Exdirigentes de Vox piden el voto para Moreno: "Es momento de volver a la política seria"

Hay quien lo considera un revulsivo importante para los intereses electorales de Juanma Moreno, pero seguro que en los partidos de izquierda se estarán frotando la manos y afilando el argumentario. Dos antiguos dirigentes de Vox Málaga, el coronel del Ejército de Tierra Enrique de Vivero y Francisco Vázquez, han solicitado a los seguidores del partido de Santiago Abascal que el próximo 19 de junio voten al candidato del PP para que sea reelegido presidente de la Junta de Andalucía porque es la mejor opción para “frenar a las izquierdas, que tanta pobreza han acarreado a esta comunidad durante demasiados años”.

Tanto De Vivero como Vázquez tuvieron una salida abrupta de Vox tras denunciar fraude en las primarias y acusar a la dirección nacional, y concretamente a su vicepresidente, Javier Ortega Smith, de saltarse los procedimientos internos y colocar a dedo a sus afines. El partido, en el caso del primero, se defendió señalando una supuesta financiación irregular en su campaña interna.

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El militar de carrera permaneció en el cargo poco más de dos meses, hasta mediados de noviembre de 2020, cuando solicitó la baja y se enroló en un proyecto impulsado por otros que perdieron la fe en Vox: TÚpatria. Francisco Vázquez, por su parte, dejó la formación verde hace poco más de un año porque “no hay democracia interna”. Su portazo de despedida fue una carta pública en la que criticó con dureza la gestión de Ortega Smith, al que reprochó “jugar con la ilusión de los afiliados” con “decisiones totalitarias”. “¿Vienes a Málaga a decirnos que España se encuentra en una encrucijada, atacada por sus enemigos internos, los separatistas y por sus enemigos externos, los globalistas?”, cuestionó a modo de crítica.

Los dos han utilizado las redes sociales para mostrar un mensaje coincidente: el voto útil del centro derecha es Juanma Moreno. Enrique de Vivero incluso ha difundido una carta de apoyo al candidato popular, a quien considera que avalan su “gestión y honestidad”. Un respaldo “sin ambages” porque, “sin duda”, es “la mejor opción para frenar a las izquierdas, que tanta pobreza han acarreado a Andalucía durante demasiados años”.

El antiguo legionario explica que se adentró en la política “convencido de que mi tierra merecía un mejor rumbo y dirección” y por eso “ahora deposito ese deseo en Juanma Moreno y el Partido Popular”. De Vivero espera que “aquellas personas que confiaron en mí para dirigir Vox Málaga me acompañen en esta decisión”. “La unión de voluntades nos hace más fuertes”, concluye.

Vázquez, que ostentó la secretaría provincial de una formación que tendrá a Macarena Olona como candidata a las autonómicas andaluzas, y a la que las encuestas dan un papel decisivo, fue mucho más escueto en sus explicaciones y cuestiona la capacidad de los actuales dirigentes de Vox cuando afirma que “es momento de volver a la política seria”. Algo que, según su opinión, representa “el partido de [Alberto Núñez] Feijóo”. Así que recomienda “apoyar a Juanma Moreno”.

Pros y contras

En la contienda estratégica que mantienen los distintos partidos en un periodo de precampaña, el paso dado por estos dos antiguos cargos de Santiago Abascal concita distintas lecturas. Dentro de las filas populares, la opinión es mayoritariamente positiva. Creen que alguien con el perfil del coronel del Ejército de Tierra puede atraer al PP a aquellos descontentos de Vox, esos simpatizantes o afiliados que se sienten excluidos por las decisiones de sus dirigentes y que acercarían a Moreno a una soñada mayoría que hiciese intrascendente a Olona a la hora de formar Gobierno.

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Los perjuicios que un apoyo de este tipo podría causar en la imagen centrista y moderada que pretenden transmitir los populares han sido evaluados y, según las fuentes consultadas por este periódico, los pros ganan a los contras. Aunque la aceptación de Moreno entre los socialistas es buena, explican que es clave recuperar al tradicional votante del PP que se sintió seducido por el mensaje rupturista de Vox. Y no excluyen de la ecuación a esos electores socialistas que han virado vertiginosamente en el espectro político para acabar eligiendo la papeleta de los de Abascal. Los agricultores y ganaderos, por ejemplo.

Moreno, en su visita a la Feria de Abril de Sevilla, solicitaba este jueves una “mayoría fuerte” como reflejo del rechazo de los andaluces a la “radicalidad” y la “polarización”. Y apeló a la Andalucía del “equilibrio”, alejada de “posiciones muy extremas”.

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Por ese motivo, en las filas populares “no preocupa” que los apoyos de exdirigentes de Vox puedan alimentar el argumentario del PSOE de un pacto de gobierno cocinado con la ultraderecha. En este contexto, no se puede obviar que, como ha deslizado el propio candidato socialista, Juan Espadas, a las formaciones de izquierdas les interesa que el partido presidido por Santiago Abascal concurra a las urnas con fortaleza, porque sus expectativas se consideran un factor clave de movilización de su votante. Un motivo que hace más que previsible que siga explotando la 'alerta antifascista'.

Vox, por su parte, a la suyo. Sin importarle las ‘deserciones’ de sus antiguos cargos, siguiendo la inercia de una marca que en el caso andaluz se ve reforzada por una candidata con mucho tirón entre los suyos. Este jueves coincidió con el presidente andaluz en el recinto ferial sevillano y no defraudó. Vestida de faralaes, pelo recogido y coronado con una flor, interpretó algunos de sus clásicos. Calificó a los sindicatos —menos Solidaridad, el impulsado por su partido— como “los mayores traidores de los trabajadores”, pidió un “castigo social y político” tras la revisión en el Tribunal Supremo del caso ERE, que estos días ha vuelto a poner el foco sobre Manuel Chaves y José Antonio Griñán, y de nuevo reivindicó sus raíces andaluzas. “La nieta vuelve a casa”, proclamó.