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El final del juicio a Laura Borràs abre el melón envenenado de la presidencia del Parlament
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Comienza el debate de su relevo

El final del juicio a Laura Borràs abre el melón envenenado de la presidencia del Parlament

Con el proceso a la expresidenta de la Cámara catalana visto para sentencia, la clase política se plantea cómo resolver el complejo futuro de la sucesión tras la interinidad de Alba Vergés

Foto: La presidenta suspendida del Parlament, Laura Borràs, junto al expresidente de la Generalitat Quim Torra (i). (EFE/Andreu Dalmau)
La presidenta suspendida del Parlament, Laura Borràs, junto al expresidente de la Generalitat Quim Torra (i). (EFE/Andreu Dalmau)
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El juicio a Laura Borràs en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) quedó este miércoles visto para sentencia. Se espera que el fallo se haga público durante este mes de marzo. Con esta situación, se abren los flecos políticos de una situación que había quedado en suspenso a la espera del veredicto. El melón envenenado de la presidencia del Parlament. Hasta ahora, ejercía en funciones la republicana Alba Vergés, quien había adquirido cierta notoriedad como consellera de Salut durante la pandemia. Pero esta situación provisional no durará y complicará sobremanera la situación política en la región.

Lo más previsible es que el TSJC condene a Borràs a algún tipo de inhabilitación —la Fiscalía pide 21 años—. Con el precedente del caso del diputado de la CUP Pau Juvillà, quien perdió su escaño hace un año, se espera que la Junta Electoral Central actúe de oficio y retire el acta a la dirigente de JxCAT. Si no lo hiciese, sería previsible que algún grupo como Vox o Cs reclamen su suspensión definitiva como diputada. Borràs recurrirá ante el Tribunal Supremo, pero eso no le evitará perder el acta.

Foto: La presidenta suspendida del Parlament, Laura Borràs, saluda a su abogado, Gonzalo Boye. (EFE/Toni Albir)

La presidencia de Vergés es una situación excepcional que no puede prolongarse en el tiempo. ERC solo tiene 33 diputados. JxCAT nunca la avaló en el cargo. El pacto se basaba en que ERC tenía la presidencia de la Generalitat con Pere Aragonès, mientras que Laura Borràs asumía el puesto de la segunda autoridad de Cataluña: la presidencia del Parlament. Cuando la propia Borràs apostó por que Junts saliese del Ejecutivo catalán y dejase sola a Esquerra, ese acuerdo saltó por los aires. Ninguno de los grandes partidos quiere, de hecho, abrir el melón. Todos están cómodos con la presidencia en funciones de Vergés, a excepción de la propia Vergés. Pero el fallo contra Borràs obligará a revisar la situación. Si se la declara inocente, para restituirla en el cargo. Si se dictamina su culpabilidad, como es previsible, según fuentes jurídicas, para escoger un nuevo presidente del Parlament.

Los servicios jurídicos del Parlament ya han advertido de que el presidente ha de ser escogido por mayoría absoluta, y si no del grupo con más escaños, pero PSC y ERC están empatados a 33 escaños. Y así se va camino del bloqueo. ¿Quién ha de asumir ahora la presidencia del Parlament de la Generalitat? ¿Ha de responder la futura presidencia al acuerdo parlamentario que ha permitido a Pere Aragonès seguir al mando? Eso implicaría que el PSC, el partido más votado, pactaría con los 33 diputados de ERC y, junto con los comunes, podría nombrar un nuevo sustituto o sustituta que no estuviese en situación provisional.

Foto: La presidenta suspendida del Parlament, Laura Borràs, en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. (EFE/Andreu Dalmau)

Fuentes parlamentarias dudan de que ERC respalde a un candidato de los socialistas catalanes, por mucho que estos les hayan apoyado en los presupuestos de la Generalitat. También descartan la posibilidad de que los de Oriol Junqueras entreguen una carta tan visible como la presidencia del Parlament a los socialistas a tres meses de las elecciones municipales, en que ambos partidos van a muerte a por el área metropolitana de Barcelona, como prueba la apuesta de enviar a Gabriel Rufián a disputar la alcaldía de Santa Coloma.

Pacto tácito a tres

Del mismo modo, se resta cualquier opción para los pequeños. En caso de que ERC y el PSC mantuviesen su frágil pacto, que peligra sobre todo por el flanco de la ampliación del aeropuerto de El Prat, podrían ser los comunes los que lograsen la presidencia del Parlament. Pero es una posibilidad solo teórica, según fuentes parlamentarias, porque el PSC se niega a entregar el mando a los de Ada Colau.

Foto: Laura Borràs junto a su abogado en el juicio hoy. (EFE/Toni Albir)

La opción que tiene más posibilidades en este momento es un pacto a tres entre ERC, JxCAT y el PSC. Una alianza que nunca sería explícita. En esencia, implicaría que los tres grupos asegurarían que están estudiando una solución a esta nueva crisis institucional. Y se estudiaría con mucha tranquilidad. Eso permitiría llegar a las municipales. Y después del 28 de mayo, afrontar la renovación de la presidencia del Parlament como lo que es: una marrón para todos.

JxCAT, ERC y PSC ya pactaron el relevo en la cúpula de TV3 en 2021

La clave de esta alternativa, la más probable a día de hoy, sería no hacerla explícita. Hay precedentes de este acuerdo a tres, el que sirvió para renovar la cúpula de TV3 e instituciones como el Consell de Garanties, el Síndic de Greuges o la Sindicatura de Comptes. Ese pacto se cerró en diciembre de 2021 y ha demostrado mucha más solidez que otros mucho más pregonados. Pragmatismo para mantener la estabilidad institucional.

Sin opciones

Tampoco ERC cuenta con más opciones. Una alternativa hubiera sido recuperar su alianza con JxCAT. Eso le permitiría recuperar una parte del marchamo independentista que ahora le niegan buena parte de las bases del movimiento, como es el caso de la ANC. Pero los republicanos tampoco querrán devolver la presidencia a JxCAT, quien cuenta con una candidata en potencia, la diputada Anna Erra, alcaldesa de Vic. Pero la presidencia del Parlament era fruto de un pacto de investidura. Un pacto que ayudaron a romper la propia Borràs y su octubrismo obsesionado por la pureza. El premio, tal y como lo ven en ERC, no puede ser devolverles la presidencia del Parlamento autonómico a sus exsocios. Y aquí la opción de los pequeños, dar la presidencia a la CUP, se encuentra del todo descartada.

Foto: El juicio contra la presidenta suspendida del Parlament, Laura Borràs. (EFE.-)

Pero desde JxCAT también hay recelos. Laura Borràs cayó antes de que se rompiese el Gobierno catalán. En buena parte del partido, incluso el sector que detestaba a la dirigente y a los suyos, se entendió como una deslealtad. Es lo que tiene la presidencia del Parlament: abre todo tipo de heridas en la política catalana.

El juicio a Laura Borràs en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) quedó este miércoles visto para sentencia. Se espera que el fallo se haga público durante este mes de marzo. Con esta situación, se abren los flecos políticos de una situación que había quedado en suspenso a la espera del veredicto. El melón envenenado de la presidencia del Parlament. Hasta ahora, ejercía en funciones la republicana Alba Vergés, quien había adquirido cierta notoriedad como consellera de Salut durante la pandemia. Pero esta situación provisional no durará y complicará sobremanera la situación política en la región.

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