Una parroquia de 1958 y el cauce del Turia: los templos del cine de verano de Valencia

Durante la época estival, brotan los cines de verano como enclave de complicidad entre amantes del séptimo arte y escapistas de noches tórridas. La oferta valenciana discurre por lugares únicos, con solera y con historias insólitas. El más longevo, en Serra, data de 1958, mientras que la Filmoteca d'Estiu, el de mayor aforo, acoge a 900 espectadores en el lecho del Turia. El último en sumarse a la iniciativa, en 2019, fue el Centre del Carme, antiguo Real Monasterio de Nuestra Señora del Carmen, fundado en 1281.

En 1945, David Lean filmó uno de los relatos de amor irresoluble más devastadores de la historia del cine. En 'Breve encuentro', el londinense registró uno de esos planos que justifican una carrera. A lo largo de unos eternos 45 segundos, se puede contemplar en el rostro de Celia Johnson el momento preciso de su enamoramiento por Trevor Howard, mientras este le explica el proceso de la neumoconiosis en los pulmones de los mineros. La película obtuvo el Gran Premio del primer Festival de Cannes, en competencia con 'Encadenados', de Hitchcock, 'Roma, ciudad abierta', de Rossellini, o 'Gilda', de Charles Vidor.

Aquella obra maestra le reportó a Lean su primera nominación al Oscar, pero el director británico aún no era el creador de cine épico que sería en los Estados Unidos, durante los años 50 y 60. Su incursión inicial en la monumentalidad hollywoodiense se llamó 'El puente sobre el río Kwai'. Y esta epopeya militar fue el estreno inaugural del cine de verano de Serra. Era 1958. El cine estival, en activo, más antiguo del territorio valenciano.

Serra es un pequeño pueblo de 3.000 habitantes, situado en la serranía de la Calderona, a 35 kilómetros al norte de Valencia. Leví Navarro es el propietario de Exhicine: “El cine de verano de Serra tiene un origen parroquial. Alguien donó unos campos a la iglesia y, en 1958, Vicent Aliaga, natural de Alcàsser y párroco del pueblo, decidió construir un cine de verano en ellos. Mi padre, Ramón Navarro, con 13 años, trabajó como peón de albañil en su edificación. Una vez el espacio se concluyó, don Vicent lo puso de aprendiz de proyeccionista. El proyectista de los últimos años 50 era un hombre muy mayor, al que llamaban tío Madriles, con quien mi padre aprendió el oficio. Un 'Cinema Paradiso' a la valenciana, de manual”.

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Al llegar la nueva década, José María Granell, nuevo párroco, rehizo la obra y dejó el espacio tal y como se encuentra a día de hoy. “En 1961 se reconstruyó el cine y se creó, además, un trinquet de pilota valenciana, un multiusos de la época. Como buen trinquet, el cine es largo y estrecho, pero, pensando en disponer de una visibilidad perfecta para el espectador, añadieron a la pared frontal una ligera curva, de modo que, al jugar, la pelota tendía a irse al centro. Como trinquet tuvo poca vida, pero aún conserva la baldosa de saque. A finales de los años 60, mi padre adquirió la gestión del cine, y ahora yo mantengo ese legado, ampliado con otras salas de verano en Tavernes de la Valldigna, playa de Gandía o el Auditorio de Burjassot”, explica Navarro.

El 13 de marzo de 1972, el cine Rialto de Valencia estrenó 'Le llamaban trinidad'. El popular mugrowestern de Bud Spencer y Terence Hill se convirtió en un fenómeno social, manteniéndose 44 semanas en cartel. “Cuando iban a trasladar la única copia existente para toda la provincia a un cine de Sagunto, mi padre convenció a la distribuidora para poder estrenarla en Serra. Le costó, pero accedieron, y tras la capital, el siguiente lugar donde proyectaron la película fue nuestra pequeña localidad. La programación siempre la hemos gestionado nosotros, y la iglesia jamás se ha involucrado en nuestro criterio. Bajo el sagrado corazón, que corona la pantalla, hemos proyectado 'Acoso', protagonizada por Demi Moore, o 'Showgirls' de Paul Verhoeven, con total normalidad”, incide el empresario cinematográfico.

En noviembre de 2021, el director David Trueba, ganador de tres Premios Goya, emprendió la gira valenciana de presentación de 'A este lado del mundo'. Leví acompañó al realizador madrileño: “El Tívoli de Burjassot, que gestionamos desde Exhicine, estaba incluido en la ronda promocional de Trueba. Como tenía algo de tiempo antes de la exhibición, lo llevé a Serra para explicarle la historia de nuestro cine de verano. Le encantó la cabina, con esa ventanilla desde la que nos asomábamos antiguamente para comprobar que la proyección era correcta. También mostró curiosidad por el viejo proyector, que tuvimos en funcionamiento hasta 2011, cuando adquirimos el digital por unos 50.000 euros. Es una persona muy cercana, y nos reunimos alrededor de una paella para dialogar sobre asuntos del mundo de la gran pantalla”, concluye Navarro.

En 2016, Sara Mansanet, actual directora de La Cabina, Festival Internacional de Mediometrajes de Valencia, realizó el primer y único estudio, hasta la fecha, sobre la Filmoteca de Valencia: “Desde el verano del 2000, la Filmo d'Estiu vuelve cada agosto con proyecciones al aire libre en los jardines del Palau de la Música, en el cauce del Turia. Esta actividad se inició para ampliar la oferta de programación de la Filmoteca, que cerraba sus puertas desde el 15 de julio al 15 de septiembre, dejando sin actividad fílmica a su público durante dos meses. Se concibió como una terraza de verano, tan habitual en la Comunidad Valenciana, económicamente viable y sostenida por dos vertientes: patrocinio privado y taquilla”. Así pues, la Filmoteca d'Estiu ofrece estrenos anuales, películas premiadas en los festivales internacionales, clásicos y alguna que otra rareza.

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Para aquella edición inicial, el Ayuntamiento de Valencia cedió este amplio espacio, en una zona privilegiada, en el que hasta 900 espectadores disfrutaron de estrenos del momento, como 'Alta fidelidad', de Stephen Frears, 'Al límite', de Martin Scorsese o 'Eyes Wide Shut', obra póstuma de Stanley Kubrick, junto a clásicos como 'La vida de Brian' o 'El último tango en París'. La cita cultural se mantiene como ineludible en las noches valencianas tras 22 años de vida, pero ha evolucionado sumando filmografía de directores autóctonos, así como películas en valenciano. Este año, 'Cabaret', de Bob Fosse, 'Nosferatu', de Murnau, 'El buen patrón', de León de Aranoa, un ciclo de Wong Kar-wai y la última Palma de Oro en Cannes, 'Titane', de Julia Ducournau, formarán el grueso de las proyecciones.

En las arterias de la Valencia más vieja se encuentra el Centre del Carme de Cultura Contemporánea. Desde hace cuatro años, el claustro gótico del museo de arte contemporáneo, levantado entre los siglos XIV y XV, acoge un flamante cine de verano, de martes a domingo, durante el mes de agosto. La temática de su ciclo, “¿De qué nos reímos en Europa?”, lo convierte en una exquisitez para los vecinos con querencia por la comedia europea, y también para los numerosos turistas que deambulan por el casco histórico.

Daniel Gascó es crítico cinematográfico y propietario de la mítica videoteca Stromboli, en Russafa. En julio de 2019, el director del centro cultural, José Luis Pérez Pont, entró en su establecimiento y surgió una idea. “El socio 197 apareció por Stromboli y me comentó que no sabía si cerrar el Centre del Carme en agosto o lanzar alguna actividad. Yo le había propuesto hacer algo juntos un tiempo atrás, así que improvisamos un ciclo de comedia europea. En principio, iba a ser solo italiana, pero José Luis entendió que aquello era demasiado estrecho. Me dio tres días para elegir 26 comedias europeas, incluyendo las fichas técnicas, comentarios, introducción, dos fotos de cada película y un cartel. La última noche no dormí, pero parimos algo muy completo”, sostiene Gascó.

El aforo del antiguo convento es de trescientas sillas, incluso en los años con restricciones el público ha respondido con entusiasmo. El propio Gascó realiza una introducción antes de cada proyección, y después departe con los asistentes. “Es un ciclo arriesgado, y sé que hay películas en las que el espectador no va a reír a carcajada, porque el humor de algunos países no es el nuestro. Aquí se viene a descubrir de qué se ríen en Europa, y el humor ucraniano, griego o portugués no es el nuestro. Se trata de conocer los países a través del humor como herramienta política. Parafraseando a Woody Allen, la mejor comedia es la que te da algo más que la risa, y eso es lo que aporta este ciclo a Valencia desde hace casi un lustro”, sentencia el crítico.

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Este año, el programa incluye veinticuatro películas producidas en Ucrania, Grecia, Hungría, Finlandia, Chequia, Alemania, Reino Unido, España, Francia e Italia. Entre ellas destacan 'Se permettete parliamo di donne', de Ettore Scola, 'El anacoreta', dirigida por Juan Estelrich, con guion de Rafael Azcona y protagonizada por Fernando Fernán Gómez, o 'Calamari Union', del finés Aki Kaurismäki.

Desde el cauce del río, pasando por un claustro gótico del siglo XIV, hasta las montañas de una sierra, Valencia transitará el periodo estival concatenando planos secuencia protagonizados por sus cines de verano.