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El grave daño a la fresa de Huelva de los cultivos ilegales de Doñana
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Una crisis anunciada

El grave daño a la fresa de Huelva de los cultivos ilegales de Doñana

El boicot a las 'fresas de la sequía' en Alemania llega tras el interés de las principales cadenas de supermercados del país por la situación de Doñana y las alertas de los agricultores legales

Foto: La fresa de Huelva sufre una crisis de reputación. (Reuters/Marcelo del Pozo)
La fresa de Huelva sufre una crisis de reputación. (Reuters/Marcelo del Pozo)

El 21 de marzo de 2022, el diario alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung publicaba una noticia en la que, bajo el título "El patrimonio natural de la Unesco en España en peligro de secarse", volvía a informar a sus lectores sobre el conflicto generado por los regadíos ilegales en Doñana. En esta ocasión, lo hacía para denunciar que “por primera vez, más de 20 cadenas de supermercados y mayoristas líderes en Europa, han alzado la voz para pedir al Gobierno regional andaluz que frene la captación ilegal de agua que está desecando el parque de Doñana”.

Según el diario alemán, entre las marcas que mostraban ya entonces su malestar figuraban las principales distribuidoras alemanas, Aldi, Edeka, Kaufland, Lidl, Netto y Rewe, así como algunas de las cadenas de supermercados más importantes de Suiza, Suecia o Reino Unido.

Foto: Agricultores celebran en el Parlamento la tramitación de la ley de cultivos del entorno de Doñana. (EFE / José Manuel Vidal)

Un año después, la oenegé alemana Campact, una plataforma ciudadana con más de dos millones de seguidores en el país, lanzaba estos días una campaña de recogida de firmas para pedir a esas mismas cadenas de supermercados, que ya habían comunicado sus sospechas, que “dejen de vender fresas cultivadas en España para no contribuir a la desecación de Doñana”. El objetivo era alcanzar las 200.000 firmas: al cierre de esta edición, superaban las 165.000.

placeholder Cultivo de fresas en Doñana. (Jose Luis Gallego)
Cultivo de fresas en Doñana. (Jose Luis Gallego)

En la nota que acompaña a la petición aluden a la noticia del Frankfurter Allgemeine. “Hace un año —señalan desde Campact—, los gigantes de la distribución europea apelaron en una carta al Gobierno regional para proteger el Parque Nacional de Doñana. Desafortunadamente no hubo respuesta. Ahora los supermercados tienen que sacar conclusiones y presionar con una parada de las ventas”. La justificación de dicha medida estaría en el “robo ilegal de agua de sus proveedores que amenaza con destruir este frágil ecosistema”.

La ley que ha colmado el vaso

Lo que finalmente ha acabado de provocar la campaña ha sido la propuesta de regularizar los cultivos ilegales: “Si el Gobierno regional andaluz se sale con la suya, deberá usarse aún más agua para el cultivo de las fresas”, dice el texto. Para acabar pidiendo “detener la venta de las fresas de la sequía hasta que la Junta de Andalucía garantice un uso sostenible del agua”, acabando con un vehemente “Andalucía ya no puede abastecer a Europa de frutos rojos baratos sin tener en cuenta el medio ambiente”. A esta petición se han unido muchas otras iniciativas de organizaciones conservacionistas que, como WWF España, alertaban desde hacía meses "del impacto que tendrá en el mercado la ley que legalizaría hasta 1.900 hectáreas de cultivos ilegales de fresas y frutos rojos".

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Finca para el cultivo de frutos rojos en Doñana. (Reuters/G. Martínez)

Ante esta delicada situación, que amenaza con socavar el prestigio de la fresa de Huelva en uno de sus principales mercados (como recuerda Campact, “Alemania es el comprador más importante de fresas de la región”) son muchas las voces que se están alzando en su defensa. Como la de la Comunidad de Regantes de Palos de la Frontera, una de las más importantes de toda Andalucía, que ha exigido a todas las administraciones que tomen las medidas necesarias para defender la imagen de la fresa de Huelva.

En el caso de esta comunidad agrícola, señalan que todos los frutos rojos de sus fincas se riegan exclusivamente con agua procedente de las reservas de la demarcación Hidrográfica Tinto, Odiel y Piedras, por lo que no afectan en absoluto al acuífero de Doñana. La amenaza es tan grave que los 2.000 agricultores de la zona, que cultivan cerca de 3.400 hectáreas en los términos municipales de Palos de la Frontera y Moguer, han puesto en marcha el sello Agua de riego 100% legal, para defender el origen sostenible y respetuoso con el entorno de sus fresas y berries (frambuesas, arándanos y moras, principalmente).

Un sector bajo la lupa europea

La producción de frutos rojos de Huelva representa el 98% del total nacional y cerca del 30% de la UE. El año pasado superó las 300.000 toneladas, de las que se exportó el 80%, con Alemania como uno de los destinos más importantes. El sector genera el 11,35% del PIB de la provincia de Huelva y da trabajo a más de 160.000 personas entre empleos directos en indirectos. Y todo ello está en juego por los cultivos ilegales que ahora pretende amnistiar el parlamento andaluz con la proposición de ley (PDL) presentada por PP y Vox, una iniciativa contra la que se han manifestado la mayoría de los agricultores legales del Condado de Huelva.

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Imagen de archivo del Parque Nacional de Doñana en el término de Almonte. (EFE/D. Arjona)

La Asociación de Agricultores Puerta de Doñana (AAPD), formada por 350 empresas agrícolas de Almonte que cultivan más de 4.000 hectáreas de regadíos legales (más de la mitad del total que se cultiva en el condado) lamentaban hace ahora un año que la propuesta de ley que tramita el Parlamento Andaluz para ordenar los regadíos pudiera “poner en peligro a miles de familias, empleos y un prestigio bien ganado” y alertaban que cada vez eran más los medios de comunicación de toda Europa “belgas, franceses, británicos y especialmente alemanes” que les pedían explicaciones sobre la proliferación de cultivos ilegales y su impacto en los espacios naturales de Doñana.

Foto: La sequía deja ver tramos del lecho del Guadiamar, el río que provee a Doñana. (EFE/Fermín Cabanillas)

Hace una semana, el portavoz de esta importante asociación de empresarios denunciaba, en declaraciones a Europa Press, “el atropello a la razón que supone acometer el trámite de la PDL que pretende la regularización de regadíos en la Corona Norte de Doñana sin contar con el apoyo de más de la mitad de los agentes implicados, incluidos los agricultores legales más cercanos al parque nacional”.

Una oposición a la que cabe sumar la de los informes técnicos y científicos elaborados por todos los organismos internacionales consultados, desde la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), hasta el Convenio de Ramsar, al que España está adscrito, desde la propia Estación Biológica de Doñana (EBD/CSIC) hasta la UNESCO. La de las principales organizaciones conservacionistas internacionales, como WWF y BirdLife. La del Consejo de Participación de Doñana, los requerimientos y advertencias del Gobierno de España y la Comisión Europea y las sentencias en contra del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, el Tribunal Supremo y el Tribunal de Justicia de la UE. Todo ello ha sido ignorado. Entonces, ¿quién es aquí el verdadero culpable del desprestigio de la fresa de Huelva en Europa? ¿Los infractores que llevan años extrayendo agua con pozos ilegales para cultivar fresas de manera ilegal, o quienes llevan años denunciando la infracción y alertando de sus graves consecuencias?

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Imagen actual de una cigüeña junto a una laguna reseca en Doñana. (EFE/J. M. Vidal)

Los agricultores legales que ven amenazado su futuro no dudan en señalar a los agricultores ilegales, y quienes los apoyan desde las instituciones, del “grave daño reputacional” que están causando, no solo a la fresa de Huelva, sino “al prestigio agrícola de todas las marcas españolas”.

En opinión del portavoz de la AAPD resulta sorprendente que “los mismos que reclaman agua para asegurar la supervivencia de un sector que genera 1.400 millones de euros al año, sean los que están jugando a la ruleta rusa con el prestigio de Huelva en Europa” y que ahora, una vez producido el daño del que se venía alertando desde hace tiempo “pidan ayuda para defender nuestros productos, a los que han bautizado como la fresa de la sequía por culpa de una ley irracional y una ambición política y coyuntural que no mide la supervivencia económica y ambiental más inmediata”.

Foto: Plantación de fresas en Lucena del Puerto, en la comarca del Condado de Huelva. (Aníbal Gómez)

Mientras tanto, los afectados por la situación culpan a los responsables de este desaguisado de trasladar la polémica al terreno de la política, y los acusan de convertir una cuestión que debía atenderse desde el ámbito estrictamente legal, el del cumplimiento de la legislación ambiental vigente tanto a nivel nacional como europeo en una nueva oportunidad para significarse ante el electorado y reforzar las alianzas con los ideológicamente afines. Todo ello desatendiendo la obligación institucional de preservar uno de los espacios naturales más importantes del mundo, declarado patrimonio de la humanidad​, y que se enfrenta a la mayor amenaza de su historia.

El 21 de marzo de 2022, el diario alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung publicaba una noticia en la que, bajo el título "El patrimonio natural de la Unesco en España en peligro de secarse", volvía a informar a sus lectores sobre el conflicto generado por los regadíos ilegales en Doñana. En esta ocasión, lo hacía para denunciar que “por primera vez, más de 20 cadenas de supermercados y mayoristas líderes en Europa, han alzado la voz para pedir al Gobierno regional andaluz que frene la captación ilegal de agua que está desecando el parque de Doñana”.

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