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'El irlandés': Scorsese vuelve con otra obra maestra sobre la mafia
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'El irlandés': Scorsese vuelve con otra obra maestra sobre la mafia

El cineasta que mejor ha retratado el revés oscuro de Estados Unidos vuelve a reunir a Robert de Niro, Al Pacino y Joe Pesci en un 'thriller' basado en el caso Jimmy Hoffa

Foto: Al Pacino y Robert De Niro en 'El irlandés'. (TriPictures)
Al Pacino y Robert De Niro en 'El irlandés'. (TriPictures)

Ni en la oscuridad de los bajos de un puente ni en una fiesta flanqueada por montañas de cocaína ni en el claroscuro de un bar con sofás de terciopelo rojo. La última gran película sobre la mafia americana comienza en un lugar tan anticlimático y falto de glamur como los pasillos de una residencia de ancianos. La cámara avanza y busca entre sillas de ruedas y mecedoras el sol hasta llegar frente a Frank Sheeran, un Robert de Niro cano y arrugado que con voz cansada comienza a relatar una vida turbulenta difícil de imaginar para sus rodillas enclenques y sus ojos cansados. Porque lo único imparable es el paso del tiempo y hasta los leones acaban perdiendo los colmillos y el ardor guerrero.

Porque 'El irlandés' es la elegía por un tiempo pasado y por un cine arrinconado en la vitrina de las reliquias. Es la oda de Scorsese a sí mismo, a su artesanía —aunque haya costado más de doscientos millones de euros, aunque haya recurrido a la imagen generada por ordenador para rejuvenecer a sus personajes— y a ese grupo de artistas y de historias que vinieron a revolucionar el cine a principios de los setenta. Y la despedida de un mundo hoy obsoleto, en el que los forajidos de la ley todavía tenían valores en los que creer. "Todo lo que hice lo hice para protegeros", justifica Sheeran cuando ve la muerte asomarse al umbral de su puerta.

placeholder Al Pacino interpreta al sindicalista Jimmy Hoffa; Robert de Niro a Frank Sheeran. (TriPictures)
Al Pacino interpreta al sindicalista Jimmy Hoffa; Robert de Niro a Frank Sheeran. (TriPictures)

La última película del director de 'Malas calles', 'Uno de los nuestros' y 'Casino' es un viaje sinuoso y oscuro por la memoria, no solo de los protagonistas, sino de un país entero. Incluso de un sistema. Porque 'El irlandés' parte de uno de los sucesos más turbios de la historia de Estados Unidos: la desaparición en 1975 del sindicalista Jimmy Hoffa, cuyo ascenso al poder se produjo al amparo de la corrupción política y cuyos vínculos con la mafia firmaron su sentencia de muerte. Hoffa, interpretado por un soberbio —por contenido, esta vez— Al Pacino, se mantuvo en la cúspide hasta que dejó de ser una herramienta para la mafia y la política y se volvió demasiado incontrolable para aquellos que lo auparon.

'El irlandés' resuelve el misterio de la desaparición de Hoffa en 1975, cuyos vínculos con la mafia firmaron su sentencia de muerte

Si Pacino y De Niro ofrecen una de las mejores interpretaciones de su carrera, Joe Pesci, en el papel de Russell Bufalino, un alto cargo de la mafia italoamericana, está simple y llanamente colosal. Semirretirado desde hace casi una década, Pesci regresa con la interpretación de su vida. Porque él, como su personaje, comprende de la manera más profunda la implacabilidad del tiempo. Y, sobre todo, lo entiende Scorsese.

placeholder Otro momento de 'El irlandés'. (TriPictures)
Otro momento de 'El irlandés'. (TriPictures)

Porque 'El irlandés' también es un compendio de su obra: recupera uno de los temas más recurrentes de su filmografía, se rodea de sus más antiguos colaboradores y amalgama el existencialismo creyente de algunas de sus obras con la mordacidad y la socarronería de otras. Tampoco falta ese pulso en el relato, esa voz suntuosa que se cuela por resquicios densos sin apenas darse importancia. Y tampoco la curiosidad por la innovación técnica, que aquí se concreta con la transformación de los rostros de los protagonistas, de cuya mano nos lleva a través de casi seis décadas. Scorsese salta de un tiempo verbal a otro con sutileza y elegancia calmas. Y el espectador se encuentra ante una obra que se siente casi inabarcable.

Y el espectador se encuentra ante una obra que se siente casi inabarcable

La película, basada en las memorias del investigador Charles Brandt —quien fue abogado de Sheeran en la vida real—, toma la voz de Sheeran como hilo conductor de un viaje a través de las cloacas del Estado. Sheeran es 'El irlandés', un antiguo soldado de la Segunda Guerra Mundial que pasó de matar nazis a transportar alimentos con su furgoneta. Sheeran trafica con su mercancía como forma de conseguir favores y medrar, sobre todo a partir de un encuentro fortuito con Bufalino (Pesci), de quien se convierte en mano derecha y sicario predilecto. "Pintor de casas", se define a sí mismo, por las manchas de sangre que deja en las paredes de sus víctimas. Su relación llega más allá de lo estrictamente profesional y sus vidas discurren en paralelo, desde viajes familiares para acudir a una boda hasta la implicación de ambos en la desaparición de Hoffa, a quien también les une una fuerte amistad.

placeholder Cartel de 'El irlandés'
Cartel de 'El irlandés'

Scorsese habla de la traición, de la muerte, de la culpa, pero sobre todo de la degradación. De cómo, inevitablemente, todo acaba desapareciendo. No solo los sindicalistas molestos. Hasta el punto de que ya no queda nada que perder ni a nadie a quien delatar, como le recuerda un agente federal que intenta que Sheeran, viejo y solo, aclare el enigma sobre la desaparición de Hoffa. 'El irlandés' es casi una extremaunción, es la confesión final, la expiación de un hombre que si antes pocas veces tuvo miedo, ahora ve la muerte hasta en la puerta cerrada de su propia habitación.

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