ERC y oposición cercarán a Dalmases en el Parlament con el aval del sector posibilista de Junts

El caso Dalmases está todavía lejos de apagarse. Este jueves, la Comisión del Estatuto del Diputado del Parlament analizará la situación del diputado de JxCAT Francesc de Dalmases y la bronca que echó a una periodista de TV3 el pasado mes de julio por el tono de las preguntas que previamente había formulado en una entrevista con Laura Borràs. La comisión amenaza el último reducto de poder de Dalmases, que es la Cámara catalana, donde aún tiene su escaño y la presidencia de la Comisión de Acción Exterior. Todo apunta a que ERC y los partidos de la oposición no van a dar tregua al de Junts.

La Comisión del Estatuto de los Diputados fijó este jueves la sesión para decidir cómo proceder con el diputado. El órgano está presidido por Jaume Alonso-Cuevillas (JxCAT), que tuvo una primera reunión para acordar los próximos pasos.

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En la práctica, varios sectores de Junts han decidido dejar en manos de la oposición el fin de Dalmases y por esta vía debilitar más a Laura Borràs, que está en guerra abierta con las fracciones posibilistas del partido.

Al menos dos diputadas de JxCAT hicieron llegar a la abogada Magda Oranich, autora del informe que precipitó la renuncia de Dalmases a su cargo dentro del partido, que no se hablaban con la mano derecha de Borràs por su actitud y sus maneras. Ahora las quejas llegarían hasta la Comisión.

En el órgano, Dalmases tienen un aliado, su presidente, Jaume Alonso Cuevillas. Este también es un hombre de Laura Borràs y partidario de que JxCAT deje de ser un partido y que se convierta en una especie de movimiento de liberación nacional. Además, siempre ha defendido que la Comisión no es competente para tratar un altercado que ocurrió fuera de los muros del Parlament. Esta será la primera línea de defensa de Francesc de Dalmases y sus partidarios.

Pero ERC, la CUP, los Comunes, y el resto de la oposición pueden utilizar la Comisión para ir desgastando a Francesc de Dalmases. Y para eso es clave que los trabajos se alarguen lo máximo posible en el tiempo.

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En el fondo es como si el sector pragmático de JxCAT, los que pretendían seguir en el Ejecutivo catalán, en contra del criterio de Borràs y Carles Puigdemont, hubiese subcontratado a la oposición para acorralar a Dalmases. Es una guerra interna de partido por delegación. Los aliados de esta parte de Junts son por un lado los defensores de lo público, TV3 es una televisión de la administración; y, por otro, las feministas, ya que la periodista que recibió los improperios es mujer. La situación resulta tan envenenada que el sector de Borràs está señalando y criticando a los medios catalanes que hablan “demasiado” del tema.

El silencio de Turull

Por su parte, el secretario general calla. Jordi Turull cree que su silencio ayuda a mantener unido el partido. Pero fuentes de JxCAT cercanas a los pragmáticos aseguran que entre sus filas ya se le tilda de tibio, mientras que los próximos a Laura Borràs siempre le han visto como el hombre del aparato contrario a sus intereses. Desacreditado por las dos partes, el problema de Turull en este momento es la falta de autoridad. Algunas fuentes aseguran que este pidió a Dalmases que renunciase a su acta de diputado, pero no lo hizo de manera pública.

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Por eso, el pulso se traslada al Parlament, porque el partido ya da signos de agotamiento y no puede afrontar el debate sin romperse. Magda Oranich o el propio Alonso-Cuevillas no descartan una fractura.

Reprobación en el aire

Se prevé que la Comisión del Estatuto del Diputado abra una investigación que tendrá como referencia el informe de Oranich y también el que redactó la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales. Con ellos se analizará si es necesario sancionar al exdirigente de Junts por su comportamiento el pasado 9 de julio en TV3, tras la entrevista que Borràs dio al programa FAQS. No obstante, difícilmente le puede costar el escaño. Lo más probable es que todo acabe en una reprobación, según apuntan fuentes parlamentarias. Lo que supondría un desgaste mayor para Borràs.

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Pero tanto para ERC como para los partidos de la oposición la comisión supone una oportunidad de oro para desgastar a JxCAT a las puertas de las municipales. Todos los escenarios apuntan a una estrategia para cercar a Laura Borràs y a sus partidarios. De hecho, el presidente del grupo parlamentario de JxCAT, Albert Batet, baraja la idea de desplazar a Dalmases de la presidencia de la Comisión de Acción Exterior para acallar las críticas.