A juicio el primer acusado de acosar a una familia de Canet por pedir castellano en clase

Un juzgado de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona) ha enviado a juicio al primero de los presuntos acosadores de una niña y su familia de Canet de Mar (Barcelona) que consiguió un 25% de clases en castellano, para la que pidió por Twitter que le hicieran "bullying".

En un auto, avanzado por 'El Mundo' y al que ha tenido acceso EFE, el juzgado de instrucción número 3 de L'Hospitalet de Llobregat ha decretado la apertura de juicio oral contra este acusado, cuya causa va por separado de la de los otros tres presuntos acosadores, por supuestos delitos de odio y contra la integridad moral.

El ministerio público solicita para este acusado dos años de cárcel por un delito contra la integridad moral, mientras que la acusación particular ejercida por la familia de la alumna eleva su solicitud a seis años, al añadir también un ilícito de odio.

La familia fue objeto de mensajes de acoso en redes sociales a lo largo del mes de diciembre de 2021, después de que lograran que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) impusiera un 25% de clases en castellano en la escuela Turó del Drac de Canet, donde la menor estudiaba educación infantil.

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Paralelamente, el ministerio público también ha presentado ya su escrito de acusación contra los otros tres tuiteros, contra los que pide dos años de cárcel para cada uno y a los que acusa de "denigrar y vejar" a la familia de la alumna de Canet con mensajes en los que llamaban presuntamente a su "aislamiento social".

En este caso, Fiscalía señala en su escrito que la decisión de permitir que la alumna recibiera al menos un 25% de su enseñanza en español provocó "un movimiento de respuesta hostil con multitud de publicaciones en la red social Twitter", con comentarios "humillantes e hirientes" contra la familia de la menor.

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"En algunas de ellas, se hacían llamadas al aislamiento social del menor respecto al resto de sus compañeros de colegio, y por tanto, a su exclusión social por el hecho de ejercitar su derecho a usar la lengua castellana en los términos establecidos por los tribunales", recoge el escrito.

El ministerio público sostiene que el acusado contribuyó a alimentar este clima, con un mensaje publicado en la red social que decía: "Lo siento por el niño, pero le deberían hacer 'bullying' hasta que se vaya".

La acusación pública considera que el procesado quería o era consciente de que su actitud podía provocar "dolor" a la familia, por presuntamente hacer una llamada al "aislamiento social de la menor, a través del hostigamiento de sus compañeros con el fin de denigrarla y vejarla ante los mismos".

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Además, la Fiscalía añade que el acusado lo publicó en un perfil público de la red social Twitter -con seis millones de usuarios en España-, lo que permitió que el mensaje tuviera "una proyección social suficiente como para que la familia concernida tuviera conocimiento del comentario".

El escrito del fiscal concluye que el hombre "no ha retirado la publicación anteriormente mencionada ni ha expresado disculpas o arrepentimiento".