Borràs imita a Torra y su rebeldía desgasta a ERC y JxCAT a las puertas del 28-M

El despacho de Laura Borràs como presidenta del Parlament sigue cerrado a cal y canto. Dentro, los cuadros que pidió al Museo d’Art Nacional para decorar su espacio de trabajo. Desde hace más de ocho meses nadie puede verlos Y así seguirá siendo. Porque la Junta Electoral Central (JEC) ha dado 10 días a la Cámara para presentar alegaciones sobre la “inelegibilidad” de Borràs tras su condena por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. Su destitución como diputada se alarga y eso desgasta electoralmente a ERC y JxCAT a las puertas de las elecciones municipales, con una rebelión que recuerda a la de Quim Torra, inhabilitado por desobedecer a la Junta. Ninguno de los dos partidos sabe qué hacer, mientras ven cómo se van alargando los plazos de una crisis que puede hacerse eterna.

La presidenta en funciones del Parlament, la republicana Alba Vergés, no se ha dado prisa para tomar una decisión. En vez de convocar una Mesa urgente, se remite a la ordinaria que se celebrará el próximo martes. En realidad, ni ERC ni JxCAT saben qué hacer. Solo que si la destitución de Borràs se acerca a los comicios del 28 de mayo, las opciones de los partidos independentistas se reducen. Es especial, las de Xavier Trias y su alternativa moderada para ser alcalde de Barcelona.

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Si la Mesa opta por presentar alegaciones, eso solo alargará el proceso, que es lo último que conviene a las formaciones soberanistas. La salida de Borràs del Parlament se ha convertido en una patata caliente para el independentismo. Borràs tampoco lo pondrá fácil. “Hoy podríamos hablar de la vulneración de derechos a la que el estado nos tiene acostumbrados, con la gentil colaboración de algunos”, advirtió la presidenta del Parlament suspendida desde su cuenta de Twitter, con lo que pocos puentes mantiene con los republicanos.

Fuentes de ERC y JxCAT confirman que temen que la pérdida de escaño por parte de Borràs les estalle en plena campaña, justo cuando peor les va a los partidos independentistas dar la imagen de que están sujetos a lo que dicte la judicatura española. Aunque Borràs, que está ofreciendo una resistencia, no encuentra otro hueco para seguir en la partida. Por ejemplo, presentarse a las municipales. Legalmente podría hacerlo.

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El primer gesto de Laura Borràs ha sido el recurso presentado este miércoles ante el TSJC argumentando los motivos del recurso de casación que presentará en el Tribunal Supremo contra su condena a cuatro años y medio de prisión, 13 de inhabilitación a cargo público y a pagar una multa de 36.000 euros por haber fraccionado contratos cuando era directora de la Institució de las Lletres Catalanes

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El equipo legal de Gonzalo Boye alega que en este procedimiento penal se le han vulnerado al menos doce derechos, entre ellos el de un juez imparcial y el de la presunción de inocencia. Borràs siempre ha mantenido que su condena es política, que se le ha acusado por defender la independencia de Cataluña. Y JxCAT de manera oficial siempre ha respaldado esta versión, aunque cada vez hay más voces internas en la Ejecutiva que critican la postura de la líder de la formación, sobre todo por el desgaste que puede suponer cara a las municipales.

Situación delicada

Todos los partidos, no solo los independentistas, planeaban aplazar el relevo de Borràs al frente de la presidencia del Parlament hasta después del 28-M. Justo para evitar lo que está ocurriendo en este momento. Tal y como se están desarrollando los acontecimientos, sin embargo, los partidos constitucionalistas pueden verse beneficiados, pero no así los soberanistas.

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Ya pasó con Quim Torra, que tuvo que dejar su escaño por desobedecer el requerimiento para quitar la pancarta por la libertad de los “presos y exiliados”. Luego aconteció algo parecido con el diputado de la CUP Pau Juvillà. Los dos perdieron el asiento por causas judiciales, en este caso vinculadas a la protesta independentista. Nada que ver con el caso de Borràs. Pero sí con parecidos técnicos razonables, por eso la Junta Electoral Central los invoca como casos de jurisprudencia en su resolución. Borràs solo está recorriendo una ruta ya conocida, salvo que por otras razones.

No implica más votos

Ni la caída de Torra ni la de Juvillà atrajeron más votos ni a su partido en concreto ni a la causa soberanista en general. Al contrario. Y encima, Laura Borràs está condenada por prevaricación, lo que establece una verdad judicial difícil de digerir para el votante medio. Muchos independentistas se han desenganchado de los partidos soberanistas con representación parlamentaria. O abogan por la cuarta lista de la ANC o directamente apuestan por la abstención. Lo contrario de lo que defienden ERC y JxCAT en estas elecciones municipales. Los republicanos argumentan que la Mesa de Diálogo ha sido útil. Junts quería hacer un giro moderado. Ambos relatos chocan frontalmente con la encrucijada legal que vive Borràs