El Parlament aplaza el relevo de Laura Borràs para después de las municipales

El Parlament aplaza la sustitución de Laura Borràs para después de las elecciones municipales del 28 de mayo, según han explicado diversas fuentes de los grupos parlamentarios catalanes. Entre su resistencia a ser remplazada, el período de vacaciones que vive la Cámara catalana en este momento y el complejo puzle que suponen los comicios locales, la interinidad de la republicana Alba Vergés como presidenta en funciones hasta entonces se encuentra prácticamente asegurada, por mucha presión que esté inyectando ERC a la opinión pública con sus declaraciones, instando al relevo de la actual segunda autoridad de Cataluña.

Algunas fuentes incluso van más allá y apuntan a que podría alargarse hasta que se hayan negociado los pactos postelectorales necesarios en grandes ciudades en los que el resultado se prevé muy ajustado, como Barcelona o Girona. Y también para establecer la gobernanza en corporaciones del tipo de las diputaciones. ERC mete mucha presión, pero el PSC está muy poco interesado en involucrarse en un acuerdo así en este momento. Que se visualicen acuerdos con el independentismo le perjudica en términos electorales. El Parlament en este momento funciona con un pacto tácito entre los socialistas y los republicanos, algo informal pero muy práctico. Sin embargo, dicha entente puede resultar insuficiente para acabar la legislatura, para lo cual todavía quedan dos años.

El líder del PSC, Salvador Illa, anunció este martes ante el Consell Nacional del PSC que su grupo registrará una proposición de ley para reformar el Reglamento del Parlament "con el único objetivo de acabar con la interinidad" en la Cámara y relevar a Laura Borràs con una especie de reforma quirúrgica que detalle de qué modo se puede relevar al presidente o presidenta del Parlament. Pero es muy probable que la Junta Electoral actúe antes de que se apruebe esa ley.

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Europa Press

Borràs sigue como siempre. Trabaja muchas horas diarias y está muy comprometida en dar todo apoyo a las candidaturas de JxCAT en las municipales. Planea viajar por toda Cataluña para ello durante los próximos dos meses y respaldar en actos del partido al máximo a los candidatos locales de su formación, aunque hay algunos como Xavier Trias que están rehuyendo cualquier tipo de foto con ella.

La estrategia de Laura Borràs pasa por el miedo del secretario general de JxCAT, Jordi Turull, a que se rompa el partido. Borràs cuenta con que podrá mantener la presidencia de la formación, por mucho que podría perder el escaño por la vía Juvillà a causa de la actuación de la Junta Electoral Central tras su condena. Esta actuación ya ha sido solicitada por el líder de Cs, arlos Carrizosa, con lo que será cuestión de días que llegue la notificación oficial al Parlament para forzar la marcha de Borras. Mientras tanto, ella ya ha dicho que no piensa renunciar ni al acta ni al cargo al considerar que su sentencia no es firme y que puede presentar recurso ante el Tribunal Supremo. Y la situación exacta es que la Cámara no la puede echar.

Situación compleja

Pero la situación se complica si Laura Borràs suma a las complejidades de su sucesión en el Parlament la del partido. La comisión de garantías de JxCAT se ha pronunciar sobre el caso de una presidenta condenada por falsedad y prevaricación. La presidenta de la comisión de garantías, Magda Oranich, ya le ha dicho a Borràs que lo mejor que puede hacer en su situación es dimitir. La mandataria de Junts no se siente aludida, alega que su condena en un capítulo más de cómo el Gobierno central instrumentaliza a la justicia contra el independentismo. Pero eso no quiere decir que su posición no se enrede aún más.

Cuando pierda el acta, Borràs seguirá batallando. Para empezar, porque en teoría puede volver a ser candidata a presidir la Generalitat aunque le hayan despojado del acta, algo que permite la ley española. Ella quiere. Su partido no. Y, para acabar, porque la presión de la ANC y su lista unitaria pesan sobre JxCAT como una losa y le impiden hacer lo que quiere la mayoría del partido: pasar página y apartar a Borràs después de lo mal que ha quedado en el juicio.

Posibles sucesoras

Laura Borràs puede tener dos sucesoras. En parte es gracias a ERC, que acepta que JxCAT mantenga la presidencia de la Cámara catalana pese a haber roto el Ejecutivo catalán. Con los republicanos jugando la baza de una presidencia del Parlament como último puente entre las diversas facciones del independentismo, a los de Carles Puigdemont todavía les quedaría el poder legislativo catalán como último reducto de poder institucional.

A partir de aquí, el JxCAT más oficialista –Turull, Albert Batet– prefieren a la antigua alcaldesa de Vic, Anna Erra, como nueva presidenta del Parlament. En cambio, Laura Borràs apuesta por Marta Madrenas, la exalcaldesa de Girona. En total, el relevo puede alargarse hasta el verano. Será un proceso largo, tortuoso y podría haber alguna sorpresa. Después de todo, el presidente o presidenta del Parlament se vota en urna de manera anónima. En una situación de tantos intereses cruzados, los partidos pueden acabar apoyando algo que no sea exactamente lo que están diciendo en público. Igual que en JxCAT están deseando pasar página con el asunto Borrás pero de manera oficial aseguran que la apoyan para que la formación no se fracture.