La Junta de Andalucía busca alternativa a las piscifactorías para blindar Doñana

70 millones de euros. Es la cifra acordada por la Junta de Andalucía para comprar 7.500 hectáreas de la finca Veta la Palma, la gran marisma artificial anexa a Doñana. Amenazada por el cierre de las empresas que la explotaban, la Administración pretende acondicionarla y adherirla al Parque Nacional, ampliando en un 14% el espacio de máxima protección. Sin embargo, esa inversión, que se llevará a cabo con fondos europeos y propios, será solo un primer paso. El "mayor hito medioambiental" del parque en los últimos 45 años debe encontrar una fórmula alternativa para mantener el humedal desde lo público.

El futuro de los terrenos se debatirá en una comisión técnica conformada por investigadores de las universidades y técnicos de la Junta. El Gobierno andaluz deberá buscar alternativas al negocio de las piscifactorías, que hasta ahora garantizaban el bombeo de agua desde el río Guadalquivir, inundando 3.500 hectáreas de marisma artificial con elevados costes energéticos y de mantenimiento. Y de momento no tiene una estimación de la inversión que supondrá la gestión del espacio.

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La Junta de Andalucía ampliará Doñana comprando 7.500 hectáreas a las piscifactorías

Fran M. Galbarro. Sevilla

Originalmente, los terrenos eran marismas del Guadalquivir, aunque acabaron transformándose para la agricultura y consolidando en las últimas décadas las zonas inundadas destinadas a la acuicultura con una profundidad de 40-50 centímetros. "Habría que seguir bombeando para mantener las balsas y eso a partir de ahora deberá asumirlo la administración pública", adelanta Juan Bueno, miembro del Consejo de Participación del Parque Natural de Doñana.

El grupo empresarial Hisparroz llegaba a bombear hasta un hectómetro de agua diario en verano a través de un sistema propio de recirculación, con entrada y salida de agua a través de 23 circuitos, que cada vez era menos rentable. Además, los elevados problemas de turbidez y el fango acumulado en el estuario del río Guadalquivir elevaban aún más los costes de mantenimiento. Aunque no se ha llegado a evaluar, el director del Parque Nacional de Doñana estima que sin el negocio de las piscifactorías "la cantidad de agua que moverá el sistema de bombeo será mucho menor", según exponen desde la Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente. "No tenemos un cálculo de lo que nos va a costar, pero será un dinero bien invertido", expuso el martes el portavoz del Ejecutivo autonómico, Ramón Fernández-Pacheco.

Hisparroz propuso vender toda la finca, aunque la Junta se quedó con 7.500 hectáreas

Un equipo de técnicos de la Consejería determinó qué zonas de la finca son las más necesarias para garantizar la biodiversidad de Doñana. Según fuentes del Gobierno andaluz, Hisparroz propuso vender la totalidad de sus terrenos, 11.300 hectáreas, aunque el acuerdo solo contempla 7.500 de ellas, las más beneficiosas para el Parque. La mitad de ellas están inundadas y seguirán siendo, pese al cierre de la empresa, un refugio para las 300.000 aves acuáticas —un 60% del censo de Doñana— que buscan agua en este sistema artificial alternativo a las lagunas secas de Doñana.

Ahora los técnicos también deberán decidir cómo gestionar los terrenos para mantenerlos inundados. Uno de los proyectos más ambiciosos sería la renaturalización completa del espacio para que vuelva a nutrirse de las aguas del río sin necesidad de bombeo. En Trebujena, donde hace años se proyectó la macrourbanización con campo de golf frente a Doñana, las salinas desecadas cuentan ya con un proyecto similar impulsado por la Junta.

Esta semana, el Gobierno central reprochó a la Junta que la compra de Veta la Palma no se hubiera incluido en el plan de choque anunciado por el Estado en la zona. El Ministerio ya pretende recuperar la cuenca del Guadiamar y el Brazo de la Torre, un antiguo brazo del río que marca el límite de la finca adquirida por la Junta con el Parque Nacional. La colaboración entre administraciones permitiría un proyecto más ambicioso, según apunta Bueno, quien recuerda que el Consejo de Participación, donde están "los científicos y expertos que de verdad conocen Doñana", es ahora mismo "pura decoración". "El Ministerio tampoco nos presentó su plan de recuperación. El Consejo queda muy bien estéticamente, pero está vacío de contenido", critica Bueno.

Entre críticas de la oposición, que encuentra en la operación un "lavado de cara" para mostrar su compromiso medioambiental y mantener la ampliación de regadíos en Doñana, la Junta ha marcado varias prioridades en Veta la Palma: mejorar la funcionalidad ambiental de los lucios, reforzar la conexión de los sistemas, reacondicionar la zona para la reproducción de aves acuáticas, reconectar balsas, crear isletas... A medio plazo, el comité técnico deberá redactar un Plan Estratégico de Actuaciones Ambientales para la zona. Y encontrar el proyecto más viable para su gestión pública.