadio Santiago Bernabéu”; “El mejor sitio para pasar unos días inolvidables en la ciudad que nunca duerme, Madrid”; “Muy bien comunicado a 200 metros de la Renfe Villaverde Alto. Muy cerca del centro comercial Parquesur a tan solo 8 minutos en coche”; “Tu familia lo tendrá todo a un paso en este alojamiento situado en pleno centro”.

Pablo Martínez, investigador del GECU (Grupo de Estudios Críticos Urbanos) de la UNED, explicaba hace poco que “Airbnb está intentando colonizar la periferia y los barrios obreros de Madrid, pero no lo consigue”. La mayor parte de rentas turísticas sigue concentrándose en el centro de la ciudad. “Airbnb tiene fuertes límites para su expansión física por las periferias de Madrid. Es lenta y poco numerosa en cuanto a número de pisos”.

A pesar de ello, como explica en su último trabajo, publicado en Journal of Urban Affairs junto a Jorge Sequera y Javier Gil, hay más viviendas en alquiler de lo que esperaban en la periferia obrera madrileña. “Nos empezamos a dar cuenta de que de repente había apartamentos en zonas donde nosotros entendíamos que no deberían existir”, explica el investigador a El Confidencial. Concretamente, en Villaverde, aún más lejos que barrios que ya se habían convertido en reclamos turísticos como Usera o Carabanchel, como mostraban unos 243 anuncios en todo el distrito.

En su análisis, los investigadores se dieron cuenta de que, por las características de la plataforma (en la que los propietarios ponen a disposición sus viviendas), más que una colonización por parte de la plataforma, lo que ocurría es que la desigualdad que tiene lugar dentro de la ciudad de Madrid se reproducía en los apartamentos turísticos. El anfitrión de Airbnb en barrios como Villaverde es proletario y autoexplotado.

"En Villaverde se queda lo precario, y lo que genera riqueza se va al centro"

“En las plataformas, hay un nuevo espacio paralelo a la ciudad que permite insertar espacios para la reproducción del capital sin ningún tipo de limitaciones”, explica el autor. “En Villaverde se queda lo precario, y lo que genera riqueza se va al centro”. Eso ha provocado la aparición de un perfil peculiar de anfitrión, el de periferia, que en cierta forma es heredero de la clase obrera que se estableció hace medio siglo en los barrios, prosperó para adquirir una vivienda en propiedad y ahora complementa sus ingresos poniendo en alquiler las habitaciones de aquel piso que de repente pasa a formar parte del circuito turístico.

Un piso céntrico en Colonia Marconi

Los apartamentos situados en barrios de la periferia tienen muy difícil competir con los que se encuentran en el centro. “Las personas que se hospedan en Villaverde vienen a hacer turismo por los espacios tradicionalmente turísticos”, explica Martínez. “Pero los turistas no vienen para hacer turismo en Villaverde, sino en el centro. Los anfitriones reducen los precios para competir con los del centro, pero esto por sí solo no los hace competitivos”.

Por ello, los anfitriones tienen que llevar a cabo distintas estrategias para llamar la atención de sus posibles huéspedes, como encontraron los investigadores en su análisis de 3.992 comentarios publicados en estos alojamientos. La primera es generar una nueva espacialidad que se puede resumir en los razonamientos que Martínez y sus compañeros identificaron en las descripciones de las ofertas: A cinco minutos de Sol, apartamento en Villaverde”.

“La propia descripción que ponían algunos en el título era muy burda”, explica el investigador. “Era una estrategia llevada a cabo por los anfitriones, pero retroalimentada por los huéspedes: hay una cita de Marx que dice que el capital se reproduce mejor cuando reduces el tiempo en el que una mercancía se transporta porque permite aumentar las ganancias, y aquí ocurre lo mismo, pero con el espacio digital. La manera de revalorizar Villaverde es haciendo ver dentro de la plataforma que forma parte del mismo circuito espacial turístico, que está al lado de Lavapiés”.

Muchos anuncios sugieren que Villaverde está más cerca de lo que realmente está. “Se recortan muy a la baja los minutos, porque es la única manera de poder demostrar que tu apartamento es competitivo con el centro”, explica. Lo llamativo es que los huéspedes también lo reproducían cuando dejaban sus comentarios al marcharse: “En los comentarios decían que, efectivamente, Villaverde está muy céntrico y es un sitio genial para visitar Madrid”. Cuando la experiencia no era totalmente satisfactoria, de repente, los comentarios se quejaban de que Villaverde está muy lejos.

¿Por qué termina la gente en los barrios de la periferia? Podría parecer que porque los turistas que se quedan a dormir en Villaverde son los mismos que viven en los Villaverde de sus respectivas ciudades, pero Martínez matiza que no tiene por qué ser así. El ahorro entre un apartamento en un barrio periférico o en La Latina o Arganzuela no es tanto. Muchos de los visitantes que se quedan en la periferia lo hacen para sortear las aglomeraciones del centro de la ciudad. Además, el poder adquisitivo de la clase obrera de algunos países es semejante al de nuestra clase media, por lo que lo económico no es tan decisivo. “También hay mucha familia que va a Villaverde porque tiene más espacio, puede aparcar, etc.”.

"El anfitrión tiene que hacer mucho trabajo invisible y no remunerado"

El autoexplotado anfitrión de barrio

La segunda estrategia para competir con los apartamentos del centro es garantizar una experiencia Airbnb de primera. Es decir, sustituir la cercanía por hacerte sentir como en casa de la abuela Conchi. “Hay una cierta experiencia Airbnb: llegar, que todo esté bien colocado, que te atienda alguien para darte las llaves y que sea muy amigable, que te diga dónde ir de tapas y que te deje tres chocolatinas: hay un deseo de cumplimiento de la experiencia que se ha vuelto muy exigente”, explica el investigador.

Muchos de los comentarios de los usuarios están relacionados con el anfitrión. “No todo está perfecto, me ha dado una conversación increíble, ha sido como estar con mi madre en la casa del pueblo” son algunos de los razonamientos más frecuentes. Eso ha provocado que, al tener que subir el listón, el anfitrión tenga que poner en el asador “muchísimo trabajo, invisible y no remunerado en términos de afecto, de atención y de servidumbre”. Se parece más al sirviente de una casa familiar que al dueño de una casa de huéspedes.

Ello conduce a una excepcional autoexplotación por parte de esos anfitriones que, a diferencia de los del centro, se hospedan en la propia vivienda que alquilan, a veces con más de un huésped en sus habitaciones. “El anfitrión de periferia tiene que asumir dinámicas de autoexplotación basadas en el supuesto afecto, servidumbre y disposición de sí mismo y su vivienda para la buena experiencia Airbnb del huésped”, señala el autor.

placeholder Tren de Cercanías de Madrid. (CC/Attila Németh)
Tren de Cercanías de Madrid. (CC/Attila Németh)

Uno de los motivos son los orígenes socioeconómicos de los propietarios de esas viviendas. “Hay una diferencia abismal, sobre todo porque en el centro hay pocas personas con Airbnb que solo tengan una vivienda”, señala Martínez a partir de los datos de las investigaciones previas del grupo. “Poca gente hace los check-in en el centro: se lo ceden a una empresa que gestiona vivienda, se llevan un porcentaje a fin de mes y ya está”.

En Villaverde, es una realidad completamente opuesta. “Lo que vemos es que la gente que hospeda se profesionaliza, pero no porque derive trabajo de limpieza o check-in, sino porque de repente, como intuimos a través de los comentarios, los ingresos de esa vivienda conforman gran parte de la renta que les llega a final de mes: es un complemento para el sueldo o el paro que están cobrando”, añade. “Funcionan casi como hostales: han hecho una profesión de acoger en su propia vivienda a turistas. La capacidad de poder derivar trabajo es inexistente porque la rentabilidad es mucho menor que en el centro”.

El enésimo barrio más guay del mundo

Hace unas semanas, la revista Time Out nombró Carabanchel el tercer barrio más guay del mundo. Quizás algún día le toque a Villaverde. Probablemente, cuando se convierta en un objeto de deseo para los fondos de inversión, señala Martínez. “La cuestión contracultural que ha sido útil para desplegar procesos de gentrificación y revalorización no tapa la pobreza”, señala.

Lo que ha ocurrido en Malasaña o Lavapiés no se va a dar en los barrios populares

Estos procesos de gentrificación ya no se producen como estaba ocurriendo hasta ahora. El investigador pone el ejemplo de Puerta del Ángel, donde la compra de propiedad por parte de fondos de inversión ya no va acompañada de la justificación contracultural que solía anticipar estos procesos. “Esto ya no es gentrificación, es puro proceso de especulación sin necesidad de poner ese apellido cultural, que es lo que ocurre en el caso de Carabanchel”.

Lo que ha ocurrido en Malasaña o Lavapiés no se va a dar en los barrios populares, sospechan los investigadores, porque ya no va a pasar por el tamiz previo de lo “cultureta guay”, sino por el simple asalto por parte de grandes inversores. Aunque en los barrios aún no se note demasiado el impacto de Airbnb, el proceso de turistificación se seguirá expandiendo hacia el sur. “Es algo que siempre va a más: Madrid se está convirtiendo en un destino turístico, lo que va a generar que la mancha de aceite se expanda”, concluye. “Lo problemático es que si ya has sembrado la idea de que Villaverde o Villa de Vallecas son espacios insertos en el circuito turístico, va a ser mucho más fácil: se les está poniendo la alfombra roja”.

Si entra en AirBnb y teclea Villaverde en el buscador, se encontrará con lo siguiente: “Acojedor [sic] loft con excelente ubicación, fácil desplazamiento al centro de la ciudad, a 13 kms de Plaza Mayor, Puerta de Toledo, Museo Reina Sofía y 15 kms del estadio Santiago Bernabéu”; “El mejor sitio para pasar unos días inolvidables en la ciudad que nunca duerme, Madrid”; “Muy bien comunicado a 200 metros de la Renfe Villaverde Alto. Muy cerca del centro comercial Parquesur a tan solo 8 minutos en coche”; “Tu familia lo tendrá todo a un paso en este alojamiento situado en pleno centro”.

Noticias de Madrid
El redactor recomienda