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Geografía posmoderna: el río Guadalquivir desemboca 'socioculturalmente' en Chipiona
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SU ALCALDE ABRE UN EXTRAÑO MELÓN

Geografía posmoderna: el río Guadalquivir desemboca 'socioculturalmente' en Chipiona

El alcalde quiere poner a esta ciudad gaditana en los libros de texto y esgrime argumentos históricos, culturales, arqueológicos o marítimos, ¿pero dónde acaba realmente un río?

Foto: El buque maltés 'Sachin Colibri' encalla en la desembocadura del Guadalquivir frente a Sanlúcar en 2009 (Jaro Muñoz / EFE)
El buque maltés 'Sachin Colibri' encalla en la desembocadura del Guadalquivir frente a Sanlúcar en 2009 (Jaro Muñoz / EFE)

Hace unas semanas, el alcalde de Chipiona, Luis Mario Aparcero, lanzó la bomba: anunció un intento formal de reescribir los libros de texto y que su ciudad aparezca como la desembocadura del río Guadalquivir, privilegio ostentado en solitario desde hace siglos por Sanlúcar de Barrameda, a unos seis kilómetros río adentro —y este es un detalle crucial— de la cuna de Rocío Jurado.

Aparcero es un alcalde histórico de la ciudad, ganó seis elecciones municipales con el PSOE, fue condenado por un delito de cohecho y expulsado del partido y casi 20 años después ha logrado regresar al consistorio con su propio partido, Unidos por Chipiona. Uno de sus objetivos es ahora relanzar turísticamente el municipio. Para ello, nada mejor que una controversia con cierto trasfondo.

"Es una vieja aspiración que en Chipiona lleva años comentándose en los foros culturales, históricos y geográficos", explica Aparcero a El Confidencial, "yo como alcalde me he hecho eco y he puesto la reivindicación encima de la mesa".

En realidad, el pistoletazo teórico de esta reivindicación lo proporciona un estudio del año 2016 que solo entra de forma tangencial en esta polémica. 'Una hermenéutica de la arqueología del mar. Las pesquerías bereberes de corrales de piedra de la Chipiona andalusí', del antropólogo Antonio Ramos de la Universidad de Granada, viene a decir que la mitad de los corrales de pesca preindustriales que se encuentran en la desembocadura del río están situados en lo que hoy es término municipal de Chipiona.

Actualmente, Ramos se halla efectuando un estudio 'ad hoc' cuyas conclusiones, presumiblemente, vendrán a respaldar los motivos del ayuntamiento.

"Se está haciendo el estudio y en los próximos meses se verán reflejados todos estos argumentos", indica Aparcero. ¿Y cuáles son estos argumentos?

"Fundamentalmente son seis", detalla. En primer lugar, "el faro de Chipiona, que es el más alto de España, está ahí para señalizar la embocadura del río Guadalquivir; las seis primeras señales marítimas que indican la embocadura hacia el río están en nuestro término municipal", comienza el alcalde. "Segundo, frente a nuestro término está también el fondeadero de Chipiona donde los barcos fondean a la espera de que suba la marea, tercero: la Corporación de Prácticos del Puerto de Sevilla y Ría del Guadalquivir, el capitán mercante que se sube a esos barcos hacia Sevilla, embarca en el puerto de Chipiona", prosigue, y añade además que la canal del río, el cauce más profundo que permite a grandes barcos acceder para navegar hasta Sevilla, "termina en Punta Montijo, que también es Chipiona".

Los argumentos pueden impresionar en cuanto a número, pero hay una realidad que no puede obviarse fácilmente: ¿qué es una desembocadura? El glosario del Instituto Geográfico Nacional define 'desembocadura' como "paraje donde un río o canal vierte sus aguas a otro, a un lago o al mar". Ese encuentro se produce en Sanlúcar de Barrameda antes que en Chipiona, pero Aparcero cree que no es un criterio excluyente, dado que las aguas también les llegan a ellos.

"Las aguas dulces del río no acaban en Sanlúcar sino que van mucho más allá, hasta Chipiona y el Golfo de Cádiz", justifica. "A veces estas corrientes del Guadalquivir llega a atontar a los pulpos, que no están acostumbrados con el rebalaje acaban en las playas de Chipiona". ¿Es un pulpo atontado sobre la arena prueba suficiente de una desembocadura?

Viejo debate, nuevas estrategias

La desembocadura en Chipiona del río Guadalquivir que defiende Aparcero no es algo meramente físico, sino algo más histórico, cultural, antropológico e incluso social. Una desembocadura posmoderna, aunque debates como este no son nuevos en absoluto.

"En general, la localización de nacimientos y desembocaduras con exactitud suele implicar ciertas controversias científicas", indican fuentes del Instituto Geográfico Nacional, organismo que se declara competente para representar los elementos que aparecen en el terreno pero nunca para discernir sobre los límites de ríos, afluentes o desembocaduras. "Con suma frecuencia, en algunos casos puede haber 'opiniones' y respuestas respecto al los límites de las desembocaduras de los ríos no exentas de interpretaciones, matices o criterios distintos, unos más tradicionales, culturales, desde el punto de vista geológico, hidrográfico, de superficie, etcétera", añaden.

La localización de desembocaduras con exactitud suele implicar ciertas controversias científicas

Dado que un río es un elemento fractal es complicado incluso determinar con exactitud su extensión. Existen, o pueden existir, interpretaciones de dónde termina realmente el Guadalquivir desde un punto metrológico, geográfico o incluso hidrogeológico. El alcalde Aparcero propone una nueva suma de perspectivas que acercan la desembocadura a su municipio.

Antonio Ramos, en declaraciones efectuadas a 'El País', apunta en esa dirección: "La geografía de la embocadura se entiende desde los discursos ideológicos que son hegemónicos en la comarca", o dicho de otra forma, ya que Sanlúcar de Barrameda es desde hace siglos una ciudad de más entidad y cabeza de partido judicial, se quedó con la exclusividad de la desembocadura.

placeholder Un policía local de Chipiona vigila con un dron el aforo de las playas durante la pandemia.
Un policía local de Chipiona vigila con un dron el aforo de las playas durante la pandemia.

En la ciudad vecina no dan crédito a la campaña de Aparcero. El alcalde de Sanlúcar, Víctor Mora, "pensaba que era uno de esos vídeos de broma que circulan por las redes", pero se equivocaba. A nivel de calle, la iniciativa ha servido para alimentar el tradicional pique entre bromas, y no solo desde Sanlúcar. "Se escuchan bromas diciendo que a ver si al darles la desembocadura les van a quitar la bandera azul", comenta Manuel, un vecino de la localidad.

Pero Aparcero, el único chipionero para el que todo esto no es ninguna broma, no tiene pensado apearse de la burra. "No le quiero quitar a Sanlúcar, que es una ciudad histórica e importante, la desembocadura, quiero que se ponga en un cartel que el río desemboca en Sanlúcar, en Chipiona y en Almonte", indica a este periódico. "Creo que tengo argumentos sobrados y suficientes: históricos, científicos, geográficos y arqueológicos".

¿Hacia dónde lleva esto?

Chipiona no obtendría ninguna contraprestación más allá de figurar en las enciclopedias y libros de texto a la altura de otros municipios como Deltebre en Tarragona, La Guardia en Pontevedra o Ayamonte en Huelva. "No hay un beneficio económico, es un tema de prestigio y del papel histórico que tiene Chipiona para el único río navegable de España", detalla el alcalde. "Para nosotros es evidente que si Chipiona es la embocadura, que es la entrada, tendrá que ser también la desembocadura, no va a entrar por un sitio y salir por el otro", un detalle ante el que cualquier geógrafo reclamaría el VAR, ya que 'embocadura' es más un término de navegación que geográfico. "Lo suyo es reivindicar que el río Guadalquivir desemboca en Chipiona, igual que desemboca en Sanlúcar y también en Almonte, porque aunque esté en el interior de la provincia de Huelva toda la costa de Doñana pertenece a su término municipal".

Como estrategia de promoción del pueblo, sin duda la andanada del alcalde ha funcionado, ¿pero hacia dónde vamos a partir de ahora? La línea de pensamiento es peligrosamente elástica, y ya que las mareas del Atlántico llegan hasta Coria del Río, a 12 kilómetros de Sevilla, bien podría alguien empeñarse en definir ahí el límite superior de la desembocadura del Guadalquivir.

"Cuando se empiezan a hacer los mapas, Chipiona tenía poco peso como ciudad"

PREGUNTA: Alcalde, si este estudio les acaba dando la razón, ¿dónde lo elevarán después? ¿Quién tiene la responsabilidad de determinar si Chipiona es o no la desembocadura?

RESPUESTA: Nosotros nos vamos a dirigir a los organismos competentes, al Gobierno de España, al ministerio que corresponda y ese ministerio decidirá que si es así tendrán que cambiar los mapas, cambiar los nombres y rectificar, igual que se ha cambiado el nombre al estadio Nuevo Mirandilla que antes era el Ramón de Carranza. Yo entiendo que en el siglo XII, XIII, XV o XVIII, cuando se empiezan a hacer los mapas, Chipiona tenía poco peso como ciudad porque era una pequeña villa y Sanlúcar era una ciudad importante. Se le puso el nombre de Sanlúcar igual que se pusieron los Montes de Toledo.

Ahora los organismos que tengan que decidir tendrán que interpretar esta reivindicación y nosotros iremos hasta las últimas instancias intentando que el nombre de Chipiona juegue un papel importante.

Hace unas semanas, el alcalde de Chipiona, Luis Mario Aparcero, lanzó la bomba: anunció un intento formal de reescribir los libros de texto y que su ciudad aparezca como la desembocadura del río Guadalquivir, privilegio ostentado en solitario desde hace siglos por Sanlúcar de Barrameda, a unos seis kilómetros río adentro —y este es un detalle crucial— de la cuna de Rocío Jurado.

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