Policía y Guardia Civil sancionan una media de 1.600 agentes al año por faltas disciplinarias

La Policía Nacional y la Guardia Civil sancionan por faltas disciplinarias a una media de 1.608 miembros al año, según datos del Ministerio del Interior. Este dato surge a partir de una respuesta parlamentaria escrita que el departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska le remitió al senador de Coalición Canaria Fernando Clavijo Batlle. Según la citada información, ambos cuerpos sancionaron a un total de 4.824 uniformados en el periodo comprendido entre 2019 y 2021, último ejercicio del que se aportaron datos completos.

El ministro Grande-Marlaska se remitió a estos datos el pasado 27 de marzo cuando compareció en la Comisión de Interior del Congreso de los Diputados para dar explicaciones sobre el llamado caso Cuarteles. Un juzgado de Madrid investiga una trama que tiene que ver con un presunto fraude masivo en obras de reforma de instalaciones de la Guardia Civil en toda España. Por estos hechos hay al menos cuatro mandos investigados penalmente e Interior cesó al responsable de la Comandancia de Tenerife. En la comparecencia, uno de los portavoces le preguntó al ministro por los expedientes abiertos en el seno de su Ministerio.

La Policía Nacional cuenta con 77.500 integrantes y la Guardia Civil son 88.300 efectivos. El senador Clavijo pidió un desglose pormenorizado de estos datos por provincias, unidad del expedientado, si terminó en sanción, si se presentó recurso y cómo se resolvió la vía judicial en lo contencioso-administrativo. La respuesta del Ministerio fue algo menos ambiciosa, pero aportó el detalle distribuido por años, el grado (faltas, graves y muy graves) y cuántos terminaron en sanción tras ser incoados entre los dos cuerpos.

Desglose de datos

En la Policía Nacional, durante el año 2019, se iniciaron 747 expedientes por faltas leves y hubo 573 sanciones. Se iniciaron 268 por faltas graves y acabaron con sanción 154. Se abrieron 76 por faltas muy graves y se registraron 29 sanciones. En 2020, el saldo fue de 572/505 por faltas leves, 245/178 por faltas graves y 42/20 por faltas muy graves. Al año siguiente, en 2021, el cuerpo registró un dato de 568/419 en el apartado de faltas leves, 270/195 en el caso de las faltas graves y 51/27 en faltas muy graves. Con ligeras modificaciones, los números se mantienen relativamente estables.

Según el Régimen disciplinario de la Policía Nacional, aprobado en 2010, cometer una falta muy grave puede acarrear como castigo la separación del servicio, la suspensión de funciones desde tres meses y un día hasta un máximo de seis años o el traslado forzoso. Por faltas graves, podrá imponerse la sanción de suspensión de funciones desde cinco días a tres meses. En cuanto a las leves, apenas conlleva el apercibimiento o la suspensión de funciones de uno a cuatro días, que no supondrá la pérdida de antigüedad ni implicará la inmovilización en el escalafón.

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Agencias

Tanto en la Policía como en la Guardia Civil, en el caso de que se inicie una investigación penal contra un miembro de las fuerzas de seguridad, la vía judicial siempre tiene preferencias sobre la administrativa. Lo que se hace en esos casos es abrir un expediente y dejarlo en suspenso a la espera del resultado del recorrido en los tribunales ordinarios. En caso de que exista una condena, las autoridades de la Policía y la Guardia Civil podrán proceder a aplicar su normativa interna. Se considera una falta muy grave haber sido condenado en virtud de sentencia firme por un delito doloso relacionado con el servicio o que cause grave daño a la Administración o a las personas.

En cuanto a los datos aportados sobre los expedientes de la Guardia Civil, los datos de Interior dicen que en 2019 se incoaron 491 y se procedió a sancionar 504 por faltas leves. El número de sancionados es mayor porque se arrastran los expedientes abiertos en el ejercicio anterior. La tramitación de un expediente dura meses. Ese mismo 2019 se abrieron 537 expedientes por faltas graves y se sancionaron a 411 agentes. En el apartado de faltas muy graves, el resultado fue de 122 expedientes iniciados y 78 sanciones. En 2020, el saldo de las faltas leves fue de 502/518, las graves registraron la cifra de 409/321 y las muy graves se situaron en un 70/50. Por último, el desglose de 2021 es de 462/521 para las leves, 430/293 en las graves y 53/28 en las faltas muy graves.

En el caso de la Guardia Civil, las sanciones a imponer son parecidas. Una falta grave acarrea desde la separación del servicio, hasta la pérdida de puestos en el escalafón o suspensión de empleo desde tres meses y un día hasta un máximo de seis años. En el caso de las faltas graves es suspensión de empleo de un mes a tres meses, pérdida de cinco a veinte días de haberes con suspensión de funciones o pérdida de destino. Para las leves, la sanción prevista es de reprensión o pérdida de uno a cuatro días de haberes con suspensión de funciones.