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Leyendas sobre la Colonia Marconi: un barrio 'yonki' donde actuarán los Red Hot Chilli Peppers
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¿es realmente un sitio tan peligroso?

Leyendas sobre la Colonia Marconi: un barrio 'yonki' donde actuarán los Red Hot Chilli Peppers

Urbanizaciones, polígonos, camiones y descampados. Este núcleo de la ciudad de Madrid siempre termina siendo noticia: antes, por los trapicheos ilegales, ahora, por la instalación del Mad Cool. Los vecinos están hartos de ambos

Foto: Festivaleros en una rotonda de la Colonia Marconi, vista desde la urbanización. (Cedida)
Festivaleros en una rotonda de la Colonia Marconi, vista desde la urbanización. (Cedida)

En una de las urbanizaciones de la polémica Colonia Marconi, en la calle Acceso Colonia Marconi 28-38, convergen tres escenas muy distintas: varias pancartas de la Plataforma contraria al Mad Cool –un festival de modernos que este año se ha instalado en Villaverde–, una joven francesa alojada en un Airbnb para ir al concierto de los Red Hot Chilli Peppers, y dos ancianos cansados de los prejuicios en torno a su barrio. “¡Solo se forman embudos de coches!”, dicen los haters del evento musical. “Desde un bar me advirtieron de que no bajase sola hasta San Cristóbal”, confiesa Nina, la francesa festivalera. “La prostitución está en un polígono concreto, aquí ya no hay nada de eso. Me molesta. Caramba, si esto es un sitio tranquilo”, señala Santiago, un anciano de 88 años. La realidad es esa: a primera vista, el lugar dista mucho de la conflictividad y el peligro.

Foto: Isabel Díaz Ayuso, en una evento de campaña para el 23-J en Madrid. (EFE)

La peculiar colonia era el hogar de los trabajadores de la empresa británica Marconi a mediados del siglo XX. Sus residentes vivían en casas bajas en torno a las que se perpetuó el desarrollo industrial. Después las compañías empezaron a echar el cierre. "Este fenómeno se da especialmente en el sur de Madrid. Mucha gente se quedó sin empleo cuando estas empresas empezaron a cerrar", explica el sociólogo urbano José Ariza de la Cruz. El enclave se ubica a la misma distancia de Villaverde Alto que de Getafe, y se considera el centro geográfico de España y el barrio más al sur de la ciudad de Madrid. Nada de esto suele transcender, ya que la colonia se relaciona directamente con el polígono donde se delinquía.

placeholder Carteles contra el festival en la urbanización. (A.F.)
Carteles contra el festival en la urbanización. (A.F.)

Las leyendas que giran en torno a la palabra Marconi son de todo menos buenas. Drogas, violencia, peligro y prostitución. Durante años, convivieron con un poblado chabolista que finalmente tiraron abajo en el verano de 2022. El por entonces delegado de Desarrollo Urbano, Mariano Fuentes, se marcó el tanto: “El menudeo de la droga era lo habitual”. 37 personas fueron detenidas entonces por prostitución de menores.

“Yo estuve activo en la lucha contra la prostitución, pero solo se actuaba de verdad cuando había menores por medio”, señala Santiago Jiménez. Otra vecina de la misma urbanización explica que se mudó al barrio cuando entregaron los primeros pisos hace 20 años. “Somos gente trabajadora y normal. Ahora nuestros hijos son adolescentes y salen a la calle con los amigos como en cualquier sitio”. En cambio, a Nani le advirtieron de que no caminase sola por la calle de noche, lo cual le dejó un poco intranquila. Ahora espera sentada en un banco de la urbanización mientras busca un bar cercano al que poder ir a comer. “Hay poco comercio aquí, esta mañana he estado dando muchas vueltas hasta que he visto donde comprar agua”, relata a este diario.

placeholder Nani, sentada en la urba, impaciente por ver mañana a los Red Hot. (A.F.)
Nani, sentada en la urba, impaciente por ver mañana a los Red Hot. (A.F.)

Todavía persiste la práctica de la prostitución en algunas calles del Polígono Industrial de Villaverde, pero la población consultada no tiene sensación de inseguridad. Las dimensiones del complejo son tales que se agrupa en espacios más pequeños, como el famoso Polígono Marconi (próximo a la Avenida de Andalucía), El Gato o Resinas. Y la Colonia está en el medio, sobreviviendo a quienes se acercan con cierto recelo y a los Dio Salvadore que quieren revitalizar el barrio con un festival de música repleto de extranjeros. "Había mucho alemán y estadounidense", dice Nina.

"¡Y peor, luego viene Harry Styles!", dice Gema, vecina en contra del festival

En octubre de 2022, la por entonces vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, anunció que transformaría la zona en Wynwood Walls, la cuna del arte de Miami. “Han pintado algunas paredes del polígono y ya. Adornos inservibles”, señala Gema, portavoz de la Plataforma Stop Mad Cool Villaverde y vecina de la Colonia Marconi. No ha querido dar su apellido por miedo a que la "busquen por redes". Dentro de este plan para revitalizar el sur, también estaba la creación de la Ciudad de la Música, anunciada en julio. A Gema esa idea inicial le gustó. Poner locales de ensayo y dinamizar las calles. Lo que no pensaba que finalmente acabaría sucediendo es el festival. “¡Y peor! Luego viene Harry Styles, el Coca-Cola Music Experience… no va a parar”, dice. Hasta 2.000 vecinos, según el Ayuntamiento de Getafe, se manifestaron contra el Mad Cool el pasado mes de junio.

placeholder Santiago y Leonor, residentes de la Colonia desde hace 20 años. (A.F.)
Santiago y Leonor, residentes de la Colonia desde hace 20 años. (A.F.)

Colapso de vehículos

Una de las principales denuncias era la cuestión del ruido y el festival tomó medidas. Reorganizó los escenarios y acabó los conciertos a las 2:00 (años anteriores lo hacían a las 3.00). “Yo no escuché nada de nada”, señala Leonor, la mujer de Santiago. La movilidad es otro de los asuntos que genera quejas. Google Maps ubica erróneamente la Colonia Marconi al sureste, colindando con la M-45. La realidad es que está unas calles más arriba, no dentro del polígono. Tiene cuatro accesos, pero la celebración del festival ha provocado algunos altercados. La tarde del jueves estuvo marcada por filas de coches esperando una autorización para poder pasar. “Se formaban embudos. Yo cuando volví de trabajar no podía ir a casa, habían cortado la entrada de la Avenida Andalucía”, relata una vecina por el telefonillo de su vivienda.

placeholder Una de los accesos donde se aglutinan los vehículos. (Cedida)
Una de los accesos donde se aglutinan los vehículos. (Cedida)

El hijo de Santiago y Leonor había quedado con sus padres para comer este jueves, pero término siendo una merienda tardía. Tampoco tuvo forma de llegar a tiempo a la cita. En un mítico bar del polígono donde la clientela de estos días son jóvenes con pulseras fosforitas, Antonio relata su experiencia. Este fanático festivalero vino a Villaverde desde Elche. Explica que después de que le mandasen a dos puntos distintos para acceder, consiguió entrar porque enseñó un documento que acreditaba que el hotel que había reservado en uno de los polígonos tenía parking privado. Uno de sus amigos argumenta que las colas eran interminables para entrar, pero que él tuvo suerte: en 40 minutos estaba dentro del recinto.

placeholder Pepe dentro de su furgoneta. (A.F.)
Pepe dentro de su furgoneta. (A.F.)

Al final, el más listo ha sido Pepe. Se ha venido al festival con su furgoneta camperizada. El panorama es exótico: una señora mayor en silla de ruedas con su hijo en un banco, edificios en obras, camiones entrando y saliendo de las calles repletas de naves, y una furgo verde lista para la fiesta. Pepe es DJ, tiene 39 años y ha ido a Burning Man y Glastonbury los dos festivales considerados más top del mundo. Ahora está en una colonia de Villaverde evitando el ajetreo del tráfico. “El cartel está hecho para los ingleses, apenas hay grupos españoles. El recinto es enorme y está bien, pero no hay sombras. Los guiris lo van a pasar mal. Pero bueno, el primer año siempre suelen pasar cosas así”, explica.

De la Cruz considera que el Mad Cool en Villaverde forma parte de una estrategia de reequilibrio territorial de la ciudad

¿Permanecerá el Mad Cool en la Colonia Marconi? El recinto cuenta con más de 185.000 metros cuadrados y reunirá en torno a 700.000 enamorados de la música. Dispone de paradas de Cercanías y Metro cercanas, además de autobuses de la EMT. De la Cruz considera que la mudanza del evento a Villaverde forma parte de una estrategia de reequilibrio territorial de la ciudad. Básicamente, que el Mad Cool pueda tener un efecto arrastre para que empresas relacionadas con la industria musical decidan asentarse en el gran Polígono de Villaverde. "El evento en sí es efímero. La estrategia solo habrá funcionado si consigue atraer otras firmas que se instalen en el polígono y generen empleos permanentes".

En una de las urbanizaciones de la polémica Colonia Marconi, en la calle Acceso Colonia Marconi 28-38, convergen tres escenas muy distintas: varias pancartas de la Plataforma contraria al Mad Cool –un festival de modernos que este año se ha instalado en Villaverde–, una joven francesa alojada en un Airbnb para ir al concierto de los Red Hot Chilli Peppers, y dos ancianos cansados de los prejuicios en torno a su barrio. “¡Solo se forman embudos de coches!”, dicen los haters del evento musical. “Desde un bar me advirtieron de que no bajase sola hasta San Cristóbal”, confiesa Nina, la francesa festivalera. “La prostitución está en un polígono concreto, aquí ya no hay nada de eso. Me molesta. Caramba, si esto es un sitio tranquilo”, señala Santiago, un anciano de 88 años. La realidad es esa: a primera vista, el lugar dista mucho de la conflictividad y el peligro.

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