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El 'boom' de los deportes de riesgo en la red que ya causa muertes: "Van sin control"
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El 'boom' de los deportes de riesgo en la red que ya causa muertes: "Van sin control"

Profesionales del 'parkour', BMX o el 'skate' advierten del peligro que supone copiar ciertas prácticas que triunfan en internet, especialmente para adolescentes, sus principales fans

Foto: Alexander Remnev se sienta al borde de lo alto de un rascacielos en Rusia. (Foto: Alexander Remnev/Livejournal)
Alexander Remnev se sienta al borde de lo alto de un rascacielos en Rusia. (Foto: Alexander Remnev/Livejournal)

Saltar de tejado en tejado, deslizarse en patinetes sobre una barandilla, escalar una roca junto al mar para luego dejarse caer al agua o, los más extremos, encaramarse a un rascacielos, son prácticas que cada vez estamos más acostumbrados a ver en la red. Muchas acaban en vídeos virales. Sin embargo, detrás de todo ello, se esconde mucho más: se trata de actividades y deportes de riesgo a los que es necesario dedicar horas y horas de entrenamiento para conseguir los trucos, perfeccionar la técnica y, sobre todo, practicarlo minimizando el peligro.

Álex Segura, referente 'online' del 'parkour' con más de 58 millones de reproducciones en sus vídeos de YouTube, lleva más de diez años practicándolo y asegura que hay que empezar poco a poco, “saltando distancias muy pequeñas” y “sin tener ese ansia por querer mejorar a un nivel increíble”, cuenta a Teknautas. “Realmente las lesiones en ‘parkour’ llegan por niños que buscan subir a redes sociales el mejor salto para llevarse los aplausos de la gente”, nos dice. “Y así ponen en riesgo sus límites con tal de que se les reconozca y no por ellos mismos, como debería ser”.

Foto: (Montaje: Enrique Villarino)

Solo hace falta echar un vistazo a sus más de 113.000 seguidores en Instagram para comprobar que la mayoría son adolescentes. Segura los sitúa entre los 10 y los 21 años. Aunque también dice que hay muchos padres que se han sumado porque sus hijos le ven, los comentarios los dejan los menores: “Espectacular, 'crack”, “Algún día quisiera ser como tú”, “Me encantan tus vídeos”, “Está to’ guapo el salto”... Los mismos que también acuden a sus quedadas.

El ‘parkour’ no es el único deporte de riesgo que triunfa en las redes entre los más jóvenes. También entre 12 y 16 años están los adolescentes que se inician en BMX (abreviatura de Bicycle Motocross), como nos cuenta la estrella del estilo ‘flatland’ Viki Gómez. Y lo peor de todo es que muchas veces lo hacen sin mucho control: “Es cierto que los chavales van sin cabeza”, dice. “También porque muchas veces los ‘pro’ no envían un buen mensaje a través de las redes sociales”, explica.

Este seis veces campeón del mundo critica que ahora la moda sea cantidad y no calidad. Así lo que se consigue, según Gómez, es que se haya perdido la originalidad y ahora solo sea “ver quién salta la escalera más bestia de todas”. Algo que no siempre acaba bien: “Mogollón de gente ha perdido el conocimiento”.

También recuerda accidentes desafortunados en España la patinadora profesional Mery Muñoz. Los peores fueron dos recientes muertes de amigos que no llevaban casco. Desde entonces esta campeona de la FISE World Series 2018 en la modalidad de 'roller freestyle' insiste siempre que puede en la importancia de llevar protección.

El ‘parkour’ también ha tenido malas noticias hace poco. En mayo, un adolescente de 14 años falleció en Medina Sidonia (Cádiz) tras sufrir un accidente mientras hacía un salto. Aunque, sin duda, se trata de casos puntuales, también cabe plantearse hasta dónde puede llegar este efecto imitación entre los más jóvenes.

Lo que está claro es que coger una bici y ponerse a hacer trucos sobre una barandilla que han visto a un amigo en Instagram o saltar desde una considerable altura porque se han ‘picado’ con algún colega seguidor del ‘parkour’ no es algo alejado del tipo de comportamiento que tiene un adolescente en estos tiempos en los que la popularidad se mide en ‘me gustas’. Mientras tanto, los profesionales de estos deportes de riesgo piden que todo se haga con cabeza.

Poco a poco y con seguridad

Para Segura, lo principal en los entrenamientos de ‘parkour’ es ir superándose a uno mismo, pero que cada uno conozca sus límites. “Yo digo que hay dos tipos de miedo: el que se puede romper y el que no”, explica. “El primero es aquel en el que vas a hacer un salto y, aunque te dé miedo, sabes perfectamente que lo puedes hacer; y el otro, que nunca debes pasar, es en el que saltas y no sabes lo que va a pasar realmente, que lo haces como una especie de lotería”.

Si se está empezando, Segura recomienda practicarlo con gente que ya conozca esta disciplina para que te puedan ayudar, “porque a lo mejor tú estás saltando mal y no eres ni consciente de ello”. También algo imprescindible para este ‘youtuber’ es acudir a todos los cursos, talleres y eventos que se pueda para aprender. Además, desvela que quiere empezar a hacer tutoriales para explicar cómo ir empezando poco a poco.

En muchos de sus vídeos, Segura advierte a sus seguidores de que no deben repetir lo que él hace. “La gente me dice que soy un prepotente porque digo que llevo muchos años entrenando, pero lo digo para que sean conscientes de que los saltos llevan su trabajo”, explica. Aunque también asegura que, con esfuerzo y muchas ganas, cualquiera lo puede conseguir.

Por su parte, la patinadora Mery Muñoz, que también imparte clases a niños de 6 a 12 años, ve imprescindible ir siempre bien protegido con casco, rodilleras y muñequeras. Además, como enseña en sus cursos, hay que quitarse el miedo a caer (“en esto hay mucho ensayo-error”) y aprender a hacerlo correctamente: siempre hacia delante y apoyando muñequeras y rodilleras. “Como un gato”, ejemplifica.

Asimismo, Muñoz considera que es importante que el ‘roller freestyle’ (o también llamado patinaje agresivo) se vea como un deporte y “no como alguien haciendo el loco en internet y al que vamos a copiar”.

Nuevas modas con peligro

Otra práctica que gana seguidores con la llegada del verano es el tipo de escalada conocido como ‘psicobloc’. Consiste en escalar sin cuerdas por una roca junto al mar y con el agua bajo tus pies como colchón de protección. Aunque parezca sencillo, tiene sus peligros: van desde el acceso a la zona para trepar, que normalmente es terreno rocoso, hasta la forma de caer en el agua cuando estás a cierta altura.

Sobre la escalada, en general, Eva López, ‘coach’ y escaladora con más de 25 años de experiencia, cree que es de las “pocas cosas que no se pueden aprender viendo vídeos en internet”. ¿La razón? “Porque consiste en acumular experiencias diferentes y sobre el terreno”, dice.

Además, López asegura que solamente vas a evitar accidentes empezando con gente que te dirija, ya sea en el terreno o en un rocódromo. También es importante contar con un mínimo de preparación física y, una vez más, con las medidas de seguridad oportunas como el casco, así como conocer las maniobras de cuerdas, técnicas de manipulación y el uso del material.

placeholder Un joven practicando 'parkour'. (Reuters)
Un joven practicando 'parkour'. (Reuters)

El exceso de confianza es un enemigo muy grande y suele aparecer más cuanto menos experiencia tienes y menos nivel tienes”, dice López. Y las inconsciencias en este deporte también pueden pagarse caras. “Ahora se está poniendo de moda colocar volúmenes e ir saltando de un lado a otro en rocódromos, un poco estilo ‘parkour’, y está provocando accidentes muy graves en gente principiante”, explica.

Recuperando la esencia

Cuando Gómez empezó a practicar BMX tenía 14 años. “Pasé por el parque de El Retiro y vi a mogollón de chavales haciendo suelo (una de las modalidades) y me hice amigo de ellos”, explica. Entonces, este campeón del mundo fue poco a poco aprendiendo a hacer trucos a ras del suelo, algo que, según explica, debería hacer todo el mundo para coger control con la bicicleta. “Ahora la gente se pone una rampa en su jardín y tira un ‘backflip’ (una voltereta hacia atrás), y ahí vienen los problemas”, apunta.

Además de ponerse protección (sobre todo, en los estilos ‘street’ y ‘park’), para Gómez lo más importante si se está empezando es “tener la mente para comprender que todo tiene su tiempo y que todo truco necesita su aprendizaje”.

Gómez también critica que se esté perdiendo la originalidad en este deporte y solo se vaya a hacer lo más espectacular. “Ahora lo que hacen los chavales es aprender todo lo que ven en la pantalla, pero luego no tienen base”, detalla. Con ello se refiere a que, como él mismo cuenta, las redes sociales han hecho que las nuevas generaciones no entiendan que un truco es una combinación de varios trucos y hay que aprender cada uno por separado antes de lanzarse a unirlos.

El efecto imitación lleva a que se esté perdiendo la esencia de este deporte y, lo que es peor, tanto en esta disciplina como en otras, a que se corran riesgos que, en muchos casos, pueden acabar en graves accidentes o incluso pagarse con la muerte.

Saltar de tejado en tejado, deslizarse en patinetes sobre una barandilla, escalar una roca junto al mar para luego dejarse caer al agua o, los más extremos, encaramarse a un rascacielos, son prácticas que cada vez estamos más acostumbrados a ver en la red. Muchas acaban en vídeos virales. Sin embargo, detrás de todo ello, se esconde mucho más: se trata de actividades y deportes de riesgo a los que es necesario dedicar horas y horas de entrenamiento para conseguir los trucos, perfeccionar la técnica y, sobre todo, practicarlo minimizando el peligro.

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