Dispersan a los encarcelados por el doble asesinato de Barbate: el Cabra, a Córdoba

Kiko el Cabra, el piloto de la narcolancha que la tarde del viernes pasó por encima de una zódiac ocupada por seis guardias civiles, dos de los cuales perdieron la vida, ha sido trasladado desde la prisión de Puerto II de Cádiz al Centro Penitenciario de Córdoba. Una decisión que también se ha aplicado a los otros cinco investigados en este trágico suceso, que han sido llevados a las cárceles de Sevilla, Albolote (Granada) y Jaén.

Fuentes penitenciarias explicaron que Francisco Javier M. P., de 46 años de edad, continuará en el módulo de Ingresos, donde permanece separado de los presos condenados. Y posiblemente repetirá el protocolo de acceso que se le aplicó en Puerto II y que contempla "entrevistas con un psicólogo, educadores, un pedagogo y trabajadores sociales".

El Cabra aún no ha sido catalogado como preso, aunque las fuentes consultadas señalaron que hay dos opciones principales: que se le incluya en la categoría 2 del Fichero de Internos de Especial Seguimiento (FIES), destinada para los presos que han cometido delitos relacionados con el tráfico de drogas o el blanqueo de capitales derivados de esta actividad; o dentro del grupo 5, reservado para delincuentes que hayan perpetrado actos delictivos que generaron una gran alarma social.

Hay que recordar que a este individuo, que antes del suceso ocurrido el viernes contaba con antecedentes por resistencia, desobediencia y blanqueo de capitales, se le investiga inicialmente por dos delitos de asesinato, cuatro de asesinato en grado de tentativa, seis de atentado agravado, uno de contrabando y otro de resistencia grave a agente de la autoridad.

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Son los mismos cargos que se imputan a otros dos supuestos tripulantes de la narcolancha que han sido trasladados a la prisión de Sevilla. Las citadas fuentes apuntaron que esta medida se extendió a lo largo de este jueves al resto de detenidos. Los destinos de estos tres fueron "la cárcel de Jaén y la de Albolote (Granada)".

El ingreso en prisión de los seis, comunicada y sin fianza, se produjo a petición de la Fiscalía y la acusación que ejerce la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC).

Kiko el Cabra, el presunto piloto de la narcolancha. Es natural de La Línea de la Concepción y encaja en el perfil del "quinqui" que "se sube a una goma" que distintas fuentes consultadas señalan como los nuevos tripulantes del narco. Según la agencia EFE, llevaba al menos 15 años a bordo de narcolanchas y no se había planteado dejar esa vida ni tan siquiera tras la muerte de un amigo suyo en una persecución con una embarcación del Instituto Armado.

En la Guardia Civil consideran acertado distribuir a los arrestados por distintas prisiones para que no puedan "pactar declaraciones"

Este suceso se produjo el pasado 31 de enero. Marcos, de su misma edad y con antecedentes por contrabando, tráfico de drogas y pertenencia a organización criminal, murió en la desembocadura del río Guadalquivir, en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), al colisionar la narcolancha en la que estaba con la patrullera Río Águeda.

Fuentes del Instituto Armado consideraron acertado que los seis investigados por el asesinato de sus compañeros hayan sido distribuidos por distintos recintos penitenciarios porque esta decisión, entre otras cuestiones, puede dificultar que "intenten pactar declaraciones".

Joaquín Leyva, portavoz de Acaip, señaló a este respecto que su organización lleva tiempo reclamando la "dispersión" de los encarcelados por narcotráfico para evitar lo que llama la "triple amenaza". En primer lugar, dificultaría notablemente que "sigan operando desde dentro de la prisión". En segundo, "por la seguridad de los funcionarios". Y, en tercero, para reducir la conflictividad entre las bandas internadas.

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Otros dos detenidos en este caso, que supuestamente fueron a Sotogrande a auxiliar a los ocupantes de la goma tras el ataque a los agentes, quedaron en libertad con cargos. Estos individuos, de 34 y 54 años, están siendo investigados por presuntos delitos de encubrimiento y resistencia a agente de la autoridad.