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La ultra Orriols se lanza a por el electorado de Puigdemont en Gerona al grito de "cobarde"
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La ultra Orriols se lanza a por el electorado de Puigdemont en Gerona al grito de "cobarde"

La líder de Aliança Catalana y alcaldesa de Ripoll insiste en su estrategia de laminar votos a Junts con un discurso bilateral: el independentismo más radical y la xenofobia más ultra

Foto: Aliança Catalana, con Mónica Orriols en el centro, en el acto inicial de la campaña. (Europa Press/Glòria Sánchez)
Aliança Catalana, con Mónica Orriols en el centro, en el acto inicial de la campaña. (Europa Press/Glòria Sánchez)

Puigdemont tiene el enemigo en casa. La líder y candidata de Aliança Catalana (AC), Sílvia Orriols, se presentó este domingo en Gerona -núcleo duro del puigdemontismo- para disputar el voto independentista al candidato de Junts. No citó por su nombre a Carles Puigdemont, que fue alcalde de la ciudad (Sílvia es alcaldesa de Ripoll, después de barrer a JxCat y a ERC en las municipales del año pasado) y que tiene en esta demarcación su principal fuerza ciudadana. Pero tampoco hizo falta que le nombrara: "Aliança Catalana es la voz de todos los que participaron y ganaron el referéndum del 1 de octubre, un referéndum que nuestros dirigentes invalidaron deprisa y corriendo para salvar la piel. Un buen capitán siempre es el último en abandonar el barco, no el primero", clamó Orriols ante un público entregado que interrumpió con aplausos su puya.

Puigdemont fue el primero en abandonar Cataluña tras el referéndum ilegal y la aprobación por el Parlament de una declaración de independencia, mientras la mitad de los miembros de su Govern eran detenidos y, a la postre, condenados a elevadas penas de prisión. La líder de AC quiere que la historia pida cuentas a su principal rival: “¿No tenemos nada que decir a los pasajeros de aquella travesía? La papeleta de AC es la hoja de reclamaciones, es la herramienta que tenemos para decirles que las mentiras, las cobardías y las traiciones no se premian, que no se puede jugar con el futuro de nuestros hijos ni con nuestra dignidad y salir indemnes”, atizó la lideresa con la efigie de Puigdemont difuminada en el recuerdo.

Los analistas políticos sostienen que Orriols y Puigdemont son dos vasos comunicantes en estas elecciones. Y cuantos más votos se vayan al cesto de AC, menos votos recogerá Junts per Catalunya. Los descontentos con los líderes soberanistas que han dominado la escena política en la última década son el caldo de cultivo de la fuerza emergente Aliança Catalana, que aspira a tener representación en el Parlament. Todas las encuestas, incluida la de El Confidencial, le vaticinan presencia en el hemiciclo tras el 12-M.

Orriols tiene un discurso con doble mensaje: reivindicar el resultado del 1-O y rechazar la inmigración apostando por políticas xenófobas

Orriols practica un discurso con un doble mensaje: por un lado, la reivindicación del resultado del 1 de octubre y, por otro, el rechazo a la inmigración y la apuesta por políticas xenófobas. Calificada de extrema derecha (apelativo que los de AC niegan con vehemencia), Aliança Catalana es una china en el zapato de Puigdemont, porque le puede restar un puñado de votos vitales en su feudo.

Comerle terreno a Puigdemont

Orriols sabe que despierta interés en esas comarcas y pisa territorio para comerle terreno a Puigdemont. Se siente fuerte mientras vive un momento dulce, políticamente hablando: llena los espacios donde aparece (en Barcelona cosechó la pasada semana un sorprendente éxito en La Farinera del Clot, donde compareció ante varios centenares de asistentes enfervorizados) y descarga su programa bilateral hablando de la independencia y de la inmigración a partes casi iguales.

Foto: Silvia Orriols, líder de Aliança Catalana y alcaldesa de Ripoll. (EFE/David Borrat)

En Gerona, este fin de semana, volvió a repetir las palabras y las frases xenófobas por las que hace apenas tres semanas el Govern de Pere Aragonès la multó con 10.000 euros. E incluso fue más allá a la hora de hablar de los males de la inmigración. Utiliza la llegada masiva de inmigrantes para denostar a los políticos del procés y para pedirles rendición de cuentas. "Los políticos profesionales, aquellos en quienes llevamos confiando desde hace décadas, han destrozado Cataluña. Nuestros abuelos no pueden ir solos al cajero, nuestras hijas han de salir con espráis antiviolación en el bolsillo. Nos matan para robarnos un reloj, un móvil o un patinete. Mientras los políticos acomodados en sus mansiones y áticos nos dicen que la inseguridad que padecemos es una percepción. Pero estamos hartos. Hartos de ver cómo se nos minoriza en nuestra propia tierra, cómo se regalan nuestros recursos a quien no respeta nuestra cultura, a quien cuestiona nuestras leyes civiles, a quien atenta contra nuestras libertades occidentales", dijo.

Acusaciones xenófobas

La alcaldesa de Ripoll pide el voto para “echar a los políticos de las instituciones, para decirles bien alto y fuerte que no compartimos el modelo multicultural y decadente de sociedad que nos han impuesto, que no aceptamos ni aceptaremos nunca perder el dominio político, cultural, ético y demográfico de nuestra tierra. Hace años que sus mentiras y engañifas no tienen consecuencias, que mercadeando con los anhelos, sueños y esperanzas de nuestro pueblo sale gratis. ¿No es hora de que paguen por lo que han hecho?”. Un discurso ultra que firmaría cualquier líder de la ultraderecha europea.

Critica la líder de AC que "no paran de abrir puntos lilas y de hacer discursos encendidos contra la homofobia, pero al mismo tiempo están las calles llenas de individuos que consideran inferiores y pecaminosas a las mujeres y que agreden y humillan a los homosexuales". Ante ello, defiende que “los derechos de las mujeres y los homosexuales no se defienden con puntos lilas ni con proclamas vacías, se defienden volviendo a levantar las fronteras de Cataluña y cortando el paso a todo aquel que no nos respeta”.

Foto: Sílvia Orriols, alcaldesa de Ripoll y cabeza de lista de Aliança Catalana para el 12 de mayo. (EFE/David Borrat)

El discurso radical de Aliança Catalana propone el rechazo a lo foráneo, a lo diferente que crea distorsión en la cultura catalana. “Cataluña no hace frontera con ningún país musulmán, no tiene deudas coloniales con Sudamérica. La Cataluña liberada no tendrá hoteles de cuatro o cinco estrellas para meter a menas [menores extranjeros no acompañados] porque ningún mena llegará en patera a las costas de Rosas ni de Palamós. España no podrá continuar imponiéndonos cuotas de inmigración, no podrá continuar enviándonos autocares hacia aquí, porque la llave de la puerta la tendremos nosotros. Quien decidirá quién entra en nuestra casa y bajo qué obligaciones lo hace seremos nosotros. Y nosotros aplicaremos con mano de hierro la Ley de Extranjería catalana para frenar la minorización cultural de nuestro pueblo, para garantizar el estado del bienestar, para blindar la seguridad de nuestras calles y para impedir el avance de la amenaza islamista que golpea Europa”.

ERC contraataca, Junts calla

La condensación de su discurso se resume en una frase lanzada en el mitin de Barcelona: “Quiero una Cataluña libre del Estado español y del Estado francés, pero también del Estado islámico”. Su cabeza de lista por Barcelona, Lluís Areny, siguió sus pasos: "No queremos niñas con velo o hijab. ¿Por qué debemos permitir que en nuestro Parlament haya mujeres con el pelo tapado fomentando la misoginia? No estamos en contra de la inmigración, pero Cataluña no es una ONG y no podemos albergar a más gente de América o África si queremos preservar nuestra identidad".

En las filas de ERC, que vuelve a presentar en sus listas a la marroquí Najat Driouech, una diputada que utiliza el hijab, ha pasado al ataque este lunes: ha difundido un vídeo protagonizado por la diputada ridiculizando "el racismo" de Aliança Catalana. Driouech se reivindica tan catalana como la que más y aprovecha para pasar cuentas con Orriols y con Junts: recuerda los insultos hacia su persona de gente cercana a la presidenta de Junts, Laura Borràs, que la calificaron de “mora de mierda”.

En las filas de JxCat, sin embargo, se ha impuesto el silencio ante la ofensiva de AC y de ERC. Puigdemont practica su propia estrategia, ajeno a los ataques que recibe de sus contrincantes, salvo en los temas en los que pueda obtener rédito electoral. Pero no caerá en discusiones programáticas o ideológicas que puedan desgastar su figura.

Puigdemont tiene el enemigo en casa. La líder y candidata de Aliança Catalana (AC), Sílvia Orriols, se presentó este domingo en Gerona -núcleo duro del puigdemontismo- para disputar el voto independentista al candidato de Junts. No citó por su nombre a Carles Puigdemont, que fue alcalde de la ciudad (Sílvia es alcaldesa de Ripoll, después de barrer a JxCat y a ERC en las municipales del año pasado) y que tiene en esta demarcación su principal fuerza ciudadana. Pero tampoco hizo falta que le nombrara: "Aliança Catalana es la voz de todos los que participaron y ganaron el referéndum del 1 de octubre, un referéndum que nuestros dirigentes invalidaron deprisa y corriendo para salvar la piel. Un buen capitán siempre es el último en abandonar el barco, no el primero", clamó Orriols ante un público entregado que interrumpió con aplausos su puya.

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