Los seguidores de Borràs en JxCAT caen frente a la indiferencia de Puigdemont

La reunión en Bruselas de los diputados, congresistas, senadores y eurodiputados de JxCAT con Carles Puigdemont tuvo su punto dramático, según explican fuentes cercanas a los asistentes. Fue cuando la diputada de Junts en el Parlament Aurora Madaula tomó la palabra, entre llantos, y dejó en evidencia que los octubristas de la presidenta del partido, Laura Borràs, están solos en los órganos de dirección. Y la propia Borràs, aislada. Pero eso no quiere decir que la mayoría de las bases no los respalden, como quedó claro en la reciente consulta interna sobre si se debía romper la coalición con ERC en la Generalitat.

La cumbre independentista tuvo lugar el pasado lunes en el Parlamento Europeo en Bruselas. Comenzó a las 10:30, se hizo una pausa para comer y luego siguió hasta las 19:00. Se presentó como una jornada de trabajo interparlamentaria para criticar la presión de España al independentismo a través de métodos poco democráticos, como el espionaje de Pegasus. Pero también hubo debate interno, según explican las mismas fuentes. Un tema que solo sirvió para que quedase claro que la alianza entre Puigdemont y Borràs había sido coyuntural y que el expresident había utilizado el tirón de Borràs entre las bases para que el portavoz Josep Rius y el resto de sus partidarios pudiesen forzar la salida del Govern. Una vez lograda, la dirigente y los suyos vuelven al ostracismo al que ya la habían condenado desde Waterloo.

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Madaula, visiblemente nerviosa, tomó la palabra: “Ya sé que muchos de los que estáis aquí no podéis ni verme”. Al principio los asistentes pensaron que le había dado un ataque de hipo, pero no. Estaba llorando. Balbuceó una defensa del diputado Francesc de Dalmases, que no fue a Bruselas al estar de baja médica tras el escándalo por haber presionado a una periodista de TV3, y lamentó el giro hacia el centro de JxCAT por el “exceso de políticas liberales” en la formación. Aquí sí que alguno de los asistentes le recordó que Junts había aprobado una ponencia política el pasado mes de octubre y que el partido se había mantenido fiel a la misma.

Se ha requerido la opinión de Aurora Madaula para recoger su versión los hechos, pero la diputada ha declinado hablar con El Confidencial. Madaula tiene una posición ideológica más cercana a la CUP y, tras la caída de Dalmases, es la persona más cercana a Laura Borràs.

Posición minoritaria

La posición minoritaria de los octubristas dentro de la dirección del partido quedó en evidencia porque solo hubo otra defensa de De Dalmases. Fue la diputada del Parlament Cristina Casol, que también salió en su defensa. Casol es diputada por Lleida, ciudad por la que Laura Borràs le hizo presentarse a las primarias como candidata a la alcaldía contra el candidato y concejal Toni Postius.

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En ambas intervenciones en Bruselas, la indiferencia de Puigdemont fue glacial. La confluencia de intereses para romper la Generalitat y atacar a Pere Aragonès podía darse por saldada. A partir de aquí, cada facción va por su lado y, en la ejecutiva, el Consell Nacional y los grupos parlamentarios, los seguidores de Borràs son una minoría muy debilitada.

Borràs se mostró muy aislada en el encuentro sin la compañía de Francesc de Dalmases

La propia Laura Borràs estuvo muy aislada sin De Dalmases en el encuentro en Bruselas. Habló poco con el resto de diputados y consultó mucho su portátil, según detallan fuentes próximas a los asistentes. Puigdemont volvía a alinearse con el aparato del partido, pese a que la mayoría de sus miembros eran partidarios de seguir en el Ejecutivo catalán. En la práctica, también se da la curiosidad de que el aparato y los antiguos cargos públicos culpan a Borràs de la pérdida de sueldos de más de 200 puestos, ya que ERC está colocando todos sus cuadros, pero no a Puigdemont. Su figura sigue preservada por el aura de lo que denominan “president legítim”.

Cuevillas vira

Mientras el octubrismo daba señales de impotencia, Jaume Alonso-Cuevillas, otro de los diputados afines a Borràs, aprovechó la visita a Bruselas para rehacer contactos, incluso con personas con las que llevaba tiempo sin relacionarse. Alonso-Cuevillas siempre ha demostrado un instinto de supervivencia superior al resto de los aliados de la expresidenta del Parlament y todo apunta a que se adaptará a la nueva época que arranca.

El secretario general de JxCAT, Jordi Turull, siguió sin mojarse con ninguna de las facciones. Su prioridad es que el partido no se rompa y que el problema de Borràs, si no se resuelve, se disuelva una vez que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña falle sobre su presunta corruptela cuando presidía el Institut de les Lletres Catalanes. El juicio se prevé para el mes de enero.