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El miedo a la cárcel quiebra al independentismo y deja solo a Puigdemont
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El miedo a la cárcel quiebra al independentismo y deja solo a Puigdemont

Fuentes internas del partido republicano reconocen la “extraña situación” creada en las últimas semanas y admiten que “Rovira tiene miedo a ser encarcelada"

Foto: La secretaria general de ERC y número dos en la lista electoral, Marta Rovira (i), y la presidenta del Parlament, Carme Forcadell (d), en el mitin del cierre de campaña de ERC. (EFE)
La secretaria general de ERC y número dos en la lista electoral, Marta Rovira (i), y la presidenta del Parlament, Carme Forcadell (d), en el mitin del cierre de campaña de ERC. (EFE)

Pánico y desbandada en el independentismo. Artur Mas arroja la toalla, acosado por los tribunales (y por su poca sintonía con Carles Puigdemont); 'los Jordis' (Jordi Sànchez, expresidente de la ANC, y Jordi Cuixart, presidente de Òmnium Cultural) y el exconsejero de Interior Joaquim Forn abjuran del secesionismo, se proclaman constitucionalistas y reniegan de la vía unilateral; Carme Forcadell anuncia oficialmente que no repite como presidenta del Parlament mirando hacia los procesos penales pendientes en su contra; el exconsejero de Justicia Carles Mundó abandona la política y se descuelga como posible nuevo presidente del Parlament… Incluso la secretaria general de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Marta Rovira, entra en pánico.

En el partido republicano reconocen la “extraña situación” creada en las últimas semanas y admiten que “Rovira tiene miedo a ser encarcelada, porque es muy ‘poruga’ [miedosa]”. Admiten, asimismo, que la filtración de su último viaje a Bruselas para verse con el fugado Carles Puigdemont la ha puesto en el disparadero.

Foto: Oriol Junqueras y Ernest Maragall en un acto de ERC. (EFE)

Fuentes bien informadas afirman a El Confidencial que el abogado de Marta Rovira insistió en que no hiciera el viaje a la capital belga porque ello podría comprometer su nueva situación procesal, pero ella hizo caso omiso de las advertencias y creyó que con su sola discreción bastaría para mantener oculta la reunión.

Tarde o temprano, los nuevos imputados en el sumario podrían pasar por la cárcel, aseguran expertos en derecho penal. Y ahí están no solo Rovira, sino también Artur Mas, Marta Pascal (coordinadora general del PDeCAT) o la cupera Anna Gabriel, entre otros.

Otro detalle a tener en cuenta son las responsabilidades pecuniarias de los presuntos delitos cometidos. Artur Mas ya lo vivió en carne propia: su vivienda está embargada para responder de los 5,2 millones de euros gastados ilegalmente en la pseudoconsulta del 9 de noviembre de 2014. Los responsables de los delitos, pues, saben que sus patrimonios peligran tanto como su libertad.

Foto: El 'expresident' de la Generalitat Carles Puigdemont, durante una entrevista. (EFE)

Por eso, los nervios están a flor de piel. No se esperaba tal desbandada de cargos. Los dos primeros candidatos de ERC a presidir el Parlament, Carme Forcadell y Carles Mundó, han dicho no a esa responsabilidad. En el PDeCAT ha habido también renuncias de candidatos por miedo a las consecuencias legales, como la exconsejera Meritxell Borràs (declinó ir en las listas) o Neus Lloveras, que esta semana dimitió como presidenta de la Asociación de Municipios por la Independencia y anunció que no repetirá como candidata a la alcaldía de Vilanova i la Geltrú.

¿Alejamiento de Junqueras?

La Justicia siempre actúa sobre hechos consumados. No existen actuaciones preventivas”, advierte a este diario Pere Lluís Huguet, presidente de la plataforma Llibertats. Este jurista critica que “se pensaban que todo iba de broma, pero ahora saben que la Justicia va en serio. La Mesa del Parlamento se saltó los requerimientos del TC y luego vinieron las consecuencias. Pensaron que no pasaría nada, pero sí pasó y pasará”. Huguet critica, especialmente, el posicionamiento de algunos dirigentes políticos, como el propio Carles Puigdemont, que lanzó en las redes una fotografía en la que salía riéndose con cinco citaciones del TC colgadas a su espalda, en la pared.

El líder republicano Oriol Junqueras tiene muy limitados sus movimientos estando en prisión y eso ha hecho que sea Rovira la que haya de moverse para pilotar las conversaciones con Puigdemont. Algunas fuentes apuntan a que en estas semanas ha habido “un proceso de alejamiento entre Rovira y Junqueras. Algunos hablan incluso de que están humanamente defraudados”. Esta afirmación es rebatida por fuentes oficialistas de ERC, que señalan que “sus relaciones están tan firmes como el primer día, lo que pasa es que hay rumores malintencionados que intentan sembrar cizaña”. Sí que es cierto, no obstante, que al estoicismo de Junqueras se opone el histrionismo de Rovira.

Algunas fuentes apuntan a que en estas semanas ha habido “un proceso de alejamiento entre Rovira y Junqueras. Hay quien habla de enfrentamiento"

Las maniobras de la secretaria general de Esquerra, no obstante, no han dado los resultados apetecidos. Todo se le vuelve en contra.

A las pocas horas de verse con Puigdemont, la reunión estaba en las portadas de todos los diarios, lo que ha vuelto a ponerla en el punto de mira de la Justicia. Desde ERC se apunta directamente al equipo de Puigdemont como responsable de la filtración (incluso se concreta en una determinada persona la materialización de la misma). No es solo una guerra fratricida dentro del independentismo: es una deslealtad y una traición en toda regla. Lo cierto es que la estrategia de Convergència ha sido siempre demoledora, inflexible, mientras que Esquerra siempre ha pecado de una cierta candidez en el manejo de las filtraciones y los tempos políticos.

Lo verdaderamente maquiavélico fue la estrategia empleada: las primeras filtraciones daban por sentado un acuerdo de Junts per Catalunya (JxCAT) y ERC sobre la composición de la Mesa del Parlament y sobre la investidura del futuro presidente de la Generalitat por vía telemática. Solo había una parte de verdad en eso. “Lo que se le fue a decir es que Esquerra no estaba segura de que fuese legal una investidura telemática. Y lo que Marta Rovira dijo a Puigdemont fue que si no era posible su investidura habría que pensar en un candidato alternativo”, aseguran a El Confidencial fuentes de ERC.

Foto:  En pantalla y desde Bruselas, Carles Puigdemont y los consellers cesados en un acto de Junts per Catalunya de campaña. (EFE)

Esa parte fue maliciosamente omitida en las filtraciones, lo que dejaba en muy mal lugar al partido republicano, que por si fuera poco no ve factible la oficialización de un ‘president’ que gobierne a través del plasma. A Puigdemont, pues, no solo le abandonan los suyos (Artur Mas se fue muy dolido con él y sus relaciones con la cúpula del PDeCAT están más gélidas que las temperaturas en el Polo Norte). También le abandonan los otros. O, al menos, marcan distancias, dejándole aún más solo.

Pruebas en su contra

Fuentes solventes apuntan que la gran preocupación de Rovira ahora es que este viaje 'secreto' pueda ser tenida en cuenta a la hora de decidir medidas cautelares debido a su imputación en los preparativos del referéndum del 1 de octubre, por lo que se la acusa de rebelión, exactamente igual que a su jefe de filas, Oriol Junqueras. Además, existe el agravante de que hay documentación que demuestra que Rovira participó muy activamente convocando reuniones en pleno agosto con empresarios para encargar adjudicaciones de cara al referéndum del 1 de octubre. Y, por si fuera poco, existen conversaciones con el entonces secretario de Hacienda, Lluís Salvadó (detenido el 20 de septiembre), sobre la marcha de los preparativos del referéndum.

Mientras tanto, Puigdemont insiste en ser investido telemáticamente o “por delegación” (o sea, que un diputado lea su discurso mientras él está en Bruselas). Los letrados del Parlament ya presentaron un primer informe oral en el que rechazan ambas fórmulas y subrayan que el futuro ‘president’ ha de estar físicamente en el hemiciclo.

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Huguet explica a este respecto que “la investidura telemática es una barbaridad jurídica. Los abogados estamos hartos de celebrar videoconferencias, pero eso es un proceso reglado, en el que ha de haber unas garantías. Pero tal y como se hace la propuesta, el simple planteamiento es un ridículo inmenso ante la comunidad europea. Al principio, parecía una broma, pero ahora va en serio. En Europa hay una serie de principios que son los procesos, pero han de tener unas garantías. Y eso es fundamental. Debemos estar preocupados por la imagen que Cataluña está dando al resto de Europa”.

La terna alternativa

Una fuente republicana señala a este diario que el convergente está empeñado “en ser investido ‘president’ a toda costa, como sea, para luego llegar como mártir y que lo detengan. Pero que lo detengan ya investido”. Esa era la estrategia que hace dos semanas puso el fugado sobre la mesa. Desde el PDeCAT se cree que un candidato distinto sería la última alternativa que aceptaría Puigdemont, consciente de que ir a unas nuevas elecciones les puede costar (a todo el independentismo) un bajón electoral, tanto en votos como en diputados, ya que una parte de su electorado podría optar por la abstención. Así pues, en círculos internos del PDeCAT ha comenzado a circular una lista de tres candidatos que serían los recambios que pondrían encima de la mesa: Josep Rull, Jordi Turull y Elsa Artadi. El primero es un hombre íntegramente de partido; el segundo es un candidato que el propio Puigdemont podría apoyar, y la tercera es su jefa de compaña y persona de su total confianza, aunque no de la confianza del PDeCAT. De esa terna, señalan las fuentes, saldría el sustituto de Puigdemont en última instancia.

Lo que solo hay claro hasta el momento es que el próximo 17 de enero se ha de conformar la Mesa del Parlament. Tanto JxCAT como ERC creen que se logrará un acuerdo para investir a un presidente soberanista, cargo para el que suena el exsocialista Ernest Maragall, actual aliado de ERC. Desde la oposición se vaticina un acuerdo a cualquier precio. “Si pierden la Mesa, se acabó el ‘procés”, subrayan. La primera piedra de la nueva etapa soberanista, pues, se materializará el próximo miércoles.

Pánico y desbandada en el independentismo. Artur Mas arroja la toalla, acosado por los tribunales (y por su poca sintonía con Carles Puigdemont); 'los Jordis' (Jordi Sànchez, expresidente de la ANC, y Jordi Cuixart, presidente de Òmnium Cultural) y el exconsejero de Interior Joaquim Forn abjuran del secesionismo, se proclaman constitucionalistas y reniegan de la vía unilateral; Carme Forcadell anuncia oficialmente que no repite como presidenta del Parlament mirando hacia los procesos penales pendientes en su contra; el exconsejero de Justicia Carles Mundó abandona la política y se descuelga como posible nuevo presidente del Parlament… Incluso la secretaria general de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Marta Rovira, entra en pánico.

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