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Vivir en el corazón de Doñana: una joya natural en peligro por la sequía periódica
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13 AÑOS CON ESCASEZ DE AGUA

Vivir en el corazón de Doñana: una joya natural en peligro por la sequía periódica

La ausencia de lluvias afecta por tercer año consecutivo el espacio protegido. Aunque la imagen del parque parece alarmante en el exterior, los que lo cuidan están tranquilos

Foto: El director del Parque Nacional de Doñana, Juan Pedro Castellano, pisa la laguna de Santa Olalla, seca por segundo año consecutivo. (El Confidencial/Manuel de Burgos)
El director del Parque Nacional de Doñana, Juan Pedro Castellano, pisa la laguna de Santa Olalla, seca por segundo año consecutivo. (El Confidencial/Manuel de Burgos)

El Parque Nacional de Doñana está experimentando por tercer año consecutivo las consecuencias de una sequía extrema. El espacio protegido se encuentra prácticamente seco. Esta situación se ha repetido durante todos los meses de verano desde 2010, último año en que las precipitaciones estuvieron por encima de la media.

Los expertos del enclave sugieren que en lugar de buscar una solución a la escasez de agua es necesario realizar una "gestión más adaptada" a las condiciones climáticas actuales. Las personas que trabajan y viven en el entorno enfrentan esta situación con relativa tranquilidad, aunque desde otros lugares del país parece que el aspecto de la riqueza natural es alarmante.

La laguna de Santa Olalla está seca por segundo año consecutivo. Muchas especies se aferran a los últimos charcos para sobrevivir

El director del Parque Nacional de Doñana, Juan Pedro Castellano, recibió a El Confidencial en la provincia de Huelva para realizar una visita que duró algo más de cuatro horas y media. El recorrido abarcó desde la laguna de Santa Olalla, completamente seca por segundo año consecutivo, hasta algunas de las 10.340 hectáreas del entorno y parte del espacio natural que fue arrasado por un incendio forestal en el verano de 2017.

La sequía en algunas de las lagunas plantea un problema: sin agua, la vida de los animales es complicada. Castellano sugiere que la sociedad debería preocuparse por la "tendencia" que tiene la laguna a "secarse en periodos cortos" en lugar de buscar trasvases desde otros lugares. La flora del espacio, sin embargo, se conserva bien. Muchas de las plantas están completamente adaptadas a épocas de pocas precipitaciones y mantienen su aspecto colorido previo al incendio.

Que los animales fallezcan debido a las inclemencias meteorológicas es algo "absolutamente normal" para las personas que trabajan en el parque

En Santa Olalla no hay agua. A pesar de ser la laguna más grande del área, es un "humedal minúsculo" en comparación con los casi 30.000 metros de agua que conforman la marisma de Doñana. Muchas especies se aferran a los últimos charcos para sobrevivir. Cada año fallecen animales, desde ciervos hasta caballos. Estos animales son "una fuente de alimento para los buitres" que se crían en puntos del territorio onubense y gaditano, según Castellano. Que fallezcan por las inclemencias metereológicas es algo "absolutamente normal" para las personas que trabajan en el parque.

Tras varios minutos de viaje en coche, accedemos a la laguna y tocamos con nuestras manos la tierra que suele estar cubierta de agua durante la temporada. "La laguna llega a su máxima inundación en invierno y disminuye en verano, pero no se seca", añade.

Foto: Varios peces muertos en el río Urumea, situado en San Sebastián. (Eguski)

Doñana cuenta con una fauna singular, una naturaleza única y un sector de fincas que no son conocidas por la gran mayoría de los visitantes. En las viviendas se alojan tanto trabajadores como investigadores del parque nacional. Cerca se encuentra el Palacio de Doñana, un cortijo andaluz que depende de la Estación Biológica del CSIC y donde Felipe González durante su etapa de presidente del Gobierno. Son pequeños núcleos de residencias situados en plena naturaleza y alejados de la actividad cotidiana. En el pasado, el caballo era el único medio de transporte para las familias que vivían allí. En caso de emergencia, debían recorrer casi cinco horas para llegar al centro sanitario más cercano.

Nos centramos en uno de los domicilios. Para llegar es necesario realizar varios minutos de recorrido en coche desde que superas el control de acceso al parque. La vivienda es privada, aunque ha sido cedida para que sea usada por uno de los guardias contratados por el parque nacional. Representa la arquitectura clásica andaluza del siglo pasado. Frente a la finca, hay construida una cuadra con capacidad para varios caballos. Estos animales hacen aproximadamente un centenar de servicios al año. Tan solo cinco de los casi 100 trabajadores del parque mantienen la tradición de montar sobre estos para trasladarse por el espacio natural. Tanto el guardia, Alfredo, que suele dormir en esta finca varios días al año, como su padre, también trabajador en la zona, requieren de ellos para acceder a lugares de difícil acceso para vehículos de motor, como la marisma de Doñana.

placeholder Una finca del interior del Parque Nacional de Doñana. (EC/M.B.)
Una finca del interior del Parque Nacional de Doñana. (EC/M.B.)

El director del parque fue nombrado en 2014 durante el Gobierno del PSOE en Andalucía. Mantiene su puesto cuatro años y medio después de la gestion del PP en la Junta de Andalucía. Su mensaje es claro: responsabiliza al cambio climático como principal actor de la sequía en las tres provincias andaluzas que abarca Doñana: Huelva, Sevilla y Cádiz. Castellano cree que en su puesto es recomendable "preguntar a la persona que está en el campo todos los días": los trabajadores.

"Tanto fiarse únicamente del conocimiento tradicional del campo como centrarse solo en informes científicos no es bueno", reflexiona. Tal es la opinión de los empleados: uno de ellos ha notado las consecuencias de la escasez de agua en los pinos del entorno. Castellano menciona una reflexión: "He visto siempre manchas de pino seco, pero nunca tantas como este año". Para aclarar esta frase, recuerda que en Doñana han transcurrido "tres años" sin apenas precipitaciones.

Foto: Varias personas recogen agua potable de un camión cisterna en la localidad cordobesa de Peñarroya. (EFE/Rafa Alcaide)

Fuera de la propiedad, el director del parque lleva a El Confidencial a las dunas móviles, patrimonio de Doñana, para realizar la exactamente el mismo recorrido que los reyes Felipe y Letizia hicieron durante su visita a Doñana con motivo del 50 aniversario del parque, en febrero de 2020. Es significativo ver huellas de zorro impregnadas en la arena mientras caminas. La zona también está llena de munición de plomo, imperceptible para la vista, pero peligroso para las aves, como resultado de la caza que estuvo permitida en el lugar hasta 1982. En la actualidad, un grupo de voluntarios recoge los últimos restos esparcidos por el suelo debido a la peligrosidad que supone que sean ingeridos por algunas de las 400 especies identificadas.

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Juan Pedro Castellano sube una de las dunas del espacio protegido. (EC/M.B.)

El plan de regadíos de Doñana

La política volverá a salpicar a Doñana el próximo mes de septiembre coincidiendo con el debate de la proposición de ley del plan de regadíos de Doñana. Los trabajadores del parque se muestran tranquilos. Diferente será la actividad del Parlamento andaluz. El Gobierno de Andalucía afirma que la ley propuesta para reorganizar los cultivos en el entorno del parque no se refiere a los derechos de agua, sino a la calificación urbanística del suelo. Esto es así porque la concesión de derechos de riego corresponde a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), que depende del Ministerio de Transición Ecológica, dirigido, ahora en funciones, por Teresa Ribera. La propuesta de ley será debatida y probablemente aprobada por la mayoría del Parlamento en el mes de septiembre.

El director de la Estación Biológica de Doñana, sobre la proposición de Ley de Regadíos de Doñana: "Hay que intentar no engañar a la gente"

Hay discrepancias técnicas en este sentido. El director de la Estación Biológica de Doñana, Eloy Revilla, preguntado por este diario, cree que "hay que intentar no engañar a la gente". "La incertidumbre en situaciones de cambio genera ansiedad. Mensajes sencillos y directos (...) aunque no sean verdad, son muy fáciles de comprar por determinadas partes de la sociedad". Cuestiona el enfoque impulsado por el PP y critica a Moreno por querer convencer a la ciudadanía de una ley que considera incierta. "Aceptamos las promesas y luego otros dirán que no se puede", comenta.

El Gobierno de Juanma Moreno muestra una postura más moderada con esta propuesta de ley. El director general de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía, José Enrique Borrallo, competente dentro de la administración de Moreno, sostiene que el parque nacional debería ser considerado una "cuestión de Estado". Con respecto al tema, asegura que el agua superficial "no va a venir del acuífero de Doñana, sino de esta cuenca (Tinto-Odiel-Piedras) o de otros sistemas de desalinización o de uso terciario de las aguas depuradas". Borrallo enfatiza que esto "no tiene absolutamente nada que ver con Doñana".

Foto: Una ducha en la playa de Palmones, en Los Barrios. (Patronato de Turismo de Cádiz)

El objetivo último de la norma es recalificar una serie de terrenos localizados en la llamada Corona Norte Forestal de Doñana, que afecta a los municipios de Almonte, Moguer, Bonares, Lucena del Puerto y Rociana del Condado. La ordenación del territorio en esa zona, situada a 30 kilómetros del corazón del parque, quedó fijada en 2014 —durante un mandato socialista en la comunidad— en el denominado Plan de la Fresa. Entonces se permitió el cultivo de frutos rojos, de regadío, en 9.400 hectáreas en los cinco municipios, pero hubo varios cientos de hectáreas que se quedaron fuera.

placeholder El director del Parque Nacional de Doñana, Juan Pedro Castellano. (EC/M.B.)
El director del Parque Nacional de Doñana, Juan Pedro Castellano. (EC/M.B.)

Seis años después del incendio

El 24 de junio de 2017, Doñana sufrió un incendio que tuvo un impacto devastador. El fuego se originó en el área de Las Peñuelas y llevó a la evacuación de alrededor de 2,000 personas. Resultó ser una catástrofe natural y causó la pérdida de muchos animales que no pudieron escapar a tiempo de las llamas. El incendio comenzó en una carbonería llamada Carbones Fergón, y tres de los responsables fueron imputados por "negligencia por descuido", según determinó el informe de la Brigada de Investigación de Incendios Forestales (BIFF), que dependía de la entonces Consejería de Medio Ambiente.

El incendio de Doñana en 2017 consumió parte de la vegetación, incluida la flora en peligro de extinción, y destruyó una pasarela hasta el mar

La situación actual difiere significativamente de la de aquel año. Aunque hay menos pinos, aquellos que combatieron el incendio se encuentran en buen estado de salud. Una de las zonas más afectadas por el incendio fue la playa de Cuesta Maneli, ubicada en el Parque Natural de Doñana. Esta área unía la naturaleza del espacio protegido de Doñana con una amplia playa virgen. La catástrofe consumió toda la vegetación, incluida la flora en peligro de extinción, y destruyó la pasarela que brindaba acceso al mar. En 2020, la Junta de Andalucía la reconstruyó y, con el paso del tiempo, la vegetación ha cubierto en su mayoría los árboles que ardieron en el verano de aquel año.

placeholder Las nuevas plantas crecen en la zona de Cuesta Maneli, Mazagón. (EC/M.B.)
Las nuevas plantas crecen en la zona de Cuesta Maneli, Mazagón. (EC/M.B.)

El Gobierno de Andalucía tiene previsto destinar alrededor de 18 millones de euros para la restauración completa de la zona afectada por el fuego dentro del término que se considera protegido. De esta cantidad, aproximadamente 10 millones ya se han utilizado para la replantación de al menos 25 especies autóctonas diferentes, entre otras mejoras. La fuente del órgano presidido por Juanma Moreno destaca que "este incendio ha sido aprovechado para que las especies que se están plantando (...) tengan una mayor fortaleza de cara a lo que desgraciadamente viene por delante, que son sequías recurrentes".

El Parque Nacional de Doñana está experimentando por tercer año consecutivo las consecuencias de una sequía extrema. El espacio protegido se encuentra prácticamente seco. Esta situación se ha repetido durante todos los meses de verano desde 2010, último año en que las precipitaciones estuvieron por encima de la media.

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