El PP retoma un acuerdo "a cuatro bandas" en Andalucía para superar la crisis interna

El espectáculo del congreso del PP de Sevilla no puede volver a repetirse. Ese fue el punto de partida para que la dirección nacional y la andaluza, enfrentadas en el cónclave sevillano hasta el punto de que el presidente Juan Manuel Moreno dio plantón a Génova, se hayan vuelto a sentar a negociar.

Con ayuda de intermediarios de fuera del propio aparato, dirigentes afines de las provincias que asesoran y dan nombres, la vicesecretaria de Organización, Ana Beltrán, volvió días atrás a tender puentes. Antes, por arriba, se dejó claro que había que cambiar el paso. Moreno verbalizó públicamente su disconformidad por el "mal ejemplo" de Sevilla y pidió diálogo. Una posición en la que se viene reiterando: "Hay un diálogo abierto para que no vuelva a ocurrir".

Génova insiste en que la dirección nacional “siempre ha buscado la unidad de los congresos provinciales en Andalucía” y confirma que existe interlocución entre las dos direcciones del partido para buscar acuerdos. Se negocia, confirman desde el PP andaluz, “a cuatro bandas”. El objetivo es cerrar un pacto global que incluya acuerdos en los cuatro congresos provinciales que quedan por delante: Almería, Cádiz, Huelva y Jaén.

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Las dos partes rehúyen todavía dar nombres de esas listas de consenso, aunque aseguran que el acuerdo está “muy próximo” e incluso creen que podrían informar de avances importantes esta misma semana. El calendario que maneja la dirección de Pablo Casado sigue siendo el mismo: celebrar los congresos pendientes antes del verano.

"Afianzar a Moreno en Andalucía"

“La renovación busca afianzar a Moreno en Andalucía y lograr que Casado sea presidente del Gobierno”, señalan fuentes de la dirección nacional del PP. Esa ha sido la gran queja del PP andaluz, que los movimientos de la dirección nacional pudieran desestabilizar o erosionar al primer presidente de la Junta de Andalucía del PP, precisamente cuando las encuestas, intencionadamente filtradas, indican que el momento electoral de Moreno es bueno en Andalucía y toca preservar su coalición con Cs. Génova propondrá listas de consenso, insisten, previamente dialogadas con el equipo de Moreno, para los cuatro cónclaves pendientes. Se integrarán nombres de todas las sensibilidades y corrientes y se evitará, confirman desde los dos bandos negociadores, llegar a primarias y abrir urnas, como ocurrió en Sevilla.

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Desde Madrid, admiten que la presidenta del PP sevillano, Virginia Pérez, tiene “toda la legitimidad”. Estuvo arropada en su congreso por el secretario general del partido, Teodoro García Egea, pero la guerra fratricida vivida en esta provincia ha dejado un regusto muy amargo en todos los que han librado la contienda. Pérez se proclamó presidenta en un auditorio repleto de sillas vacías, porque el bando perdedor decidió ausentarse y anunció que continuaría su pelea en los tribunales, judicializando el proceso orgánico. Hasta el último momento, la dirigente sevillana dialogó con su rival interno, Juan Ávila, para presentar el pasado lunes una ejecutiva de integración, pero no fue posible y de nuevo sus críticos se desmarcaron en el último minuto. Con todo, hay nombres afines a la corriente de Ávila en la dirección provincial y fuentes del PP sevillano aseguran que la mano está tendida y hay muchos órganos por formar aún donde esperan empezar a coser internamente y que haya pluralidad.

El PP más allá de Madrid

Génova traslada su intención de negociar en un momento en que la presidenta y candidata del PP de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, capitaliza el discurso del partido en plena precampaña y como ariete en la confrontación frente a Pedro Sánchez. Desde territorios como Andalucía o Galicia, comparten la preocupación de que el discurso nacional se centre en Madrid. Insisten fuentes del PP andaluz que es “comprensible” que en campaña los focos miren a la capital, pero también trasladan que sería “un error” que el PP quedara subsumido por el discurso de Díaz Ayuso, que en Andalucía "no nos representa al cien por cien", admite un diputado con galones del grupo parlamentario.

Opinión

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Moreno, por ejemplo, explicó días atrás que, salvo petición inesperada, él no participará en la campaña de las elecciones madrileñas y consideró que es mejor que el discurso de los candidatos no peligre con intervenciones de otros líderes territoriales. La distancia en los discursos y en políticas concretas, como las que afrontan la pandemia, es sideral. Díaz Ayuso en Andalucía estaría más cerca del mensaje de Vox que del que tiene el PP en la Junta con respecto al cierre de la hostelería o a banderas ideológicas de la extrema derecha como la violencia de género o el pin parental. A Moreno no le interesa identificarse con esas posiciones del PP de Madrid cuando defiende que en Andalucía su gran valor como presidente y candidato es profundizar en su perfil de centro moderado y atraer a votantes socialistas desencantados, entre quienes tiene buena valoración, según señalan los sondeos.

Acuerdo "próximo"

Por eso, al PP andaluz no le interesa nada que el discurso del partido en el ámbito nacional lo asuma Díaz Ayuso y apuesta por recuperar el entendimiento con la dirección nacional con el tándem Moreno-Casado. Moreno aspira a ocupar el espacio de Alberto Núñez Feijóo en Galicia y los barones quieren armar el discurso más allá de Madrid.

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En Andalucía, no será fácil cerrar esas listas de consenso y menos que el acuerdo sea global, es decir, de las cuatro provincias a la vez, pero en eso trabajan. En Almería, el actual presidente del PP provincial, el alcalde de Roquetas de Mar, Gabriel Amat, un histórico del partido cercano a Javier Arenas y comprometido en varios escándalos judiciales, ha anunciado que repite cuando la dirección nacional ya había pedido renovación. En Cádiz, la actual presidenta del partido es delegada del Gobierno en la provincia, Ana Mestre, y por tanto incompatible con el cargo, aunque también lo es Elías Bendodo y tuvo dispensa para repetir en Málaga. Allí queda por resolver el caso de su número dos, Patricia Navarro, igualmente incompatible para la secretaría general por ser delegada de la Junta. En Huelva, tampoco hay consenso sobre el actual presidente provincial y además es una provincia que toca de lleno a la secretaria provincial del PP andaluz, Loles López, que lleva la interlocución con Génova.