El proyecto de deportes extremos de un bisnieto de Franco que llega al Parlamento Europeo

El europarlamentario español de Izquierda Unida (IU) Manu Pineda registró el pasado 15 de septiembre una pregunta en el Parlamento Europeo que tenía el siguiente encabezamiento: "Impacto del megaproyecto de Nature Call Initiatives S.L. en el acuífero Sierra Blanca de Coín (Málaga)". Era la exportación a Bruselas de la enésima polémica medioambiental patria. Una controversia que gira en torno a Trascendence, un centro que promete "potenciar la conciencia y el respeto por el medio ambiente mediante la práctica y mejora en el rendimiento de deportes extremos", pero que IU, PSOE, ecologistas y una plataforma vecinal aseguran que dañará los recursos hídricos de la zona y afectará gravemente a los agricultores. 267 millones de inversión estimada y la promesa de 600 puestos de trabajo vinculados a un nombre y a una saga familiar que exacerba a la izquierda: Jaime Ardid Martínez-Bordiu, bisnieto del dictador Francisco Franco y uno de los grandes animadores del sector inmobiliario del país, con operaciones millonarias como la del edificio Velázquez en el barrio de Salamanca de Madrid.

Nature Call Initiatives S.L. ofrecía esta semana detalles sobre un proyecto que se empezó a concebir hace cinco años y que cuenta con el apoyo de la Junta de Andalucía. Fue a mediados de diciembre del año pasado cuando la consejería de Economía, Hacienda y Fondos Europeos impulsó la calificación de esta iniciativa como estratégica y la Unidad Aceleradora de Proyectos ofreció a mediados de abril su postura favorable.

Las cifras que la rodean son atrayentes. Trascendence, que ofrece "experiencias extraordinarias relacionadas con los deportes de aventura, los e-sports, el bienestar y el entretenimiento", se proyecta sobre un terreno de 160 hectáreas ubicado en el sector conocido como Llanos de Matagallar. Aunque su diseño persigue una "total integración con el entorno natural", por lo que se ha planificado una ocupación "de tan solo" el 20% del total de la de la parcela. Únicamente el 9% está destinado a edificación.

Las instalaciones, según la compañía, contarán con "510 unidades habitacionales ecoturísticas" plenamente integradas en el entorno natural y un espacio para eventos con un aforo de 1.000 personas. En su catálogo se recogen 35 actividades deportivas que se distribuyen entre cinco elementos: agua, tierra, fuego, aire y un quinto. Y destacan la práctica del surf en una piscina de olas artificiales, un túnel del viento, circuitos de ciclismo extremo, parkour, salto en paracaídas o experiencias en el metaverso.

En el terreno objeto de la polémica se autorizó en el año 2001 la construcción de dos campos de golf y aproximadamente 900 casas

"No existe ningún otro centro similar en España, ni en el mundo, que integre en un mismo espacio el tipo de disciplinas deportivas vinculadas a la naturaleza que promovemos en este proyecto", destacan sus impulsores, que prevén una inversión de 267 millones. El impacto en el mercado laboral se ha cifrado en la creación de 750 empleos durante la construcción, más otros 600 durante la fase de explotación. Una cifra que podría alcanzar los 800 alcanzados los cinco años de vida.

‘El rey del barrio de Salamanca’

La firma tras esta singular iniciativa pertenece al Grupo ARD Investment & Development, una empresa familiar de tercera generación que en la capital malagueña desarrolló la recuperación del emblemático edificio de La Equitativa. En su organigrama se encuentra Jaime Ardid Martínez-Bordiu, un empresario del sector inmobiliario que en la sociedad Nature Call Initiatives S.L. ha ejercido los puestos de apoderado y administrador único, y que está detrás de importantes operaciones urbanísticas. El rey del barrio de Salamanca, lo bautizó 20minutos tras la compra por más de 60 millones del edificio Velázquez 53. Una inversión que realizó junto a su hermano Francisco de Borja para hacer pisos de lujo que podrían reportarles 80 millones de beneficios.

Esta pericia empresarial resulta opacada por un recordatorio sobre los orígenes aristocráticos de Jaime Ardid: es bisnieto Francisco Franco. Algo que se encargan en remarcar los partidos de izquierda para denostar el proyecto de Coín. Hijo de María de la O Martínez-Bordiu, segunda nieta del dictador, su familia ha estado relacionada con la construcción, ya que sus padres son arquitectos. Tiene una amplia experiencia en generar negocios que también se extienden por la actividad hotelera.

La compañía, durante los últimos días, se ha esforzado en tratar de revertir las acusaciones sobre el daño que su proyecto causaría en los recursos hídricos de una localidad como Coín en cuya economía tiene un peso importante la agricultura. No en vano, en Coín se cultivan los conocidos tomates huevo de toro, un producto autóctono en torno al que han surgido muchos negocios.

Nature Call Initiatives S.L. ha incidido en que durante la edificación se aplicarán estándares de sostenibilidad, se empleará la energía solar y el biogás para alcanzar el autoconsumo energético, habrá un reciclaje integral de la basura para su reutilización y, el quid de la polémica, el impacto hídrico será positivo. La posible afectación que el proyecto pueda causar en el acuífero de Sierra Blanca es el principal temor de vecinos, políticos y vecinos. Por eso, la empresa asegura que las instalaciones contarán con una depuradora-biofactoría, reutilizará el agua y la producirá a través de "sistemas de condensación de humedad ambiental". "8.000 litros al día", dependiendo de las condiciones", asegura.

Oposición frontal

Pero este discurso no consigue calar y el rechazo es generalizado en el espectro político. El pleno municipal, con los votos a favor de todas las formaciones con representación —PP, PSOE, Andalucía por sí, Vox y Con Andalucía—, ha votado por unanimidad, y a través de distintas mociones, contra el desarrollo de un proyecto que se edificaría en una zona con especial valor ecológico y medioambiental. El regidor coíno, el popular Francisco Santos, entiende que cualquier edificación en la zona complica el suministro de agua. "Si aumentamos el consumo, no sabemos cuánto durará el acuífero", expresó el regidor, cuyo posicionamiento es opuesto al de sus compañeros de partido al frente del Ejecutivo regional.

IU pregunta por el proyecto en Bruselas y lo vincula a la política seguida con Doñana por el Ejecutivo andaluz

El secretario general del PSOE de Málaga, Daniel Pérez, ha expresado su rechazo ante lo que ha definido como un "macroproyecto urbanístico" en el que "vemos claramente un interés de especulación". Al igual que el europarlamentario Manu Pineda, Pérez eleva el tiro y ha acusado al presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, de carecer de "sensibilidad" medioambiental. "Lo estamos viendo en Doñana, donde están esquilmando el parque nacional, y aquí, en Coín, quieren hacer algo parecido. Nos vamos a sumar a todas las movilizaciones que haga la sociedad civil porque con el agua no se juega", avisó.

En su pregunta al Parlamento Europeo, Pineda asegura que esta iniciativa empresarial va contra la legislación continental en materia de protección de los recursos hídricos y que "amenaza seriamente la viabilidad del acuífero", para seguidamente cuestionar a este organismo si va a fiscalizar el proyecto y exigir el Gobierno autonómico "una evaluación científica independiente y un estudio de su impacto ambiental".

La plataforma ciudadana Mesa del Agua de Coín ha expresado su "preocupación" por el hecho de que la Administración andaluza haya considerado de interés estratégico la construcción del centro deportivo de alto rendimiento y ha anunciado que su objetivo es "frenar este macroproyecto". Ana Belén Rodríguez, coordinadora de Economía de este colectivo, asegura que el siguiente paso será tratar de conseguir que Llanos de Matagallar sea declarada zona no urbanizable y un espacio protegido "para que no tengamos que volver a vivir esta situación".

El problema, como ha remarcado el regidor, es que el margen de maniobra que tienen es casi nulo. Recordó que los propietarios tienen "unos derechos adquiridos" y, con base en el plan parcial aprobado en 2001 —bajo mandato del Partido Andalucista (PA)—, está autorizada la construcción en la zona de dos campos de golf y 900 viviendas asociadas.

Nature Call Initiatives S.L., consciente del desgaste de reputación que provoca esta polémica, insiste en los beneficios que supone su proyecto frente al original y asegura que está promoviendo "una innovación parcial del Plan Parcial vigente con el fin de reducir el aprovechamiento urbanístico de la parcela así como la dotación de suministros de agua y electricidad". La sociedad, que sostiene que se habilitarán balsas de agua impermeables que pueden actuar como depósito de tormentas para poder contribuir al caudal de riego y suministro de Coín, defiende que su propuesta supone una reducción del 40% de la edificación autorizada hace más de dos décadas y favorece el ecoturismo.

Las posturas sobre el proyecto están actualmente muy alejadas. Y, a la espera de las resoluciones que acompañarán su tramitación administrativa, parece que sus impulsores cuentan —actualmente— con la legalidad de su parte.