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Más turistas, menos guardias civiles: sin refuerzos en los pueblos costeros de Huelva
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HAY UNOS 1.500 AGENTES

Más turistas, menos guardias civiles: sin refuerzos en los pueblos costeros de Huelva

Sindicatos rebaten por "inciertos" los datos de Interior de la Operación Verano 2023 al anunciar la llegada de 1.120 agentes

Foto: Las playas de Punta Umbría (Huelva), llenas el verano pasado. (EFE/Julián Pérez)
Las playas de Punta Umbría (Huelva), llenas el verano pasado. (EFE/Julián Pérez)

Los principales municipios turísticos de la Costa de Huelva, desde la frontera con Portugal hasta las playas de Doñana, quedan prácticamente colonizados durante el verano. Con la llegada de visitantes llegan a duplicar, e incluso a triplicar, su población. Es el caso de Punta Umbría, que ronda los 20.000 ciudadanos, incluida la población flotante. Sus índices se disparan en vacaciones hasta alcanzar picos de 150.000 habitantes. No es una situación única en el litoral onubense: Matalascañas, con unas 3.000 personas en invierno, supera los 100.000 residentes en julio y agosto, y se repite el escenario en los núcleos costeros de Lepe, Isla Cristina o Ayamonte.

Mientras la población aumenta cada verano, rompiendo a veces techos anteriores, la situación es deficitaria en cuanto al dispositivo de seguridad, con un catálogo de la Guardia Civil que "se ha quedado obsoleto para cubrir las necesidades de seguridad en la provincia", según la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC). Al igual que ocurre en la operación de la Fresa o durante la romería del Rocío, añade, "debería haber un número suficiente de agentes para reforzar las unidades de la Costa, como se hacía años atrás".

Foto: Trabajadoras inmigrantes en los campos de fresas de Rociana, Huelva, en 2009. (Reuters)

La plantilla de agentes —mandos al margen— del Instituto Armado en la provincia se sitúa en torno a los 1.500 guardias en activo y aproximadamente un 33% —incluido el personal del destacamento de Tráfico— se toma también las vacaciones en estos meses. Esta situación deriva en que en los pueblos de la Costa "hay estos meses menos guardias que en invierno", sostiene el colectivo, que reclama además la cobertura de las vacantes existentes.

Con el verano ya arrancado, Interior ha anunciado que el refuerzo policial en Huelva va a ser de 190 policías nacionales y 930 guardias civiles (1.120 agentes), que estarán operativos hasta el 31 de agosto. La asociación profesional habla, sin embargo, de "escasos refuerzos" siguiendo la tónica de los últimos años (en 2022 llegaron a la provincia 25 agentes en prácticas) y concreta que son 56 agentes de refuerzo los que se incorporan para este verano. "Es incierto el refuerzo con ese número de agentes", afirma AUGC.

El Sindicato Unificado de Policía (SUP) sostiene que es "falso" el refuerzo anunciado por Interior. "Si llegaran 190 policías nacionales a Huelva sería la mitad del catálogo que actualmente existe y se podría abrir con esos agentes otra comisaría", dice para concretar que van a llegar once policías de la escala básica (y hay que contar con los que se van que son dos o tres), y los agentes de prácticas de la Escuela de Ávila, en la escala básica y ejecutiva.

Foto: Un temporero trabaja en una finca de Huelva recogiendo fresas. (EFE/Julián Pérez)

La plantilla de agentes del Instituto Armado en la provincia se sitúa en unos 1.500 guardias en activo, mandos al margen. Aproximadamente un 33%, incluido el personal del destacamento de Tráfico, se toma las vacaciones en estos meses. Esta situación, sumada a escasos refuerzos (en 2022 fueron 25 agentes en prácticas los que llegaron a Huelva y a estas alturas, con el verano ya arrancado, no se conocen de forma oficial para esta temporada), deriva en que en los pueblos de la Costa "hay menos guardias que en invierno", sostiene el colectivo, que reclama además la cobertura de las vacantes existentes.

La falta de personal tiene un efecto dominó que se extiende desde la zona litoral hacia el interior, ya que para cubrir los pueblos costeros se tira de agentes de municipios limítrofes (como pueden ser Aljaraque, Gibraleón, San Bartolomé, Trigueros, Beas o Bonares), y quedan puntualmente mermados los servicios en estas zonas en las que se detrae personal.

Foto: Página de inicio de la cuenta de TikTok de la Guardia Civil. (EC)

Además, se recurre a guardias destinados en prisión para vigilar a los detenidos en los calabozos de la Comandancia, en Huelva capital, o a patrullas en cuarteles de municipios cercanos. También se dan casos entre agentes de puestos distintos para la vigilancia de dos núcleos. Según la asociación de guardias civiles, esto ocurre en Cartaya, El Rompido, Lepe, Sanlúcar del Guadiana o Villablanca. "La Dirección General no va a poner fin a la sangría de efectivos que sufre Huelva", lamentan.

Uno de los puestos en los que el problema se ha cronificado con los años es Punta Umbría. La AUGC insiste en que "no hay personal suficiente" y el servicio de vigilancia y seguridad ciudadana depende del apoyo de las patrullas fiscales y de otras localidades del entorno, que "quedan obligadamente más abandonados". En este punto, lanza el aviso de que "la población debe conocer que si la Guardia Civil tarda en llegar en cualquiera de los municipios [de los que se derivan los agentes] es posible que se deba a que también están realizando el servicio" en la localidad.

Foto: Recreación de las torres. (Cedida)

Precisamente en Punta Umbría acaban de solicitar la apertura de una investigación interna después de que, desde la misma unidad, se haya entregado una instancia a los guardias para que puedan solicitar su renuncia a los descansos entre servicios (fijados en 11 horas), así como a los semanales de fin de semana, una de cada tres o de cada cuatro durante el verano.

El escrito se vincula con la carencia de personal, de manera que con supuestas renuncias a los descansos se pretende paliar el déficit que existe en el puesto y se agudiza en estos meses, en los que se reduce la plantilla de guardias y "trabajan menos que en invierno". Ante un escenario que se repite cada año, "nunca se busca una solución efectiva" para poder sacar más patrullas de prevención de la delincuencia y se favorece la petición de no descansar las 11 horas, en lugar de, indica, cubrir las vacantes existentes, incrementar el catálogo —estima que la plantilla de guardias debe elevarse hasta 1.800 agentes— y aumentar el dispositivo de seguridad en temporada de verano con un refuerzo de personal.

Foto: Una pareja observa el fuerte oleaje que azota al paseo Fernando Quiñones en Cádiz. (EFE/Román Ríos)

En este punto de la Costa de Huelva se han llegado a dar situaciones anómalas, como el caso de una persona llegó a acudir hasta en tres ocasiones al cuartel para presentar una denuncia, sin poder llegar a registrarla por encontrarse desbordado el personal de turno. Esta primavera llegaron a Huelva 29 guardias civiles de los 64 que anunciaron la Subdelegación de Gobierno y la Comandancia. En este sentido, indica el colectivo que teniendo en cuenta que en 2022 llegaron 48 guardias en práctica menos que en el ejercicio precedente, "las cuentas no salen" y se ha disminuido la plantilla en casi 20 agentes en relación al pasado año.

Los principales municipios turísticos de la Costa de Huelva, desde la frontera con Portugal hasta las playas de Doñana, quedan prácticamente colonizados durante el verano. Con la llegada de visitantes llegan a duplicar, e incluso a triplicar, su población. Es el caso de Punta Umbría, que ronda los 20.000 ciudadanos, incluida la población flotante. Sus índices se disparan en vacaciones hasta alcanzar picos de 150.000 habitantes. No es una situación única en el litoral onubense: Matalascañas, con unas 3.000 personas en invierno, supera los 100.000 residentes en julio y agosto, y se repite el escenario en los núcleos costeros de Lepe, Isla Cristina o Ayamonte.

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