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La otra cara del Año Nuevo chino en Usera: la gentrificación temática de un barrio
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"Los españoles se disfrazan de chinos"

La otra cara del Año Nuevo chino en Usera: la gentrificación temática de un barrio

El barrio vive sus días grandes. Los hosteleros lo celebran, pero algunos vecinos solo quieren que les dejen en paz. ¿A quién beneficia realmente el 'boom' del fenómeno asiático?

Foto: Uno de los restaurantes que mejor están funcionando actualmente. (A. F.)
Uno de los restaurantes que mejor están funcionando actualmente. (A. F.)

Usera vive sus días grandes. El Año Nuevo chino se ha celebrado este año por todo lo alto después del parón por la pandemia. Solo en el desfile del domingo hubo más de 10.000 personas en las calles. Los que más lo celebraron fueron los hosteleros, los grandes beneficiados de la cabalgata de dragones. "A nosotros, todo lo que sea venir gente, genial", explican desde el local, un clásico bar español. A escasos metros de este, en la calle Nicolás Sánchez, se ubica el restaurante estrella de la cultura cosmopolita china en el barrio. Así lo deja ver la decoración del local: luces fluorescentes, iluminación tenue y algún que otro moderno comiendo tallarines. La suma perfecta para una atractiva publicación de Instagram. Nunca Hong Kong estuvo tan cerca. Pero no es lo único.

Foto: El barrio de Usera recibe con ganas la celebración del Año Nuevo Chino. (EFE/Luca Piergiovanni)

Una cafetería perfecta para un brunch salta a la vista entre calles de pisos de toldos verdes: ofrecen bolas de helado en gofres (egg waffle con nata, lo llaman) y tés de maracuyá, lima y pomelo. La carta está en inglés, chino y español. "Estos días, esperamos mucha gente, sí", señala la camarera del local. Farolillos, osos panda, restaurantes e inmobiliarias chinas. Quien no tiene un especial interés en el fenómeno en el cambio del año chino es la mercería Valdenegro, abierta en 1956. "No nos afecta mucho, la verdad".

El ayuntamiento lleva años apostando por el evento. Manuela Carmena, antigua alcaldesa de la capital, sintió especial devoción por la celebración china: llegó a iluminar la Cibeles en 2018. La actual corporación, además, quiere crear un Chinatown similar al de Nueva York o Londres en torno a la calle Dolores Barranco. ¿Pero qué opinan los vecinos de la zona de la gran celebración china? Los dragones por la calle son solo la punta del iceberg de un fenómeno social y económico sumergido: la gentrificación.

placeholder Este domingo abrimos. (A. F.)
Este domingo abrimos. (A. F.)

"Los que desfilan en la cabalgata son españoles disfrazados de chinos", señala Fidel Oliván, especialmente preocupado por el desgaste de su barrio. Para él, todo este tema es una parafernalia que no beneficia a (casi) nadie. Este vecino ha realizado un estudio junto con otros residentes para analizar las causas que han ido moldeando la evolución de la zona en los últimos años. Se cruzan variables. El informe ¿Qué está pasando en Usera? Propuesta de estudio de la gentrificación en el distrito madrileño de Usera desde una perspectiva vecinal, aplicada, creativa y replicable señala que el barrio terminará convirtiéndose en un "zoológico" para fanáticos de lo asiático, pero que esto solo beneficiará a los grandes empresarios chinos. "¡Son cuatro! El resto de locales apenas lo notan. Nos ha venido gente a decir que no quieren que llegue Chinatown", explica.

Foto: Celebración del Año Nuevo Chino en Usera. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)

Lo cierto es que la zona está ganando popularidad. "Convivimos con la comunidad china perfectamente desde hace muchos años, ese no es el problema en absoluto. Es que se da una imagen que no es y, en realidad, solo es para unos pocos", continúa. Oliván se refiere, precisamente, a esos comercios llamativos que se han ido instalando en el barrio. La realidad es que en Usera viven más de 10.000 residentes de nacionalidad china, gran parte procedente de la región de Qingtian. "¡El 40% es de mi pueblo! A mí sí me gusta la idea de Chinatown y del Año Nuevo chino, porque nos ayuda. Los restaurantes de mis amigos tienen todas las mesas llenas", dice Josito, presidente de una de las asociaciones chinas más grandes de España.

placeholder 'Waffles' y y tés de pomelo. (A.F.)
'Waffles' y y tés de pomelo. (A.F.)

Usera está de moda y desde el ayuntamiento quieren institucionalizar su diamante. El proyecto de Chinatown se pondrá en marcha en 2023 y se financiará con fondos europeos Next Generation. Para diseñarlo, se tuvo en cuenta a la asociación de comerciantes chinos del barrio. Consistirá en delimitar la entrada y salida del pequeño Pekín con arcos que se situarán en la plaza del Hidrógeno y en la confluencia de las calles del Olvido y Dolores Barranco. Esta última, además, iba a ser peatonalizada, pero finalmente se descartó esa opción. Pero eso no es todo: en la esquina con Olvido se ha instalado una estatua de un oso panda de 500 kilos sobre una base de granito —cortesía de la comunidad china—. Fuentes del ayuntamiento señalan que la intención es formalizar algo que ya ocurre. Ponerle nombre a una Chinatown que lleva años existiendo en Madrid.

La paradoja del 'derecho a la ciudad'

Un caso característico es el de Marcos. 33 años, recién casado, originario de Zaragoza. Vive en Puerta del Ángel de alquiler, pero le fue imposible dar una entrada en ese barrio. Ahora, ha encontrado un piso de 110 metros cuadrados por 240.000 euros. Para él, un precio razonable teniendo en cuenta que le gusta la zona. "Soy un forastero, pero Usera nos gusta mucho. Estás al lado del centro, hay vida de barrio y mucha multiculturalidad". Esa cifra, no obstante, alarma a Fidel Oliván: "Solo en un año, el precio de la vivienda ha subido bastante". Lo avalan los datos. Actualmente, el precio medio del metro cuadrado en todo el distrito es de 2.182 euros, según Idealista. Un 8,3% más que diciembre del año anterior.

placeholder Una mujer, adornando su tienda para las celebraciones. (A. F.)
Una mujer, adornando su tienda para las celebraciones. (A. F.)

El barrio más caro es Moscardó, más cercano al centro de la capital. Cuesta, aproximadamente, 2.455 euros el metro. El más barato, Zofío, colindante con Carabanchel, con una media de 1.878 euros el metro cuadrado. En Arganzuela, separada de Moscardó únicamente por el parque Madrid Río, los precios suben a 4.331 euros el metro. "¿Cómo no iba a preferir irme a Usera?", pregunta irónicamente Marcos.

Todo tiene su lógica. Madrid es una ciudad global donde cada vez importa más lo intangible y lo cultural. "Matadero atrae a las clases creativas y Madrid Río cumple la paradoja del derecho a la ciudad. Se mejora un barrio y las personas que residen ahí no lo disfrutan porque tienen que irse. El parque tiene mucho prestigio y conecta muy bien Usera con el centro. Eso atrae inversión inmobiliaria y nuevos inquilinos. Además, si tenemos en cuenta la transformación en los hábitos de consumo, los comercios nuevos se orientan en ese sentido. Toda esta retroalimentación produce la expulsión de los vecinos", apunta el sociólogo urbano José Ariza.

Otra cuestión llamativa del barrio es que, aunque todo el protagonismo se lo ha llevado la comunidad china, no es la única extranjera que convive en sus calles. La comunidad latinoamericana es muy grande. Un señor de avanzada edad reparte tarjetas de publicidad de un nuevo local ecuatoriano en Marcelo Usera. La panadería colombiana La Pereirana es prácticamente un mito. Abundan, también, los restaurantes bolivianos. De hecho, este fue uno de los principales incentivos que motivaron a Marcos a instalarse en Usera: le apasiona esta gastronomía. "¡Y es baratísimo!", matiza. Es cierto. Pero al consultarles si están preparados para los días de fiesta que les esperan, la respuesta es tajante: "Aquí vienen solo bolivianos, la verdad. Durante el Año Nuevo viene mucha gente, pero se van a los restaurantes chinos, no aquí. Creo que no les gusta la carne sazonada", explica el dueño de La Cliceñita, en la calle del Olvido. Es cierto. El rojo tiñe todas las calles del barrio en estos días. Ni rastro de decoración de países latinoamericanos.

Usera vive sus días grandes. El Año Nuevo chino se ha celebrado este año por todo lo alto después del parón por la pandemia. Solo en el desfile del domingo hubo más de 10.000 personas en las calles. Los que más lo celebraron fueron los hosteleros, los grandes beneficiados de la cabalgata de dragones. "A nosotros, todo lo que sea venir gente, genial", explican desde el local, un clásico bar español. A escasos metros de este, en la calle Nicolás Sánchez, se ubica el restaurante estrella de la cultura cosmopolita china en el barrio. Así lo deja ver la decoración del local: luces fluorescentes, iluminación tenue y algún que otro moderno comiendo tallarines. La suma perfecta para una atractiva publicación de Instagram. Nunca Hong Kong estuvo tan cerca. Pero no es lo único.

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