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Así eran los "trapis" de Borràs y su amigo: "¿No hay otra manera de hacerlo… más elegante?"
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Juicio por presunta prevaricación

Así eran los "trapis" de Borràs y su amigo: "¿No hay otra manera de hacerlo… más elegante?"

Las conversaciones y los correos electrónicos intervenidos por los investigadores revelan el trato de favor de la presidenta de JxCAT a Isaías Herrero a través de adjudicaciones a dedo. Llegó a entregarle 335.700 euros

Foto: La expresidenta del Parlament Laura Borràs. (EFE/Andreu Dalmau)
La expresidenta del Parlament Laura Borràs. (EFE/Andreu Dalmau)
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La investigación sobre la presunta prevaricación de Laura Borràs como alto cargo de la Generalitat revela un método de fraccionamiento y cobro de contratos durante varios años con un solo beneficiario. Las conversaciones y correos electrónicos entre la presidenta del JxCAT y su amigo Isaías Herrero, también procesado por su implicación en la trama, son la principal prueba de cargo de la Fiscalía ante el juicio que se celebra este viernes. Los acusados, que hablaban abiertamente de "trapis" en los mensajes intervenidos, diseñaron una fructífera alianza que deja a Borràs en una situación más que complicada. La líder de la formación independentista será juzgada por corrupción, acusada de prevaricación administrativa y falsedad documental, y se enfrenta a una pena de seis años de cárcel, 21 de inhabilitación y 144.000 euros de multa por desviar, supuestamente, 355.700,29 euros entre 2013 y 2017 a los bolsillos de Herrero a través de 18 adjudicaciones a dedo.

Borràs fue nombrada el 15 de enero de 2013 directora de la Institució de les Lletres Catalanes (ILC), un organismo dependiente de la Consejería de Cultura. A primeros del mes de febrero, ya presentó a Herrero al personal como “el responsable de la web de la institución”. El 25 de febrero, comenzaron a perfilar su sociedad y ya tenían diseñado el método de fraccionamiento y cobro de las adjudicaciones. Ese día, Herrero envió un correo al mail personal de Borràs, según la documentación intervenida por los investigadores, que da una pista de la relación que entablaron. "Habían convenido en 3 presupuestos por un total de 64.000 euros (Portal e integraciones varias, por 40.000 euros; Campus Moodle, por 6.000 euros, y Publicaciones electrónicas, por 18.000 euros)".

Foto: Laura Borràs. (EFE)

El intercambio de mensajes, que se reproduce a continuación, evidencia los presuntos fraccionamientos de contratos. "Entiendo que son 3 presupuestos diferentes y el primero dividido en 3 partes para poderlo cobrar segregado, ¿verdad? Si son presupuestos diferentes, podré cobrar vía Cooperativa, 18.000 euros del portal (y el resto me busco la vida). ¿O la condición de no facturar un mismo cliente engloba todo el proyecto, o sea, los 64.000?”, dice Herrero.

Borràs le responde desde su correo personal: “Te explicas perfectamente y diría que no dejan facturar al mismo proveedor por conceptos diferentes. Cada proveedor, al menos para este año, claro, ha de facturar un concepto”. Su amigo contesta: “Entendido, entonces ya puedo empezar a llamar a puertas para que me hagan facturas… ya que he de enredar a alguien para cubrir Moodle y Publicaciones”.

A pesar del trato de favor, Herrero se queja unos días más tarde, el 27 de febrero: “Hacer facturas por doquier para cubrir todos los proyectos, la verdad es que se me hace raro y complicado hacer este trapi… ya sé que es lo que hay, pero ponte en mi lugar, ¡¡¡Tener que enredar a varias personas para que me hagan facturas de 3 kilos!!!... reuniones, transferencias, pago de IVA… historias. Estaría bien que me confirmases si no hay otra manera de hacerlo, digamos… más elegante… por ejemplo. Aquello que comentamos de cobrar yo vía Cooperativa el aula virtual y las publicaciones…”. Ante la reclamación, Borràs fue muy explícita: “El presupuesto ha de quedar como si fuéseis profesionales independientes para que los totales no puedan superar, como ya sabes, los 18.000 + IVA. Si ven que lo que se ha hecho es fraccionar un encargo completo en diferentes paquetes, es cuando entonces piensan que hay una infracción. La cuestión es fraccionar, pues, cada uno de los conceptos para que quede claro que son como partes que es preciso ir ensamblando conjuntamente”.

Foto: La expresidenta del Parlament Laura Borràs. (EFE/Quique García)

Isaías Herrero cobraba los encargos en nombre propio y a través de sociedades interpuestas como Xarxa Integral de Professionals i Usuàries SCCL y Freelance Sociedad Cooperativa Madrileña SCCL. También utilizaba a su amigo Andreu Pujol y a su sociedad APMG & CE para cobrar por trabajos con la Generalitat. Para simular que había concurrencia pública, Borràs y Herrero presentaban varios presupuestos de diferentes entidades que, en ocasiones, desconocían que su nombre estaba siendo empleado para amañar contratos. El propio Herrero negocia ahora una confesión con la Fiscalía para que le rebajen la petición de cárcel y evitar ingresar en prisión.

El relato de la Fiscalía dibuja la estructura que habían diseñado. “Con el fin de ofrecer una apariencia fingida de respeto por los principios de publicidad y pública concurrencia y de ocultar su actuación ilícita, Laura Borràs e Isaías Herrero pactaron que en cada uno de los expedientes aportarían tres presupuestos a nombre de diferentes proveedores, dos de los cuales no eran ofertas reales, sino presupuestos comparsa elaborados falazmente por los acusados con el propósito de simular que la adjudicación se hacía al mejor licitador, de encubrir que el adjudicatario real de todos ellos era Isaías Herrero y de enmascarar el fraccionamiento ilegal de dichos contratos”, apunta. Para asegurarse la adjudicación, las empresas comparsa presentaban presupuestos muy inflados para quedar eliminadas.

Usurparon el nombre de un profesor

Borràs y Herrero llegaron a utilizar una entidad literaria que la ahora líder de JxCAT había creado para urdir la trama. La dirigente independentista utilizó la asociación Hermeneia, que había fundado cuando estaba en la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y que luego pasó a la Universitat de Barcelona. En esa asociación estaba Herrero. La pareja utilizó a la entidad LAB Hermeneia (cuyo NIF se ocultó en los presupuestos) para presentar presupuestos y simular una concurrencia competitiva inexistente. En un auto fechado el pasado mes de junio, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña detalla: “Laura Borràs era la directora del máster Literatura en la Era Digital y del posgrado Literatura Comparada y Literatura Digital de la Universidad de Barcelona, y en estos cursos, Isaías Herrero hacía de profesor, facturando sus colaboraciones a través de la cooperativa Xarxa Integral”. Esta era una de las entidades con las que luego facturaría a la Generalitat.

Foto: La presidenta de JxCAT, Laura Borràs. (EFE/Toni Albir) Opinión

En el ordenador de Herrero se halló una carpeta con el título "Presupuestos-LAURA", en la que constaban todos los presupuestos presentados por Hermeneia. También utilizaron el nombre de un antiguo profesor que había trabajado con Borràs en el máster, señalado como A.C. y administrador de Elit3,14 SL. La empresa apareció hasta en ocho licitaciones, cuando el docente no tenía ni idea de que había concurrido a un concurso oficial.

El Ministerio Público dice en su relato de los hechos que los presupuestos "como persona física o como administrador de la sociedad Elit3,14 SL fueron confeccionados por Isaías Herrero y, en algún caso, por Laura Borràs, y fueron incorporados a los diferentes expedientes de contratación por esta última, sin que aquellos tuvieran conocimiento o los hubieran autorizado”. Elit3,14 era la empresa con la que A.C. había facturado a Hermenia y los datos de los presupuestos que años después presentó en la Generalitat estaban sacados de esas facturas.

Foto: La presidenta del Parlament, Laura Borrás. (EFE/Alejandro García)

De igual manera, la representante de la empresa Smartcooper, dedicada a diseño gráfico y publicidad, negó la autoría de dos presupuestos que constaban en los expedientes visados por Borràs, subrayando que su entidad “no elabora presupuestos, sino facturas proforma o proyectos, y la dirección de correo electrónico que figura en los documentos es incorrecta”. Herrero les había pedido a los responsables poder realizar una factura con su nombre y se lo negaron. Borràs, pese a las evidencias, alega que todo obedece a un “montaje de las cloacas del Estado”.

Conversaciones telefónicas

El protagonismo de Borràs en la supuesta trama corrupta queda fuera de duda en un correo que envió a su amigo el 7 de julio de 2014. “Isaías, pensaba que habías enviado alguna propuesta a Roger, pero me ha dicho que no. Envíamela a mí con conceptos e importes aproximados y si conviene ya lo haré yo, pero quiero dejarlo procesado esta semana”, apunta. A continuación, Herrero le recordaba que debía facturar a través de las empresas Xarxa Integral y APMG “50.000 + IVA pactados”, por lo que Borràs le advertía: “Hemos de hacer 3 presupuestos por factura”.

Tres días más tarde, se quejaba a su amigo de que “faltarían los conceptos de las facturas de Andreu": "Mañana entraré todos los presupuestos para asegurar el tiro”. El nombre al que se refería no era otro que Andreu Pujol, también procesado en la causa, para el que el fiscal pide tres años de cárcel, 10 años de inhabilitación y 30.000 euros de multa. Su labor era cobrar los contratos y pasar el dinero a Herrero. En uno de sus correos, Isaías Herrero señalaba, tras pedirle un presupuesto falso: “No hagas caso del precio/conceptos, no son ni orientativos. Se trata de hacer facturas para poder cobrar lo que es un contrato anual encubierto de trabajo (el mío) de la Institución”.

Sospechas de los funcionarios

Los funcionarios de la Generalitat empezaron a sospechar enseguida de los trapis de Borràs. El responsable de gestión administrativa de la ILC se percató de contrataciones reiteradas con Isaías Herrero. "Sugirió a la directora Laura Borràs en diversas ocasiones tramitarlos como un solo contrato negociado, hasta el punto de que se reunió a comienzos de 2014 con J.M., jefe del servicio de contratación en Cultura, y comenzó a redactar las orientaciones recibidas de esta a un borrador de pliegos de condiciones; la directora rechazó la propuesta aduciendo que los contratos eran diferentes”, indican los investigadores.

Foto: Laura Borràs. (EFE / Quique García)

Poco después, el 19 de julio de 2014, Borràs seguía con sus maniobras. Un correo a su amigo así lo atestigua. “Como se han de hacer 3 presupuestos por cada una de las personas o empresas diferentes, yo había pensado que podríamos hacer que tú te presentes a los 4 y solo ganes uno, el más económico de la serie, la cooperativa ídem, APM ídem y la otra ídem. El resto se podría hacer con la empresa de A. [Andreu] y puede ser con la cooperativa de Madrid. Si tú haces los cuatro vuestros, yo hago los otros. ¿Te parece bien?”, le decía Borràs. Correos como estos son los que la defensa pretende anular por cuestiones puramente técnicas y que no se tengan en cuenta a la hora de juzgar a la presidenta de JxCAT, tal y como reclama la defensa de la dirigente nacionalista.

A los e-mails, no obstante, se añaden conversaciones telefónicas captadas entre Isaías Herrero y otros interlocutores. Las intervenciones se realizaron bajo orden judicial. El 6 de noviembre de 2017, Herrero hablaba con M.G. y le expresaba su temor de que, tras la aplicación del 155, se comenzasen a revisar contratos. “Yo tengo una de marrones…bufff… hombre, claro, porque yo, con la Borràs, con la jefa, facturo con la cooperativa, yo facturo unos trapis por allá… Yo he de hacer un presupuesto bueno y… o sea, yo he de hacer dos presupuestos buenos y cuatro no buenos. Lo peor es si la Borràs deja de ser directora (…) Escucha, si la Borràs… porque, claro, esta tiene número de ser Gobierno (…) Imagínatela de ministra de Cultura y a mí dándome trabajo de esto… Pues de puta madre”.

La investigación sobre la presunta prevaricación de Laura Borràs como alto cargo de la Generalitat revela un método de fraccionamiento y cobro de contratos durante varios años con un solo beneficiario. Las conversaciones y correos electrónicos entre la presidenta del JxCAT y su amigo Isaías Herrero, también procesado por su implicación en la trama, son la principal prueba de cargo de la Fiscalía ante el juicio que se celebra este viernes. Los acusados, que hablaban abiertamente de "trapis" en los mensajes intervenidos, diseñaron una fructífera alianza que deja a Borràs en una situación más que complicada. La líder de la formación independentista será juzgada por corrupción, acusada de prevaricación administrativa y falsedad documental, y se enfrenta a una pena de seis años de cárcel, 21 de inhabilitación y 144.000 euros de multa por desviar, supuestamente, 355.700,29 euros entre 2013 y 2017 a los bolsillos de Herrero a través de 18 adjudicaciones a dedo.

Laura Borràs
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